capítulo ocho.

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El castaño se sentó en el borde de la cama dejando sus blanquecinos muslos y parte de su pecho descubiertos por aquella bata blanca que tenía del otro día. 

Sus pensamientos comenzaron a indagar en su mente una vez pudo recordar todo lo de la noche anterior y de lo bien que la pasó con Enzo ayudándolo en su celo. 

—"Me hubiera gustado que se quedara...aunque es obvio que hace esto por obligación"—Pensó con la mirada apagada, porque aunque le doliera debía admitirlo igual. 

Se vistió una vez que se había animado un poco más, se miró en el espejo de su habitación con una mirada seria, la que tenía la mayoría del tiempo. A veces realmente extrañaba el poder sonreír sin dificultades tal y cómo lo hacía de niño, pero la muerte de su madre y aquellas enseñanzas de su padre borraron su sonrisa a medida del tiempo. 

Con Enzo es cuándo comenzó a sonreír después de tantos años, con Enzo pudo sentir emociones que nunca antes había sentido, era cómo si aquel morocho de sonrisa blanquecina hubiera comenzado a cambiar todo su mundo de un día para el otro. 

Bajó a la cocina encontrándose con Claudia acomodando un plato con comida sobre la mesa, la miró extrañado y se acercó a ella. La saludó amablemente y se dedicó a hablar. 

—Claudia, te dije que podías tomarte libre esta semana, no era necesario que vinieras.—Le dijo con tono apenado, después de todo sabía que la mujer tenía familia y vino a la casa cuando no era necesario. 

—Está bien corazón, el señor Fernández me ayudó a preparar tu comida esta mañana antes de irse, no te preocupes.—Le sonrió alegremente y el alfa se sonrojó ante sus palabras, ¿Enzo le había preparado el almuerzo antes de irse? realmente lo había tomado por sorpresa. 

Se sentó a comer sin objeciones, después de todo realmente le encantó la comida que había preparado el azabache única y especialmente para él. Se sentía feliz por eso último. 

Despidió a la mujer una vez que terminó y se acordó de su atareada agenda ese día, recogió todas las cosas de la mesa y salió de su casa dirigiéndose directamente hacia su auto. 


Salió de aquella larga junta la cuál llegó a parecerle demasiado tediosa, dos horas se hicieron eternas ahí adentro. Sacó su celular de su bolsillo y se percató del mensaje de Enzo recibido hace dos horas, se sobresaltó al no haberse dado cuenta de ese mensaje debido al día ocupado que estaba teniendo. 

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   ¿Podemos vernos este fin de semana? 

2:09 p.m 

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 Era todo lo que decía el mensaje, respondió con un simple "Está bien" y quedó bastante seco a su parecer, le preocupaba lo que pensaría el otro alfa sobre aquello. 

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   Gracias por la comida de hoy día, estaba muy bien hecha 

4:56 p.m

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Muy bien, le había encantado la comida que el menor había hecho para él pero tampoco lo admitiría. 

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    Me alegra que te haya gustado tu comida (  ⁠^⁠‿⁠^⁠)

4:58 p.m 

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Julián quedó medio confundido con aquellos extraños simbolitos al final, pero luego de mirarlos detalladamente se dio cuenta de la carita sonriente que estos formaban. 

⁠☆My thest Alpha☆ | Enzo x JuliánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora