La boda de mi esposa [𝐇𝐒/𝐊𝐒]

24

– ¿como has estado? –preguntó la mujer, con la mirada triste y sus manos en el vaso de café–

Boyeon había salido esa mañana con una enorme sonrisa en los labios, sonrisa que se borró cuando al salir por la puerta de su complejo de apartamentos, lo primero que vió fue la cara de su ex novia, Shia.
La mujer insistió en hablar alg con el, intento resistirse pero cuando la mujer mencionó tener algo importante que decirle, no tuvó más opción que aceptar y seguirla hasta una cafetería.

Y aquí estaban, sentados en una mesa junto al gran ventanal, uno frente al otro, Shia con su habitual sonrisa nerviosa y Boyeon con una línea recta en los labios, claramente no queriendo estar ahí.

– estoy bien, de maravilla –respondió, indiferente–

– me alegro, ¿como ha ido el trabajo?...me enteré que te han ofrecido un ascenso y me preocupaba como lo estarías toma–

– basta Shia –la interrumpió– dijiste que tenías algo importante que decirme, he venido por eso no porque quiera ponerme al tanto de nuestras vidas

La contraria trago saliva, sintiendo la tensión en el aire.
Miro nerviosa hacia otro lado, evitando mirarlo a los ojos, Boyeon suspiro y tomó un trago de su té.

– tienes razón, lo siento –se disculpó, aun sin mirarlo– si hay algo que quiero decirte –sin respuesta– a mi me han ofrecido un ascenso también...pero si lo aceptó, tendré que viajar mucho y por mucho tiempo...al menos durante 5 años

– ¿hm? –ella porfin lo miro– ¿haz venido para que te deseé un buen viaje?

La mujer lo miro un poco desconcertada, después su mirada se suavizó y solo quedó tristeza. Por su parte, Boyeon siguió viéndose indiferente.

– no, no he venido a eso –mordió el interior de su mejilla– yo...vine... ¡Para que me pidas que no me vaya! –se rompió, sus ojos se cristalizaron– dime que no me vaya Boyeon, dime que me quede aquí...que si me quedo podremos iniciar de nuevo...que si me arriesgó, tendremos un futuro...juntos

Lo miró nerviosa, esperando encontrar una pizca de esperanza en sus ojos. Contrario a todo deseo, lo único que encontró fue enojo, se dio cuenta por la forma en la que suspiro.

– ya te lo pedi una vez ¿lo olvidaste? –sonrió con ironía– la primera vez que te ofrecieron ese ascenso en Australia, cuando te suplique quedarte, que me esforzaria más por ambos...–su mente divago brevemente en sus recuerdos– dijiste que no, que no arriesgarias tu futuro nisiquiera por mi...

– Eso lo dije porq–

– y después, cuando te fui a buscar al aeropuerto –la interrumpió de nuevo– iba con la intención de decirte que ya no te pediría dejarlo todo, que el que lo dejaría sería yo, que yo arriesgaría mi trabajo, amigos y familia por ti...pero tú solo me ignoraste frente a tus superiores