CAPITULO 8

29 2 0
                                    

Cómo era costumbre se encontraba sentado a lado de la ventana leyendo un libro, desde que había llegado a esa habitación ver el paisaje por aquella ventana o hacía serenarse  sin embargo la escena que tuvo con milverton en la biblioteca lo había dejado algo inquieto.

— el será un obstáculo para mi plan, tendré que deshacerme de el lo antes posible

El toque de la puerta lo saco de sus pensamientos por completo haciéndole entrar en razón.

— adelante...

— Su magestad lo manda a llamar a la biblioteca

— ¿Ahora?, No es un poco tarde

— Me disculpo pero esas fueron las órdenes del príncipe

Sutilmente dejo el libro sobre el escritorio encaminándose con el guardia hacia la biblioteca, sin darse cuenta su perspectiva hacia Sherlock estaba cambiando sin embargo su deseo de venganza era más grande que cualquier otro sentimiento , estaba claro lo que tenía que hacer, nada ni nadie lo iba a poder impedir.

Para el Sherlock solo era un peon más para lograr su objetivo.

— su magestad el Sr. William está aquí

— que pase

El guardia se fue y William entro, al ver a Sherlock en aquel escritorio lleno de papeles le pareció algo curioso ya que desde la perspectiva de William Sherlock solo era alguien quien solo le interesaba divertirse

— Liam...

Los ojos de sherlock parecieron iluminarse al ver a William, aparto a un lado los papeles dejando libre el escritorio llamando así a una sirvienta para que les sirviera la cena

William se quedó en silencio solo observando

— no era necesario todo esto magestad

— es lo menos que puedo hacer después de un largo día además, solo llamame Sherlock

— está bien... Sherlock — en su rostro se formó una sonrisa

Al escuchar su nombre salir de los labios de William no pudo evitar emocionarse y más con aquella sonrisa que William le regalaba por primera vez.

Se aclaró la garganta e invito a William a probar la comida que habían preparado.

— está deliciosa, gracias... Sherlock

— me alegra que te guste...te eh llamado aquí ya que mañana debo ir a visitar el pueblo y como tú vas a ser mi consejero es importante que estés a mi lado...

Por un momento se había olvidado que eran príncipe y plebeyo, era obvio para el que solo lo utilizaría para llegar al trono, aunque no podría juzgarlo, después de todo el haría lo mismo...

— claro que sí magestad, estaré a su lado pasé lo que pasé

Respondió a Sherlock con la sonrisa con la que estaba acostumbrado a mostrar a los demás, una sonrisa superficial siendo muy diferente a la que antes le dedico a Sherlock

Sherlock lo miro fijamente por un momento y luego siguió comiendo, al terminar Sherlock lo invito a dar un paseo por el jardín, William acepto con tal de obtener más información útil para Albert.

Apesar de la lúgubre noche que caía sobre el paisaje, en el jardín se sentía un ambiente de tranquilidad, el viento helado soplaba muy tenue rozando con delicadeza las mejillas de William comenzando a tener un tono rojizo, Sherlock se percató de esto quitándose el abrigo que lo cubria, poniéndolo sobre los hombros de William.

— pero su magestad podría sufrir un resfriado

— eh pasado varias veces por esto debido a las innumerables guerras en las que eh participado, además ya te eh dicho que me digas solo Sherlock

Un suspiro salió de sus labios viéndose claramente el dióxido de carbono, la noche sin duda era fría.

— sabés...mi hermano está organizando una guerra, eso es algo en lo que no estoy de acuerdo, no quiero que más vidas inocentes se pierdan

William por su parte escuchaba atentamente a sherlock sin decir ninguna palabra.

— por eso quiero convertirme en rey, quiero acabar con esta guerra absurda, solo quiero que todos estén en paz ¿estás de acuerdo conmigo?

— por supuesto que sí, la guerra solo deja dolor y tristeza

— sabía que estarías de acuerdo conmigo, después de todo confío en ti plenamente

Al escuchar esas palabras pareció como si le hubiera caído un balde de agua fría, pero antes de que pudiera pensar más un estornudo interrumpió la conversación

— vez el que se enfermo haz sido tu

— eso no es...

De nuevo el estornudo volvió a interumpir, por su parte Sherlock soltó una risa y William se molestó

— sabes cómo se puede quitar el resfriado

— ¿como?

— pasándoselo a otra persona

En ese momento Sherlock tomo a William en sus brazos y le robo un beso, William no sabía cómo reaccionar sin embargo aquel beso era suave y gentil por lo que por un momento dejo de poner resistencia y se dejó llevar.

Era completamente extraño, pues el estar con Sherlock hacia que William se sintiera tranquilo, olvidándose por completo de todo lo que lo rodeaba incluso de su venganza, sintiendo aquella sensación de querer estar más tiempo con el, más tiempo solo ellos dos...

Al terminar aquel beso Sherlock pido perdón a William este solo se queda callado y agacha  su cabeza

— está bien... debió ser el vino que bebimos

Apesar de querer ocultarlo con una mentira ambos sabían que eso no era verdad

— tienes razón debió ser el vino

— ya tengo que irme...

— eh...si

No dijo nada más y se fue dejando a Sherlock solo en el jardín, Sherlock se arrepintió pero realmente ya no puede ocultar lo que siente

Por su parte al llegar a su habitación se percató de que se había traído el abrigo de Sherlock, dejo el abrigo a un lado de su cama en una silla sin embargo no puedo volverlo a tomar y aspirar el olor de Sherlock recordando el beso de hace un momento.

Y por alguna razón la duda lo comenzaba a invadir en su venganza...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 22, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

☬ Ecos De Dolor En La Oscurida ☬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora