Día 2. Precious Hands.

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Eran al rededor de las dos de la tarde, Nami-san había previsto un día tranquilo, fresco y sereno y así era

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Eran al rededor de las dos de la tarde, Nami-san había previsto un día tranquilo, fresco y sereno y así era. Por lo menos en el clima, porque Usopp, Chopper y el capitán estaban jugando afuera y no habían parado de reír y gritar por horas, Brook les acompañaba cantando y tocando canciones que había compuesto.

Iba a ser sincero, a veces se unía a ellos porque le encantaba jugar también. Con ellos podía permitirse ser un niño de vez en cuando. 

Pero hoy no era el caso, Robin-chan había estado un poco enferma. Y a pesar de que Chopper y la misma Robin le habían asegurado que ya estaba mejor, él no iba a descuidar por nada del mundo su alimentación. Le había pedido a su medico unos cuantos libros de plantas medicinales y nutrición para no solo hacer comida deliciosa, sino también hacerla lo más sana posible. Tenía nueve personas que mantener fuertes y con energía después de todo. Y ya tenía un tiempo que no aprendía nada nuevo. Así que llevaba unos días dedicándose de tiempo completo a la cocina. 

En dicha cocina estaban Jimbe, Robin-chan, Nami-san, Franky y sorprendentemente el cabeza de alga.

Habían terminado de comer hace un rato, Jimbe había ayudado a recoger la mesa y Nami-san y él se habían dedicado a lavar la loza. A veces los demás se quedaban para seguir la platica casual que surgía en la comida. Así que ahí estaban. Sanji había decidido preparar aperitivos, había decidido hacer unas galletas veganas para que Robin-san las probara en la cena y de paso prepararía algo para cada uno. Nami y Jimbe habían retomado su lugar en la mesa de nuevo. Y como estaba de buen humor, preparó té, refresco de cola, café, limonada y una botella de sake, para después retomar las galletas. Supuso que Zoro solo se había quedado por el sake, pero de igual manera disfrutaron de la conversación.

- No creo que pueda soportar otros dos días de viaje.- Dijo Nami-san, mientras se dejaba caer en la mesa, abatida.

Tan divina.

- Nami, solo son uñas ¿De verdad es tan suuuuper importante?- Franky levantó sus manitas mecánicas abriéndolas y cerrándolas.- Yo ni siquiera tengo. 

Robin-chan soltó una delicada y elegante risa.

Tan dulce.

- ¡Es importante, Franky! El como se ven tus manos es clave en tu presentación, no puedo dibujar mapas con las uñas hechas un desastre, me pongo de malas.

Franky parecía genuinamente confundido.

-Mira a Robin. - Nami-san tomó las delicadas manos de Robin-chan y las colocó en la mesa para que todos le vieran las uñas.- ¿Imaginarías a Robin usando su fruta si tuviera las manos descuidadas?

- Pues yo las veo normales.- Habló el imbécil.

- Es porque eres idiota.- Zoro dejó la botella con brusquedad en la mesa y le miró.

- ¿Qué dijiste, cejillas?

Estuvo a punto de lanzarle un cuchillo en el arbusto de la cabeza. Pero Nami-san le pegó primero. 

Azul de amanecer (Sanji Week 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora