El primer día de clases fue muy interesante, conocí a los diferentes profesores y a ciertos compañeros que estarían en las misma clases junto a mí, pase un día increíble, me sentía muy emocionada de vivir esta nueva etapa en mi vida y me sentía muy motivada y preparada para enfrentarlo.
La semana se hizo eterna cuando finalmente caí en cuenta que era jueves y estaba repleta de tareas y actividades por hacer, me había inscrito en el club de lectura y escritura creativa, lo cual me había encantado porque podía aprender junto con los compañeros y apoyarnos entre nosotros a explorar nuevas técnicas y crecer juntos como escritores y al mismo tiempo también podía mostrar mi trabajo a otras personas cosa que antes no había hecho, en general me gustaba poder rodearme de personas que disfrutaban lo mismo que yo y poder platicar sobre ello.
─Tengo muchas tareas, pero me siento muy feliz, disfruto de hacerlo y ya he hecho amigos en la universidad, lo cual me emociona porque antes se me dificultaba hacer amigos cuando estaba en la escuela. ─Me alegro cariño ¿y cómo le está yendo a Riki? Hoy es viernes ¿se verán luego de clases? ─Hemos hablado muy poco esta semana, pero le está yendo muy bien, me contó que los primeros días estaba indeciso entre sí debía inscribirse en algún club porque había encontrado que tenía muchas tareas y que sería complicado poder hacer todo, pero al final decidió arriesgarse y lo hizo, así que se inscribió en el club de escultura y arte digital y le gustó mucho. ─Suena bien, me alegro de que a ambos les este yendo muy bien, están empezando así que les será complicado y verán que tienen mucho por hacer, pero aprendan a organizarse, eres muy buena en eso, ayuda a Riki también si notas que le cuesta organizarse para hacer sus tareas y hacer otras actividades, recuerden que también deben saber cuando es suficiente y descansar. ─De acuerdo, gracias por el consejo mamá, lo platicaré con él y le ofreceré mi ayuda si lo necesita. ─Bien, te dejo, sé que estás de camino a la universidad, no te distraigo más, te amo. ─Yo también mamá, saluda a papá y dale un beso a mi hermanito, los extraño mucho. ─Y nosotros a ti.
¿Soy una mala novia? Debí llamarlo aunque estuviese ocupada, ahora me siento mal por haber hecho eso, si mamá no me lo hubiese mencionado habría olvidado por completo llamarlo aunque sea una sola vez esta semana. Esto está siendo demasiado difícil, creí que si estudiábamos en la misma ciudad podríamos vernos seguido como cuando éramos estudiantes de último año, pero realmente no es así, la distancia entre nuestras universidades era de 5 kilómetros, aunque quisiéramos vernos, no era como ir a la vuelta de la esquina, bueno... Al menos un viaje en transporte público sería más rápido que ir caminando, me tardaría menos tiempo en llegar, quizá deba ir a verlo, esta podría ser mi oportunidad para visitar su universidad por primera vez. Lo haré, lo visitaré luego de clases y lo sorprenderé, seguro estará feliz de verme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─¡Kairi! ─guardo mi celular en mi bolso y saludo con una sonrisa a mi compañera. ─Hola ¿me estabas buscando? ─pregunto llegando a su lado. Ella asiente y me toma del brazo. ─Vaya, de verdad que eres bonita, incluso a tempranas horas del día luces radiante ─sonrío. ─Gracias por decir eso... ─Debes darme tu secreto. ─De verdad no tengo uno, podría decir que me duermo temprano, pero demás no tengo ni siquiera una rutina de cuidado de piel, no soy buena con esas cosas ─niego. ─Entonces dormiré temprano como tú ─se ríe.
Me sorprendía mucho de mí misma por haber hecho una amiga en mi primera semana de clases, siempre se me había hecho complicado formar relaciones con las personas luego de llegar a Japón, en la escuela todos me creían superior por ser la "más lista" de la clase y preferían no acercarse a mí para ser amigos, pero en la universidad me sentía muy diferente, las personas se acercaban a mí y eran amigables, quizá sea una oportunidad para hacer nuevos amigos. Eso me hacía extrañar a mis verdaderos amigos, Kyosuke y Riki.
Al final de la jornada me sentía muy agotada, las clases habían sido largas y tenía más tareas por realizar, no obstante, nada arruinaría mis planes para hoy, una sola cosa hacía que mi cuerpo recobrara energías ¡hoy veré a mi novio luego de una semana larga! no hay nada mejor que eso para subir el ánimo de una persona.