*Cafe Ilusión*

23.:Adiós Tormenta:.

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Y ahí estaban nuevamente, viendo como aquel cartel negro con letras en color beige se alzaba con orgullo, es que ni un ave fénix, podía revivir tanto como lo era Café Ilusión, tomo la mano de su esposo, y sonrió, esto era por todos ellos, Soobin, Tae, Hwasa, Jay, todos los que creyeron en ellos.

-Estoy seguro de que están feliz de verlo nuevamente en pie-

-Sí, aunque me hubiera gustado que lo vieran de verdad- suspiro- los extraño -aún sentía ese deje de rabia, al fin la policía china había terminado el informe sobre el accidente de sus padres, descubriendo que Jackson orquestó todo para que eso ocurriera, murió sin pagar ninguna de sus fechorías.

-También yo, pero sé que donde estén, están orgulloso de ti amor...-

-De los dos, esto es de todos, no solo mío, todos pusieron su granito para hacerlo realidad otra vez-

Cuando el día de la re-inauguración llegó, Jimin tenía sentimientos encontrados, feliz de volver y triste de no tener a su Tae junto a él, así como tampoco a Yeyo que no lo dejaba, había ido sagrado cada día de esos seis meses a verle, no perdía la fe de que su osito de invierno despertara.

-Esto es por, Soobin, por mi madre y por Tae, bienvenidos a Café Ilusión, donde la esperanza nunca muere- susurro, viendo como el lugar estaba al fin apto para público, sin duda la lucha había sido grande, pero habían salido victoriosos, y todos los que creyeron que habían caído, se vieron con que no, ellos seguían en pie y con más fuerza que nunca.

Ya por la tarde, tanto Yoongi como Jimin fueron al hospital, era sagrado cada día, el ritual, bajaron del ascensor y el móvil de Yoongi comenzó a pitar, era Dylan, quien cada tanto llamaba para saber cómo estaban y claro preguntar por Jimin, solo por molestar a su amigo.

-Ya voy amor es Wang-

-Ok, dale mis saludos- Min sonrió, pero en cuanto Jimin dio la vuelta para seguir con su camino, cambió la sonrisa por un rostro celoso.

-Ni loco- se dijo antes de apretar la pantalla.

Cuando Jimin llegó a la que era la habitación de Tae vio a Yeyo fuera de la habitación, hecho un mar de lágrimas, con la sortija que este le había comprado para pedirle matrimonio en las manos.

-Yeyo!!-corrió el último tramo hasta llegar a su lado- que pasó, por qué estás así?- levantó la cabeza y lo vio sonreír.

-Despertó...-y solo eso, basto para que las lágrimas fluyeran ahora desde los azules de Jimin, que no pudo contener tampoco la sonrisa- Tae despertó- se le fue encima en un abrazo que los dos necesitaban, su amigo estaba de regreso.

-Porque estás afuera no...-

-Lo están revisando, haciéndole pruebas para ver si su mente está bien, su cuerpo, me sacaron en cuanto la enfermera le preguntó si sabía quién era yo-

-Te reconoció?- asintió.

-Me lanzo un beso - dijo sonriendo, es que eso era algo tan propio del castaño- volvió conmigo Jimin, mi osito volvió- 

-Lo hizo, Yeyo-Cuando Yoongi llegó y los vio a ambos con aquella sonrisa supo que algo bueno había pasado, más aún cuando aquellos ojitos azules lo miraron con alegría.

Camino hasta ellos y luego de que Yeyo le explicara también sonrió y abrazó a su amigo, habría sido algo muy cruel del destino, si Tae no volvía, de aquel sueño, pero gracias a quien sea, digamos a dios, estaba otra vez de regreso.

-Lo pedirías, formal?- asintió- en ese caso iremos por unas flores mientras las enfermeras lo alistan- dijo Jimin mirando a su esposo, quien también se levantó.

-¡No hace falta aquí las traje!- por el pasillo apareció Kook, con un lindo ramo de rosas rojas- ten, espero sean suficientes-

-Pero cómo es que tu?-

-ALguien me llamó y me contó que Tae habia despertado, asi que vine rapido, es parte de la familia no?- Jimin sonrio y asintio.

-Gracias, señor Jeon- 

-De nada muchacho- sonrió, si la vida de a poco tomaba el curso que siempre debió tener.

-Por cierto, les tengo una noticia- mirando al Yoonmin- hace un rato me llamaron de servicios infantiles- los ojitos de Jimin brillaron- quieren hacerles una visita -

-De verdad Kook?- asintió y vio como el menor se le fue encima en un abrazo, seguido de Yoongi- gracias-

-No me agradezcas, yo solo hice los contactos si los consideraron fue por mérito de ustedes, no mío-

-Estoy seguro de que les permitirán adoptar- hablo Yeyo- ese bebé o niño crecer con lo más importante, Amor-

Yoongi miró a Jimin y sonrió, claro que había amor, ese que jamás se fue, solo se volvió más fuerte con los años y ahora, se había afianzado aún más.

-Familiares de kim Taehyung!- los cuatro miraron a la enfermera - el paciente está listo, ya pueden pasar a verlo...- 

[Un Año Después]

-Quiero un Frappuccino vainilla con chispas por favor-

-Claro, pasa por ventanilla y luego te darán tu café-

-Gracias- sonreía de forma amable poniendo siempre a las clientas en modo bobas.

-Oye deja de coquetearles a las clientas, Boun-

-No les coqueteo, solo soy amable, Prem- 

-Ya dejen de pelear-escucharon aquella ronca voz tras su espalda y ambos volvieron a su trabajo.

-Sí, jefe, Tae!- el castaño rodó los ojos y suspiró, entrenar gente nueva siempre era una reto, que bueno que a él los retos le gustaban.

Yeyo solo miraba lo hermoso que su ahora esposo podía verse, recordar cada lágrima que derramo cuando creyó perderlo, ahora gracias al cielo podía disfrutar de él, cada día, y ver como el castaño lucía con orgullo aquella sortija que él colocó en su dedo el día que dieron el sí.

-Deja de mirarme así, me gastaré- el mayor sonrió y no pudo, más bien no quiso evitar aquel beso que dejó en los labios de su pareja- Yeyo...-

-Te amo, con mi vida - abrazándolo fuerte, siendo posesivo, siempre se preguntó por qué Tae, porque esa simple llamado le dio la curiosidad suficiente para ir a verle al hospital aquella vez para después caer rendido a sus pies, hasta que un día lo entendió, Soobin los había unido, le había dado a él, el privilegio de cuidar de Taehyung y feliz lo hacía.

-También te amo- pasó sus manos alrededor del cuello de quien se había vuelto su compañero de vida.

-Em señor Tae...- hablo Prem- la máquina se atoró- no sabía si mirar o no, ellos hacían una linda pareja.

-Ya voy Prem- sonriendo nervioso- me puede soltar joven?- negó- amor!-

-Solo si prometes volver a mis brazos después- lo miró fijo y se acercó a dejar un pico en los labios de su amado.

-Siempre - 

Porque el amor de verdad, tiene siempre esa capacidad de superar todo lo malo, no importa que tan difícil se vea o que tan empinada sea la cuesta, cuando a tu lado viaja la persona correcta eso se vuelve fácil.

Ellos habían pasado por muchas cosas, ahora solo les esperaba felicidad.

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