CANCION DE HIELO

1| El rey de Invierno

Fleur aún recordaba las campañas de hielo sonar mientras el féretro congelado de sus padres estaba reposado frente a ella, de sus ojos platas cayeron gruesas lágrimas. Segun el reino, primavera los habian asesinado y los Oscurus, seres de magia negra habían iniciado esa guerra tomando territorio y destruyendo todo a su paso.

Los ojos de la princesa dejaron caer gruesas lágrimas mientras el pueblo de Invierno se arrodillaba en forma de respeto despidiendo a la reina Flora y al rey Arturo. Fleur se giro hacia su hermano mayor, el príncipe Ethan quien observaba a su pueblo con temple e inspirando, fuerza, Dean, por su parte, se apartaba algunas lágrimas ante la muerte de sus padres de forma silenciosa.

Una semana después, su hermano mayor, el príncipe Ethan fue coronado como el rey de Invierno tomando la corona de su difunto padre.

Cinco años después

El sonido de la espada chocando retumbó en los jardines del castillo, los hombres del reino rodeaban al príncipe Dean quien practicaba con el líder de la guardia real, Ser Rodrick, el hombre apretó el arma y el príncipe detuvo el ataque con un golpe y la espada cayó al piso. Los hombre comenzaron a aplaudir y Dean estiro su mano hacia el hombre ayudándolo a levantarse.

—Ha sido un gran golpe el que empleo su hermano, majestad—hablo Marco Sallow, la mano del rey, mirando al rey de reojo.

Ethan asintió con la cabeza con la corona pesada de cristal, sus ojos grises recorrieron el castillo en busca de su hermana y miro al hombre. Tras la muerte de sus padre, controlar a Fleur no fue tarea fácil, siempre le llevaba la contraria en todo y hacia todo lo posible para hacerlo enojar.

—¿Donde esta Fleur?

—Desconozco majestad— contesto el hombre mirandolo.

Ethan apartó la mirada de su hermano menor para ponerla en Marco.

—Búscala y que llegue este aquí antes de medio día. Van a venir hombres del norte en busca de su mano— contesto y se dio media vuelta, dos guardias acompañaron al rey.

Si los hombres del reino fueran más astutos buscarían primero en reino, pero sobre todo en la alcoba de la princesa Fleur en donde dormida con tranquilidad sin importarle nada en la vida, se dio media vuelta cuando los rayos del sol golpearon su rostro y se dio media vuelta tapándose de pies a cabeza.

Ethan se adentro a la alcoba blandiendo su capa negra, detuvo su andar y miro a su hermana, apretó la mandíbula con enojo y de un tirón le arrebato la cobija, Fleur soltó un quejido.

—¿Como puedes seguir dormida?— le grito y abrió las cortinas de cristal dejando pasar los pocos rayos del sol que llevaban a Invierno, Fleur se dio media vuelta— Tienes una hora para alistarte y reunirte en la corte con los hombre del reino.

Fleur murmuró una maldición y escucho a su hermano alejarse, se giro mirando hacia el techo y suspiro. Tras debatir si levantarse o no, tomo un vestido negro y salió de su alcoba caminando con velocidad en lo que acomodaba su cabello en una trenza despeinada.

—Llega tarde majestad—hablo Marco al verla llegar.

Fleur le sonrio de lado y Marco abrió la puerta, entró con velocidad a la sala y miro a su hermano sentado en el trono, sus ojos platas brillaron con enojo ante la tardanza de su hermana y Fleur sonrio para sus adentros, la joven intercambio una mirada con Dean quien le sonrio.

—Bienvenidas a las casas de Invierno— hablo por fin Ethan levantandose del trono y colocándose de forma imponente frente a los hombres que iban por la mano de su hermana.

Fleur sonrio de lado, esperaba que su hermano estuviera listo para el enojo que iba a tener aquel día.

—¿Por qué sonríes de esa manera?— pregunto Dean en un murmuró.

Fleur solo le sonrio aún mas y Dean negó con la cabeza.

—Demosle la bienvenida a la casa Rick...— hablo Ethan.