ese chico jamás dejó de sonreír, ni un segundo, incluso si el mundo se le estaba viniendo abajo, incluso si yo no podía ayudarlo... él aún me miraba con una sonrisa... con esa sonrisa que me enamoró.
el chico que se encargaba de limpiar los salones después de clases y yo habíamos empezado a hablar desde hace poco más de una semana, su nombre era Hongbin, Lee Hongbin y hacía eso porque su abuela quería que se inscribiera a clases extracurriculares pero no tenía el dinero suficiente como para hacer eso así que se quedaba dos horas después de clases para fingir que iba a clases de inglés y decirle a su abuela que en eso gastaba su tiempo.
yo estaba ahí porque debía estudiar para poder estar al nivel de todos los demás, las matemáticas eran una pesadilla y estudiar en mi casa lo hacía peor, así que pedí permiso para ocupar el salón después de clases para poder estudiar ahi, los maestros accedieron con la condición de que limpiara antes de irme.
Hongbin iba en un grado más arriba que yo, era un año mayor así que nunca antes habíamos coincidido de ninguna forma, nuestros horarios eran diferentes pero ahora hablábamos casi todos los días... debo reconocer que incluso más de lo que deberíamos, a veces limpiaba más de lo que estudiaba solo por poder hablar con él. era una persona realmente cálida, agradable y tierna.
no podía hacer contacto visual por mucho tiempo, segundos diría yo... sonreía por cualquier cosa, casi siempre por nervios, tocaba su cabello y agachaba la cabeza cuando respondía algo... podía notarse a leguas que era alguien inseguro pero que intentaba con todas sus fuerzas hablar y relacionarse con los demás... eso me parecía tan lindo.
por otro lado, yo me sentía todo lo contrario, sin intentarlo me salían las palabras y los temas de platica, no con todos era así pero ese chico tenía algo que me hacía comportarme de esa forma, simplemente sentía confianza cuando estábamos juntos... lo único que esperaba era no asustarlo o sobrecargarlo de interacción humana, no deseaba ser esa clase de extrovertida.
en los horarios de clase, por más que intentaba encontrar a Hongbin en el patio cuando salíamos al receso me era imposible... realmente no sabia como no encontraba a un chico que media casi 1.80 y era mas guapo que todos los demás... incluso su cabello largo y partido por la mitad era bastante contrastante... pero no, mientras más lo buscaba más perdía las esperanzas de encontrarlo...
tal vez pude preguntarle algo cuando platicábamos por las trades pero no quería parecer una acosadora o quería pretender que no estaba interesada en mantener una amistad más allá de las horas extra...
—oye... quería preguntarte... ¿puedes darme tu numero de celular? para que podamos hablar en cualquier momento... perdón por pedirlo hasta ahora.
antes de que saliera por la puerta de ese salón volteé a ver a Hongbin algo asombrada de lo que acababa de escuchar salir de su boca, de inmediato y sin dudarlo accedí con la cabeza y lo anoté en su teléfono, dejé el nombre del contacto libre para que él pudiera ponerme el que quisiera, no quería ser tan invasiva.
—estuve a punto de preguntarte lo mismo muchas veces, pero tenía miedo de que pensaras mal de mi.
— no no, aunque me dejaste el trabajo más difícil... preguntar por un numero es complicado.
mientras hablaba de nuevo estaba sonriendo, al devolverle su celular rocé su mano por un segundo y pude notar que estaba algo mojada por el sudor, realmente estaba nervioso.
—no te sientas tan presionado, si quieres puedes considerarme alguien cercana a partir de ahora, cualquier cosa solo mandame un mensaje.
ambos hicimos una reverencia e intercambiamos sonrisas, tenía que llegar a mi casa antes de las 4, no podía quedarme más tiempo con él.
desde ese momento quedó claro para mí que nuestra amistad podía ir más allá de las horas extras después de la escuela.
después de una semana de hablar por mensaje de texto a diario quedamos en que comeríamos juntos en el almuerzo, parece tonto pero Lee Hongbin realmente era una persona que necesitaba planear algo como eso, supongo que no era por ser organizado ni metódico, era para mentalizarse antes de convivir de esa forma con alguien.
—¿por qué quieres comer aquí? podríamos ir a la cafetería... si no tienes dinero te compraré algo, no hay problema.
— no, no es por eso muchas gracias... es solo que aquí es mas tranquilo, no estas rodeado de personas.
— ¿y si nos descubren aquí? cualquiera pensaría cosas raras de vernos solos en un salón vacío.
— nadie se viene a parar aquí ni en las horas de clases, el taller de carpintería lleva cerrado desde que entré a la escuela.
—¿y como es que tienes la llave?
— una amiga mía me la dio hace un año, era la presidenta estudiantil.
— ¿ah si? ¿quién es? no la conozco.
— se cambió de escuela antes de empezar este ciclo escolar... se llamaba Jiyeon, era un año mayor que yo.
— ¿entonces eres de llevarte con tus noonas?
Hongbin rió y negó con la cabeza agachada.
— no es lo que piensas, fuimos amigos porque me ayudaba a estudiar.
no quería preguntar nada más, realmente no quería que el chico se sintiera invadido.
mientras estábamos comiendo sentados frente a frente pude ver un poco de la pierna de Hongbin descubierta por su pantalón, había un moretón en ella, solo se veía una pequeña parte pero parecía que era más grande por debajo de la ropa...
tal vez se había golpeado, siempre suelen pasar cosas así.
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