a only kiss || Noren [EDITADA]

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Luego de dos horas Jeno se tenía que ir tenia cosas que hacer como entregarle algo al pequeño que habia conocido ese mismo dia. Por otro lado Haechan tenía que descansar, ya en dos días le daban de alta. Mientras caminaba iba en busca de la sala del pequeño Renjun para entregarle el pin como no de lo pudo entregar por culpa de Jaemin. El solo esperara que no hubiera nadie en la sala y que el chico no estuviera durmiendo.

Para su buena suerte cuando llegó al lugar estaba ya solo con Renjun abrazando su peluche. Jeno toco la puerta que ya estaba abierta y entró, encontrándose con la linda mirada del chico.

Se acercó de a poco hasta quedar lo suficientemente cerca para extender su mano. Se podía sentir el olor del otro, Renjun olía a cereza mientras que Jeno olía a vainilla.

- Aquí está, sano y salvo, no creas que me hubiera olvidado - jeno comentó con un tono divertido.

Renjun tomó cuidadosamente el pin y lo envolvió en sus manos, mirándolo con admiracion.

- G-gracias Je-jeno- Comentó un sonrojado Renjun.

Jeno saco sus mejores sonrisas, era perfecta ante los ojos del otro chico.

Se quedaron unos minutos en silencio, lanzándose unas miradas disimuladas, hasta que Lee por fin habló.

- ¿Te gustaría ir a tomar un helado cuando salgas de aquí?

Renjun bajo la mirada por lo rojo que estaba, ers bastante tierno de ver. - Claro - Dijo en un tono bajito.

A Jeno se le iluminaron los ojos, no esperaba esa respuesta del contrario. Después se pudieron intercambiar de números para que poder hablar. Jeno se percató que en la habitación habían bastantes tulipanes color blanco, varias de sus cosas eran blancas.

Al salir de la sala después de hablar un rato Jeno se encontró con Jaemin en los pasillos. El rubio le empezó a conversar, tenía curiosidad de por qué estaba junto a su amigo. Jeno estaba bastante interesado en Renjun por lo que Jae le contó que este tenía autismo para que supiera, también compartio varias cosas del pequeño.

Ya se hacia tarde para ambos chicos, por lo que cada uno partió rumbo a sus hogares. En otro lado Renjun estaba cenando arroz con verduras y un trozo de pescado en su cama, la cual era bastante cómoda para estar todo el día, pero sentía que ya no podía estar más tiempo ahí. Para su suerte mañana por la mañana ya le darían de alta.

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