Katrina

1 2 0
                                    

El sonido de la alarma se colo en mis oídos haciéndome arrugar los ojos y resoplar, por nada del mundo quería abandonar las cálidas sábanas pero tenía una responsabilidad, además no podría pagar para siempre el hotel donde estaba hospedándome. Miré a través de los grandes ventanales, afuera aún no amanecía. Decidí darme una rápida ducha y escoger una vestimenta adecuada.

Hoy iría a una entrevista de trabajo y para eso tendría que viajar a la Isla de Remus donde se encuentra el Castillo de Fargus, una institución rigurosa dedicada a adolescentes con problemas de conducta, su misión era prepararlos de nuevo para la sociedad y hacer de ellos personas de provecho. Impartiría la asignatura de Literatura en caso de ser aceptada. La verdad me gustaba mucho lo que hacía, aunque solo había trabajado tres años en escuelas públicas, nunca quise que mis padres influyeran en el aspecto laboral de mi vida, en realidad no me gustaba que interfirieran en ninguna de mis decisiones, por lo cual me fui de casa a muy temprana edad, luego de haberles dado la peor de las decepciones. Pero ¿Quién no ha cometido errores?

Luego de pasar media hora mirando la ropa que escogería opté por un vestido gris de cuello alto y un hermoso abrigo negro que se adaptaba perfectamente a mi figura, decidí usar unos zapatos altos en conjunto con el abrigo y un bolso no muy pequeño, con suficiente espacio para guardar mis documentos. Use unos aretes de esmeralda que combinaban con mis ojos y resaltaban los destellos cobrizos de mi cabello. Deje mis maletas empacadas, ya que si me aceptaban todas mis cosas serian llevadas a Fargus.

No había querido nada para desayunar salvo un vaso de zumo de naranja, iría en yate y prefería no comer nada. El viaje no sería demasiado largo pero era evidente que el mar me odiaba y no quería llegar hecha un desastre luego de vómitar como una posesa. Luego de pedir un taxi llegue al puerto y me dirigí al barco con el nombre de la escuela.

Era de tamaño mediano pero se veía lujoso y ondeaba una pequeña bandera con lo que parecía un extraño escudo. Imagine que sería algo familiar pero luego pude notar que en su diseño había una serpiente.

- Señorita -su voz me hizo dar un salto- Lamento haberla asustado, me llamo Felix, seré su capitán.

- Me llamo Katrina -respondí mirando sus ojos, eran de diferentes colores- Pero todos me dicen Kat.

- Mucho gusto Kat -me tendió su mano para que subiera al yate y accedí- El viaje será más rápido de lo que imaginas.

- Eso espero -respondí con honestidad- El mar no es lo mío.

- ¿Usted será el reemplazo de Sarah verdad? -preguntó el hombre mientras arreglaba todo para salir.

- Lo siento, no se de quien habla.

- Es la profesora que desapareció, la policía estuvo días buscando y no encontró rastro de ella.

Pobre mujer, quien sabe que habrá ocurrido con ella.

- No estaba enterada del asunto, iré por el puesto de Literatura, pensé que al ser tan pequeña en la isla habría mejor seguridad- confesé.

- Y la hay, créame -fue su respuesta- Nadie sale ni entra a Fargus sin el consentimiento de Oscar.

- ¿Lo conoces? -pregunte curiosa.

- Solo he tratado lo necesario con el, todos los jueves llevo suministros, y de vez en cuando me toca transportar a alguien -dijo señalandome.

- ¿Y si alguien tuviera que salir de la isla por una urgencia?

- No se preocupe señorita, la escuela esta equipada con todo lo necesario, incluso para realizar cirugías menores -explicó- No obstante siempre hay lanchas disponibles, pero solo el director conoce su ubicación exacta y solo el puede autorizar a tomarlas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 13, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fargus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora