Nashuri | Prométemelo I |

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P A R T E 1

Después de meses navegando en esta nueva alianza, Namor comenzó a entender a Shuri, o al menos a sus gestos. Podía notar la mirada de ella cuando estaba tensa, relajada, molesta o curiosa. Había aprendido a identificar sus gestos porque era difícil apartar la vista de ella. Vestida a la altura de su título, con vibranium dorado adornando sus muñecas y el collar de pantera en su cuello, le gustaba admirarla en secreto. Aunque sabía que ella podía sentir su mirada.

La paz se había asentado lentamente en ambos reinos, trabajando en conjunto para funcionar como aliados. Hicieron una fiesta de celebración durante el primer año de la alianza para que su gente pudiera mezclarse y se logró con gran éxito. Los talokanils caminaban por las tierras de Wakanda y los wakandianos exploraban las ciudades submarinas, aunque Ja' ch'ooj era la aldea más cercana a la capital de Talokan. Incluso, tenían lugares para ambos en sus consejos, una vez a la semana Shuri bajaba al reino submarino y una vez Namor subía.

Esa tarde estaban discutiendo sobre la gran preocupación de la contaminación del mar cerca de Wakanda debido a un derrame químico, habían controlado el incidente para evitar que llegara a las fronteras y afectará también a Talokan y sus aldeas, Shuri les había dado escudos protectores a las aldas que funcionaron como campos de fuerza que filtraron el agua y evitaron que la contaminación llegará a su hogar. Aún había mucho por hacer para limpiar las zonas, sin embargo mientras discutían cómo ayudarían a limpiar las aguas, Namor vio una mirada en Shuri que no había visto antes. Ella se sobo repentinamente la sien y gracias a su audición mejorada, escucho un leve quejido, los ancianos seguían discutiendo entre ellos.

-¿Mi reina, te encuentras bien?- dijo en voz alta haciendo que los ancianos guardarán silencio y la miraran con preocupación.

Shuri odiaba que la llamara "Su Reina" porque eso daba a entender muchas ideas que los ancianos sugerían cuando Namor se iba, matrimonio político, para fortalecer la alianza y ella sabe que él solo lo hace a propósito. Solo que ahora, el dolor en su cabeza es tan terrible que ni siquiera lo mira mal, eso lo preocupa.

-¿Mi reina?- preguntó el anciano de la tribu fronteriza, Shuri alzó la mirada.

-Lamento preocuparlos. La reunión se levanta por hoy- los ancianos se retiran menos el líder Jabari y el rey.

-¿Shuri?- le habla el hombre jabari con familiaridad acercándose a ella con suavidad, ella niega con la cabeza.

-Estoy bien- dice antes de que M'Baku continúe- Despedire a nuestros aliados.

-Ngaba uza kumxelela?- Namor aún no aprende del todo el xhosa así que no logra entender pero sólo ve a Shuri asentir. Ella lo acompaña de regreso al río, con su séquito de guerreros y consejeros tras de él. Todos se despiden de ella con el saludo de Talokan y ella hace lo mismo mientras los ve comenzar a caminar al agua pero Namor no se mueve, la sigue mirando con preocupación.

-¿Kukulcán?- pregunta Namora cuando lo ve de pie frente a la reina y sin intención de moverse.

-Los alcanzaré en un momento- la general asiente con la cabeza y se sumerge en el agua, cuando no hay nadie Namor se acerca a ella y toma su mano y le besa suavemente los nudillos.

El corazón de Shuri se acelera, él ha adquirido esa costumbre como un gesto íntimo entre ellos, una demostración de confianza que solo ambos pueden entender y eso hace, que sus ojos comiencen a humedecerse.

- ¿Qué es lo que sucede?- le pregunta, entonces ella se arroja a sus fuertes brazos, él la rodeo sin pensarlo dos veces y su cabeza se recarga en su pecho. Este es el primer abrazo que comparten y que no incluye violencia y es en medio de una batalla. Sabe que hay algo mal, lo puede presentir en la forma pesada de su respiración, aún no ha comenzado a llorar, ella se contiene.

Entonces lo susurra y Namor no sabe cómo procesarlo.

-Me estoy muriendo- dice en voz baja, quebrada y ahogada, casi tan bajo qué de no ser por sus habilidades mejoradas quizá no la escucharía. No entiende a que se refiere solo le frota la espalda mientras la escucha- Tengo la misma enfermedad de mi hermano- confiesa.

-Pero tienes de vuelta la hierba de corazón para curarte- murmura colocando su barbilla sobre su cabeza, entre sus rizos que tienen aroma a coco y jazmín.

-No es la respuesta- la oye susurrar y puede sentir la humedad corriendo por sus mejillas y que humedece su torso, se separa de ella y le toma el rostro, viéndola surcada de lágrimas- Lo hice, bebí la hierba de corazón nuevamente, no hizo nada. No me curó, no detuvo la enfermedad y no se como detenerla- ella quita sus manos de su rostro y se aleja abrazándose a sí misma mientras se deja caer en la arena, el atardecer a comenzado a pintar el cielo de Wakanda- Lo intente todo, los fármacos, las dosis con la hierba de corazón, la hierba limpiadora. Hice todo y sigue avanzando.

Namor se sienta a lado de ella. Shuri descorcha el primer botón del costado de su vestido, dejando al descubierto parte de su hombro y su pecho. Namor mira su espalda junto con el hombro descubierto y ella le muestra los hematomas blanquecinos que adornan su piel y las arañas vasculares en medio de estas.

-He comenzado a perder la memoria. Hace dos días olvidé donde estaba y porque, no pude reconocer a Okoye ni M'Baku- el pulgar del hombre recorre los hematomas, sintiendo las ligeras protuberancias por la inflamación- y cuando trato de concentrarme, los dolores taladran mi cabeza, nada calma el dolor.

-Itzia...- susurra tomándola por los hombros, le da la vuelta y recarga su frente con la de ella- Debe de haber una cura, se que la encontrarás, eres la persona más inteligente sobre esta tierra- sin embargo ella niega con la cabeza.

-Ya no más - admite en voz baja- M'Baku tomará mi lugar, se convertirá en el rey de Wakanda, mientras yo intento encontrar algo.

-Volverás a ser tu, Shuri. Tu gente y ahora la mía, también buscarán una cura. Haré que mis científicos busquen la planta que salvó a madre, ellos lo buscarán- ella asiente con la cabeza con tristeza, Namor sabe que no la ha convencido, sin embargo, él sí está completamente convencido de que moverá todos los mares para encontrarla, no la perderá.

-¿Puedes prometerme algo?- Namor la mira con preocupación porque casi está seguro de saber que quiere ella y no quiere prometerlo, porque si lo promete entonces estará aceptando qué ella se irá - por favor- le pide con ojos suplicantes. Y el no puede negarse, asiente con la cabeza y ella toma de su bolsillo una pulsera de kimoyo de color beige, como perlas naturales, la coloca con cuidado en su muñeca. Namor puede ver los símbolos mayas- Cuando me haya ido...

-Shuri...- intenta detenerla sabiendo a dónde va pero ella niega con la cabeza.

-Lo prometiste- el asiento, cerrando los ojos un momento sin querer escuchar lo que va a decir pero los abre y la mira, sus esferas marrones se encuentran con las suyas- Cuando me haya ido, prométeme qué cuidaras a Wakanda por mi, y a mi familia. A Toussaint, prometeme qué no dejará qué le pase nada malo. Qué respetaras a M'Baku como rey y que si quemas a la superficie, Wakanda estará en pie.

-Shuri no te irás...

-Prométemelo- le interrumpió con voz firme- Prométemelo por favor.

-Lo... Lo prometo, princesa- dice acercando su frente con la de ella para sellar la promesa, las lágrimas vuelven a correr por su rostro y después de un momento la vuelve a abrazar, mientras se promete a sí mismo que no dejará qué se cumpla esa promesa, ella no se irá.





Ngaba uza kumxelela? (Xhosa) = ¿Se lo dirás?

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