Solo mío

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Beelzebub tomo en sus manos la cara de Tesla, su semblante serio no decía mucho, pero este abrió la boca para pronunciar "Eres mío Nikola, solo de mi pertenencia, no es así?" Hizo un tono lastimero en la última sílaba, dando la apariencia de un cachorro buscando un dueño aunque tal vez sea al revés.
Tesla cegado no dudo demasiado en decir que si aunque en su espalda recorrió un escalofrío, una advertencia que le daba su cuerpo ante aquel hombre.

Beelzebub era tétrico más el corazón de Tesla saltaba de emoción ante solo escuchar aquel nombre, muchos dirían que era reacción del miedo, Tesla siempre lo nego aunque tal vez más tarde no estuvieron equivocados.

Este día será perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora