Que tanto le va a hablar, Dioss- el dt de la selección hablaba con el mismo, viendo como un tipo charlaba muy animadamente con su esposa, en aquella fiesta con amigos a la cual asistieron los dos juntos.
El no se consideraba un tipo celoso, pero ya veía desde lejos las intenciones de aquel hombre que se encontraba con su mujer.
El anillo del dedo anular de su chica no se veía, ya que con las luces de colores y el vaso que sostenía de costado hacia que no se viera a simple vista. Y eso lo frustraba más.
Tensando su mandíbula, dispuesto a encarar al lugar donde se encontraban aquellos dos para así hacerle saber a aquel tipo que esa mujer tenía su hombre.
Estaba por moverse cuando escucho su nombre salir de una boca con una voz bastante conocida.
-Ey Lionel tanto tiempo- dijo acercándose un viejo compañero que jugaba con el en su tiempo de futbolista
-Ey Carlos, como andas- hablo saludando con un apretón de manos y un choque de hombros
-Bien, por suerte, vos como andas?-
Y estaba por hacer algo y me cagaste los planes.
-Bien, acá disfrutando un poco- respondió con una sonrisa
-Si, esta re lindo el lugar-
Se mantuvieron hablando por un rato bastante extenso. Después de un rato Lionel giro su cabeza para ver en que se encontraba aquella situación la cual no había podido interrumpir como le hubiese gustado. El quería marcar territorio, quería remarcar lo que era suyo.
Por suerte el hombre ya no se encontraba, y su esposa hablaba con dos chicas también esposas de amigos en común.
Bueno por lo menos se fue
Continuo en lo suyo, charlando con aquel ex-compañero. Solo que ahora la ronda de personas con la que se encontraba hablando se había extendido por varios amigos más.
Básicamente hablaban de cosas triviales. Contándose entre sí de sus vidas, hijos, mujeres, que hacían ahora y bastante boludeces que no llegaban a nada concreto.
La charla se puso bastante divertida, ya que estaban hablando de anécdotas que les fueron ocurriendo a lo largo de sus carreras de deportivas que ya se encontraban en un pasado, aunque lo recordaban con tanta alegría.
-Noo, se acuerdan cuando Luis le pego una patada a uno del inter y que se jodio todo, se levantaron todos los que estaban en el banco y eran golpes por todo lados, se metieron hasta los policías- dijo uno de los hombres que se encontraban allí
-Si, que me expulsaron- respondió el anterior nombrado
-No solo a vos, la ligue yo también y después la fecha que venia no pude jugar porque solo lo había empujado al alto ese- hablo Lionel riéndose de aquella anécdota
En esa ronda, compuesta por sus amigos que se encuentraban más o menos 8 ex-compañeros suyos seguían hablando.
El miró hacia la dirección donde anteriormente se encontraba su esposa, que se encontraba un poco alejada de donde el estaba. No buscaba nada, solo quería confirmar si se encontraba aún allí. Y si, ahí estaba solo que ahora con una sola amiga ya que la otra vaya a saber donde se fue.
Mala idea fue mirar para unos metros atrás de donde se encontraba la mujer. Estaba ese tipo descansando una parte su su espalda de la barra, mientras tomaba de una copa, mirándole el culo a su mujer. Esto le hirvio la sangre. Quien se creía para mirarla así, lo que más le molestaba era que no había gente atrás de ella que tapara la vista de aquel idiota, y tenía un perfecto plano de su cuerpo.