Un amor de fantasía

Capítulo 12

Llegó al instituto, estacionó la moto, la apago, se bajo, se quito el casco dejándola en la parte trasera de la moto con un tipo candado, entró al instituto, como era el capitán del equipo siempre tenia a chicas cerca y ni bien llegaba las chicas se le acercaban, el tan solo las saludo y se fue directo a la cancha donde ya estaban los chicos, los mira, se acerca a ellos que estaban sentados en las gradas.

—Aleluya por primera vez se tomaron algo sin que yo les diga noto que no andan ni con jaqueca ni con resaca hasta que aprendieron después de 15 regañadas supieron como sobrellevar una noche de fiesta y evitar ganarse otra regañada por parte del querido entrenado —dice con algo de sarcasmo lo último y se sienta en una de las gradas.—

Uy si queridisimo es el entretador demasiado —responde del mismo modo dicho— asi es mi querido amigo creo que ya por una ves en nuestras perra vida tenemos que hacer las cosas bien para evitar regaños y más si vienen del entrenador que nos da una clase de moral cada que nos regaña y prefiero evitar escuchar el discurso que me lo sé más que de memoria con decirte que hasta yo mismo soy capaz de darlo pero mejor cambiemos de tema —dice Alex—

—¿Qué paso con tus vecinas? te encontraste con alguna de ellas después de verlas por la ventana anoche mientras bailaban—pregunta de manera curiosa Eliot—y sin mentiras responde.

—Porque tanto importismo en esas chicas quizás ellas no quieran nada nisiquiera acostarse con nadie y tu estas buscándolas déjalas sanas—dijo Max, el casi no hablaba tanto era siempre incluido en el grupo sin importar que no hablara y a veces le hacían caso a lo que decía pero no siempre—.

—Ay vamos Max no seas así déjanos disfrutar un rato con ellas—espetó Alex—

—Si se le acercan lo único que recibirán es una bofetada de parte de ellas porque son populares y aquí en este instituto para nadie es un secreto que te has acostado con todas y después haces como que no las conoces ten en mente que no todas las chicas son iguales—dijo Max recordandole lo que todos en el instituto sabían.—

—Dirán que soy idiota pero esta ves estoy de acuerdo con Max, ya mejor cambiemos de tema estamos a 2 semanas de el campeonato y tenemos que entrenar más y estar más atento así que dejen de pensar en chicas por un momento—dijo Asher ya algo fastidiado de la situación—

—Estas evadiendo la pregunta que te hice Asher y aquí tu más que nadie sabe que eso no se hace aquí es una de nuestras leyes—dijo aquel chico recordandole sus reglas—.

—Si vi a una de ellas a la ex de Elias pero ni ella me dirigio la palabra ni yo a ella vivo desde hace años en esa casa y ella siempre a sido mi vecina pero nunca nos hemos dirigido la palabra ni cuando éramos pequeños ni ahora que ya somos adultos, hay esta la respuesta que tanto anhelabas—le dijo para de una vez por todas callarlo y concluir aquel tema—

Asher y Elina son vecinos desde que tenían 4 años, durante el trascurso de los años ninguno se dirigió la palabra y no es porque no quisiera ni porque no los dejaran, solo que cada quien estaba de su lado con sus cosas y así pasaron los años hasta la actualidad que aún siguen sin al menos decirse un "hola" a secas siendo vecinos de años.

—Okey, okey pero no te enojes solo fue una pregunta nada más tranquilo solo era simple curiosidad no más pero bueno—dice apasiguando lo que el empezo—eso ya no viene al caso.

Mientras tanto por el lado de Elina y Pia ambas estaban caminando por los pasillos conversando rumbo al curso el cual les tocaba recibir la primera clase del día.

—Ay vamos no vas a negar que tu vecino es guapo aparte se conocen de años no se como es que ustedes nunca se han dicho al menos un hola o un buenas noches tan serios son?—pregunta curiosa—parecen enemigos no vecinos.

—Si lo se pero así el destino lo quiso y ya eso ya no importa si?—la mira por un momento para que deje de tomarle importismo—el tiene su pareja y listo hasta aquí llego el tema—dijo concluyendo la conversación—

Llegan al salón entran y se sientan en sus lugares correspondientes poniendo las mochilas en el borde de la silla.