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"Cuando se ama a una persona se la ama tal como es, aunque no sea como uno quisiera que fuese."

–León Tolstói, Ana Karenina.


Mi madre siempre decía que era buena para soñar despierta, le tengo que dar la razón.

Es por esa razón que amaba leer. 

Imaginar escenarios, paisajes, planetas, civilizaciones. Las escritoras tenían una especie de superpoder. No solo creaban personajes, creaban un mundo entero, civilizaciones, hacer finales felices o destruir todo a su paso si querían, no era una jodida broma. Estamos hablando de algo grande aquí, pero como siempre estaba pensando otras cosas y no en la cuestión principal. Había terminado el mejor libro que había leído en mi vida ››Eso no es verdad‹‹ bueno bueno, había un poquitín de mentira ahí, siempre dacia lo mismo cada que terminaba un libro, pero en mi defensa cada libro que leía se volvía mi favorito ››en su momento‹‹ así que se podría decir que si era el mejor libro que había leído, hasta que leyera otro... 

¡Solo soy una pobre alma desesperada con un romance de libro! ¿¡Es mucho pedir?!

Suspire mientras frotaba las paginas del libro, si alguien pudiera entender la felicidad que me provocaba poder encontrar un libro tan bueno sabrían porque tenia tanta emoción.

Cerré el libro que tenia en las manos y lo coloque en el estante junto a la ventana. Era el quinto libro que llevaba de la semana. 

Bendito sea el momento que me desvíe para encontrar un baño al inicio del semestre.

Soy una persona propensa a ir al baño cada veinte minutos, o cada que una situación estresante se presentaba en mi vida, y si, se podría decir que yo era como esos perritos chihuahua que suelen ir al baño como si su vida dependiera de ello. Así que cuando mi vida dependió de ello, y por ello quiero decir cuando era inicio del semestre y el director había pedido que diera el discurso de bienvenida frente a padres de familia, docentes y media población estudiantil que esta en la edad de burlarse hasta por el tipo de mochila que usas pues si, fue una situación muy estresante en mi vida de adolescente. Normalmente mantenía un perfil bajo con mis profesores para evitar este tipo de situaciones, pero el año pasado había ganado un concurso de oratoria y esto me había puesto en foco de algunos profesores que preferían ahorrar su tiempo en dar un discurso para una bola de adolescentes que ni siquiera prestaban atención. Al terminar el discurso había salido corriendo tan rápido que solo pude escuchar a una chica preguntar qué me pasaba. Había corrido hacia los baños pero el del primer piso estaba fuera del servicio y el segundo no estaba aun abierto, que jodida broma. Estuve buscando un rato fuera del edificio hasta que vislumbre el que antes era el deposito de almacenamiento del antiguo gimnasio, encontré un baño que se podría considerar decente. 

Estaba a punto de salir del almacén hasta que descubrí una puerta y cuando la abrí no podía creer lo que veían mis ojos.

¡Eran cientos de libros! 

En cajas, en gavetas, en estantes en la pared, camine por la habitación tocando todos los libros que podía y leyendo cada título. Había encontrado el tesoro perdido que cualquiera lectora espera. Mi emoción era tanta que no me di cuenta que estaba brincando y sonriendo como loca que si una persona me viera creería que tengo algún tipo de enfermedad ››Tranquila Eloise, antes de que te internen y no puedas leer‹‹ 

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2023 ⏰

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