Capítulo 4

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Y dime Tiana, ¿que te hizo venir un martes a la cafetería?—dijo poniendo sus manos sobre la mesa en forma de jaro.

Estaba aburrida—dije.

¿Y todavía lo estás?—dijo sacándose una sonrisa del rostro.

No—dije.

Cuantos años tienes Tiana?—dijo y  sentí uno de sus pies tocando mis muslos lentamente.

Diecinueve y tu?—pregunte acercándome un poco más a él.

La cosa se pone caliente.

Veintiuno—dijo.

Frunci el ceño.

Tan joven y eres conductor —pregunté.

No todos tienen la vida hecha, Tiana—dijo ensanchando más su sonrisa.

Estaba a punto de decirle algo pero su móvil me interrumpió, lo miro con mala cara después suspiro y se disculpó para luego salir y contestar la llamada.

Yo aproveche ese momento para terminarme mi comida para irme cuando el llego y le dije que ya me iba.

Si quieres te puedo llevar, tengo el coche aparcado al lado—dijo señalando hacia una esquina fuera del lugar.

Asentí, el se fue a la mesa donde estaba el chico con el que vino para decir le algo al oído.

Cuando llegamos mire mi casa por la ventana.

Gracias por traerme—dije en un suspiro

No me des las gracias, soy tu conductor—avisó.

Asentí, estaba por bajarme.

Tiana—mi atención giro hacia él.

Si? —dije girando mi cabeza hacia el,haciendo que nos nuestros ojos se conecten.

¿Me podes dar tu número por si algún día quieres que te recoja de algún sitio? —dijo con unos ojos profundos que te desnudan con la mirada.

Lo pensé mucho, pero después asentí y le di mi número para luego llamarme y que yo lo tenga también.

Que tenga buena noche, Tiana—dice.

Igualmente Marc—dije bajando del coche.

cerré la puerta y me fui a casa escuchando el sonido del coche crujir por la carretera.

Una vez dentro, me sace los zapatos que me estaban matando.
Llegue a la cocina me encontré a los tres cenando,

Donde estabas? —dijo mamá al ver pasar detrás suyo.

En la cafetería—dije para abrir la nevera y cojer una botella de agua.

Dijo un drago, el alivio intenso de la agua fresca bajo con mi garganta.

Bueno, ya me voy a dormir—dije cerrando la botella.

Buenas noches—dije mamá ya que ni papá, ni Lucas me prestaban atención.

Subí a mi cuarto y entré a mi habitación.

Lo primero que hice dame una ducha bastante larga.

Cuando salí de la bañera escuche el sonido de mi teléfono reproduciendo die for you de the weekend.

No hacía falta que mirase el nombre, por que  nadie más me llamaba a esta hora.

Que pasa ahora?—dije poniendo el teléfono en altavoz.

Nada, solo que quería saber que te pondrás para la fiesta—dijo

LO QUE NADIE PENSÓ °en proceso°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora