spreen sabía que algo no andaba muy bien con su cuerpo. desde que despertó temprano en la mañana, sentía un calor casi insoportable y su cabeza dolía.
—¿estás bien, spreen?—preguntó shadoune en cuanto lo vio bajar las escaleras.—te ves raro.
—si estoy bien, solo un poco mareado.
aunque el calor que sentía aumentaba al igual que su dolor de cabeza, no podía permitirse descansar otro poco más o quedarse en casa, tenía muchas cosas que hacer al igual que sus amigos y compañeros de equipo.
así que solo lo ignoró mientras preparaba su desayuno de forma rápida para poder empezar el día cuanto antes.
no le gustaba perder el tiempo.
—buenos días, muchachos.—pudo oír a sus espaldas la voz adormilada de quackity.
[...]
en cuanto terminó su desayuno, subió las escaleras hacia su habitación en busca de lo necesario para poder minar. le gustaba empezar sus actividades del día minando en soledad o en compañía de shadoune.
pero hoy tendría que ir sin shadoune, ya que el francés debía acompañar a quackity.
al ser spreen y shadoune los dos más experimentados dentro de su equipo de cinco, debían encargarse de ayudar al resto. eran los vulnerables y el punto débil al que todos sus rivales apuntarían para dañarlos indirectamente.
cuando salió de casa con todo lo necesario dentro de su mochila, el dolor de cabeza había cesado casi por completo.
y aún sentía un leve calor en su cuerpo, pero nada que no pudiera tolerar.
mientras caminaba por el desolado bosque, no pudo evitar pensar que quizás estaba apunto de enfermarse. tal vez un resfriado.
el camino hacia una de las cuevas más alejadas fue tranquilo y silencioso.
disfrutaba del silencio y la tranquilidad, pero mentiría si dijera que no le gustaba también cuando iba acompañado por uno de sus compañeros de equipo. el camino siempre se hacía divertido y llevadero con uno de ellos.
cuando entró a la cueva (que parecía no estar explorada aún) sintió un calambre en su abdomen bajo. llevó ambas manos a su estómago, haciendo una mueca de dolor.
el calambre duró apenas unos segundos, pero fue tan fuerte que spreen sintió que sus piernas se debilitaban al punto de casi caer al suelo.
e ignorando aquellas señales, cometió el tonto error de quedarse a minar.
[...]
el calor dentro de la cueva era soportable, por lo que el hibrido de oso no lograba entender porqué estaba sudando tanto. su cuerpo temblaba levemente y sentía un calor extraño en su abdomen bajo.
no era común que se sintiera así.
llevaba alrededor de dos horas minando, por lo que tal vez ya era hora de volver. podría descansar un poco o simplemente hacer otra cosa para ayudar en la casa.
pero solo alcanzó a dar dos pasos cuando otro calambre llegó, siendo aún más fuerte que el primero. gritó de dolor mientras caía al suelo, sintiendo que sus piernas le temblaban al igual que sus manos.
su visión se volvió borrosa y podía sentir como todo a su alrededor parecía girar, mareándolo y provocándole náuseas.
su garganta se seco y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando el dolor en su abdomen bajo se volvió casi insoportable.
jamás había experimentado un dolor parecido a ese.
cuando sintió las lágrimas en sus mejillas, agradeció estar solo. no le gustaba que lo vean llorar, se sentía muy vulnerable.
intentó moverse para sacarse la mochila y poder tomar su comunicador, necesitaba de la ayuda de shadoune o cualquiera de sus compañeros de equipo para poder volver a casa sano y salvo. en este estado, no podría defenderse de nadie.
dejó salir otro grito de dolor cuando un calambre más fuerte llegó, sintiendo como si sus entrañas fueran apretadas sin piedad. dolía y mucho.
pero lo peor llegó cuando sintió una sensación extraña en sus piernas.
un líquido caliente y espeso chorreaba en abundancia por sus piernas temblorosas, causándole escalofríos. con un poco de esfuerzo llevó su mano derecha hacia la parte trasera de su pantalón, sintiendo la tela mojada.
—¿q-qué mierda?
el calor que en un principio se asentaba en su estómago, se extendió por todo su cuerpo rápidamente. una fina capa de sudor envolvió su cuerpo adolorido y tembloroso, provocándole incomodidad y aún más calor.
cerró sus ojos con fuerza, tratando de tranquilizarse para poder encontrar una solución.
pero de repente, un extraño olor llegó a él... y con eso, también una nueva sensación.
los calambres en su estómago cesaron, pero algo raro llegó a él. otro tipo de calor recorrió su cuerpo, a la vez que más líquido caliente y espeso corría por sus largas piernas.
estaba excitado.
parecía...
no... no podía ser lo que estaba pensando, debía estar equivocado. él era un beta, no un omega.
se presentó como un beta a los quince años, ¿por qué le estaba pasando esto ahora?
—¿hola? ¿hay alguien aquí?—una voz se escuchó a lo lejos, acompañada de pasos que parecían sonar cada vez más cerca. alguien estaba acercándose.—¿hola?
solo bastaron algunos segundos más para que el dueño de aquella voz finalmente apareciera frente a él.
roier.
—¿spreen?—preguntó al verlo en el suelo. la confusión en su rostro cambió a preocupación al ver su estado.—
¿qué te pasó? ¿qué tienes?cuando el castaño comenzó a caminar hacia él, su cuerpo reaccionó. sus piernas se abrieron solas y su entrada generó más autolubricante.
—¿quieres que te ayude? ¿tienes tu comunicador contigo?
en cuanto roier se acercó a él y se arrodilló en el suelo, su boca se cerró abruptamente.
—s-spreen qué...
—alfa.

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falso beta | sproier.
FanfictionF | donde spreen no es tan beta como piensa. • • • • • roier ! top spreen ! bottom