Capitulo 5 ( luna de miel)

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22 de mayo
• Narrador omnisciente •
1:36pm

Lando: déjame ayudarte con las maletas.
Dijo este ingresando al yate con una de las maletas de la pelinegra.

Para así después darle la mano, y ayudarla a subir de igual manera.

Leah: gracias, Te amo.
Dijo dándole un corto beso ya estando en el yate.

...

Ambos habían ya ingresado al yate, Lando se encargó de mostrarle el interior del yate a Leah, ambos estaban cansados de la fiesta.

La brisa marina acariciaba suavemente el rostro de Lando y Leah mientras navegaban a bordo del majestuoso yate privado. Ellos habían decidido pasar su noche de bodas en altamar, rodeados de lujo y belleza en todas sus formas.

La cubierta del yate brillaba bajo los primeros rayos del sol, decorada con velas y pétalos de rosas para crear un ambiente romántico. Lando, con su traje impecable, llevó a Leah de la mano hacia el jacuzzi situado en la popa del yate. Al sumergirse, las burbujas acariciaron suavemente sus cuerpos mientras brindaban por su amor con copas de champagne.

...

Landó llevó a Leah a la suite nupcial.
Al ingresar, quedaron maravillados por la elegancia y el lujo del lugar. Las sábanas de seda satinada invitaban a dejarse llevar por la pasión y el amor.

Ellos se miraron a los ojos, el deseo y la complicidad se reflejaban en sus miradas. Con cada roce de sus cuerpos, cada caricia y cada beso, el amor que compartían se intensificaba. Juntos exploraron cada rincón de la habitación, abriendo paso a la pasión que los consumía.

El sonido suave de las olas rompiendo contra el casco del yate los envolvía en un ambiente mágico. La música suave y melodiosa se escuchaba de fondo, fusionándose con los susurros de amor y los gemidos de placer.

El tiempo parecía detenerse mientras se enredaban entre las sábanas y se entregaban el uno al otro en un éxtasis de amor. El yate se convirtió en su propio universo, donde sólo existían ellos dos, fundidos en un baile sensual que sellaba su unión y prometía una vida juntos llena de amor y felicidad.

La noche avanzó y el amanecer llegó, trayendo consigo los primeros rayos de sol que se filtraban por las cortinas. Lando y Leah se despertaron entre risas y susurros llenos de promesas de amor eterno.

Después de disfrutar del desayuno en la terraza del yate, se abrazaron y contemplaron el horizonte juntos, sintiéndose agradecidos por el amor que compartían y por haber vivido una noche de bodas tan especial.

Landó y Leah se dieron el uno al otro en cuerpo y alma, sellando su amor en una mañana llena de pasión y romanticismo. Su historia de amor se había fortalecido bajo los rayos del sol y en el suave balanceo de las olas, llevándolos a un nuevo capítulo de felicidad y plenitud.
Aún que este no duraría mucho o si ?

El sol se elevaba lentamente sobre el horizonte, pintando el cielo con una paleta de colores cálidos y vibrantes. Leah y Lando aprovecharon el ambiente relajante y la brisa marina para brindar con champagne en la cubierta, celebrando el inicio de su aventura juntos.

Durante el día, el yate navegó por aguas cristalinas y calas escondidas, ofreciéndoles vistas impresionantes de la costa. Leah y Lando se maravillaron con la diversidad de la vida marina y se deleitaron con un refrescante chapuzón en el océano. Estaban rodeados de tranquilidad y belleza, disfrutando de la serenidad que solo el mar puede ofrecer.

Por la tarde, el yate atracó en una pequeña isla privada. Leah y Lando se adentraron en una playa de arena blanca, donde se relajaron bajo el sol y exploraron los alrededores de la isla de la mano. El chef privado del yate les sorprendió con una deliciosa comida gourmet que degustaron mientras admiraban las aguas turquesas que se extendían frente a ellos.

La noche trajo consigo una experiencia mágica para Leah y Lando. El yate navegó hacia un tranquilo fondeadero donde las estrellas brillaban intensamente en el oscuro cielo nocturno. La pareja disfrutó de una cena romántica a la luz de las velas en la cubierta, acompañada por el suave sonido de las olas y una brisa cálida. Se abrazaron mientras compartían momentos íntimos y promesas de amor eterno para el futuro.

El segundo día de la luna de miel llevó a Leah y Lando a nuevas aventuras acuáticas. Se embarcaron en una emocionante sesión de esnórquel, explorando el fascinante mundo submarino lleno de corales coloridos y peces tropicales. También participaron en actividades como el kayak y el paddleboarding, disfrutando de la adrenalina y la diversión mientras se deslizaban sobre el agua.

Más tarde, el yate los llevó a una paradisíaca laguna, rodeada de altas montañas y exuberante vegetación. Leah y Lando se sintieron como los únicos habitantes de este rincón del paraíso y aprovecharon para relajarse en una hamaca suspendida entre dos palmeras. El tiempo parecía detenerse mientras se entregaban a la serenidad de su entorno.

En la última mañana de su luna de miel en el yate, Leah y Lando se despertaron temprano para presenciar un amanecer de ensueño en alta mar. Mientras el sol se elevaba majestuosamente sobre el agua, ellos se abrazaron y prometieron mantener vivo el amor y la magia de esos tres días inolvidables.

A medida que el yate se acercaba al puerto para poner fin a su viaje, Leah y Lando sabían que llevaban consigo recuerdos preciosos y una conexión aún más profunda. Su luna de miel en el yate había sido una experiencia única y maravillosa, llena de romance, aventuras y momentos de complicidad.









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Espero les guste
Y se viene lo bueno en los siguientes capítulos
Intentaré actualizar pronto
Cuídense mucho
🫶💕✨

La llamada - Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora