🫐#° Capítulo 05

82 9 2
                                    

• Día (031/500)

Estaba en el cuarto de fotocopias, sumido en mis pensamientos, imprimiendo varias estadísticas de ventas como favor, a pesar de que no era mi área, cuando Paul entró inadvertidamente.

- Hola... - Saludó suavemente dejando sus papeles sobre la mesa al lado de la fotocopiadora.

- Hola... - Contesté incómodo por la conversación de hace dos días luego del karaoke.

Colocó un par de papeles sobre el escáner de la máquina, presionó algunos botones y esperó a que las copias salieran.

Los papeles impresos comenzaron a salir mientras que el cuarto estaba en completo silencio con excepción del sonido las máquinas, se abrazó a sí mismo pensativo y cruzó mirada conmigo por un segundo.

Lo miré, él me miró. Nadie dijo nada. Dió unos pasos lentamente aunque sin previo aviso acercándose a mí.

Me miró fijamente unos segundos estando cerca, pestañeó haciendo que sus ojos captaran toda mi atención.

"Qué extraño" Pensé.

- ¿Te puedo ayudar en alg... - No pude terminar la pregunta porque unió sin anticipación alguna sus labios con los míos. Cerré mis ojos instantáneamente. Textura aterciopelada, sabor a jarabe de fresa. Puse mis manos alrededor de su cintura y él puso las suyas alrededor de mi espalda y hombros. Un beso tan intenso que casi olvidé respirar el tiempo que duró.

Nuestros labios se separaron, suspiró suavemente, se alejó de mí evitando el contacto visual mirando hacia el piso o la pared, casi como si estuviera avergonzado de algún modo.

El sonido de la fotocopiadora tiritando disipó nuestra escena tan rápido como surgió. Finalmente dió unos pasos hacia atrás y recogió los papeles que necesitaba.

Me lanzó una última mirada que reflejaba emociones entre la duda y la ternura y salió por la puerta sin despedirse. Estaba incrédulo, parecía ser el tipo de cosas que solo ocurren en las películas y la sensación de besarlo solo era comparable a como se narraba en los libros. Sonreí bobamente.

. . .

• Día (032/500)

Tocan a mi puerta, fuertemente y rápidamente. "No podría ser Paul quien toque así" pensé, extrañado fuí a abrirla sin antes ver quién era por el picaporte.

— ¡No jodas, John! Es el tipo que te obsesionó por semanas. — Entró diciendo Stuart sin escatimar en el volumen de su voz.

— Cállate — Dije en el tono de voz más bajo que podía — No estaba obsesionado, no digas idioteces.
"Bueno, quizá solo un poco, es solo que él es muy lindo, no es mi culpa ni mi elección..." Pensé para mis adentros

— Hace unos días estabas chillando con que no había posibilidades de nada y ahora mírate... — Stuart abandonó su tono histérico por uno bromista, guardó silencio unos segundos — ... ¿Ya se acostaron?

— No... - Dije poniendo los ojos en blanco.
— ¿Te hizo un trabajito?
— ¿Qué?
— ¿Con la boca o con la mano?
— ¡No! Estoy desempleado... en ese sentido... — Me callé — Lo Besé, Stu.

— No quieras tomarme el pelo, soy tu mejor amigo... — Stuart río luego de unos segundos — Soporté tus lloriqueos cuando él, quien sea que sea, no te hacía caso, ni cinco de bola.

— Pero las cosas cambiaron en pocos días...
— Al menos podrías ser más rápid-
Shhhh — Lo silencié, cuando escuché que tocaban la puerta nuevamente, está vez con solo tres golpes calmados.

Caminé los pocos pasos hasta la puerta y la abrí, era Paul como lo había supuesto. Sonrió cálidamente - Hola... - Saludó finalmente.

- Hola, Paul... - Saludé, invitándolo a pasar. Paul dió unos pasos, encontrándose con Stuart.
- ¿Qué tal?... - Habló incomodamente Stuart.
- Bien... - Se quedó callado y volteó a verme confundido. - ¿John?
- Ah... Paul, él es Stuart, fue un amigo de la facultad, vino de improvisto...

— Hola, soy Paul... — Dijo asintiendo con la mirada.
— Soy, Stuart, un gusto...
— Es un placer conocerte...
— Igualmente, eh, sí, ya es tarde y tengo que hacer cosas, me despido — Dijo Stuart, mientras se dirigía a la salida — Imaginen que nunca vine... John, recuerda lo que te dije de ser rápido y si llega a haber algún trabajito...

— ¡Ya! ¡Gracias, Stuart, adiós! — le abrí la puerta para que se fuera.
— ¡Bien! Tengo cosas que hacer, claramente muy importantes. — Stuart carcajeó para sí mismo antes de irse.
— Sí, adiós. — Cerré la puerta detrás de mí.

Paul miró la escena con el gesto ligeramente confundido pero aún manteniendo su semblante sereno e incluso tenuemente alegre.

— Ah, sí — Me rasqué la nuca con nerviosismo — Es un viejo amigo, vive aquí a un lado. Si escuchaste algo de lo que dijo antes de que...
— ¿Mhm? ¿Escuchar qué? — Dijo Paul un poco más confundido que antes con una radiante sonrisa nerviosa.

— Nada... Olvídalo — Dije luego de sacudirme un poco la cabeza y sonreír — ¿Ya nos vamos? — Dije y volví a abrir la puerta.

— Sí, ya estoy impaciente, perdón, hambriento...

. . .

Una actualización pequeña para que sepan que no me olvidé de esta historia.

«500 Days Of Summer» - McLennon/Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora