Vas al instituto a estar con gente que supuestamente conoces pero con los que nunca has tenido una verdadera conversación o al menos no una demasiado profunda o cómoda, vuelves a casa y haces aquello que hubieran mandado ese día para después simplemente sentarte frente al ordenador para ver cualquier cosa en internet o poner música aleatoria que te permita desconectar tu cerebro durante un tiempo.
Realmente nunca has tenido ningún problema grave durante este tiempo y se puede decir que tienes "amigos", pero por alguna razón nunca has sentido que encajaras del todo con el resto de tus compañeros. Socializar no es algo que se te diera del todo bien porque algo que jamás lograste es meterte en la cabeza es que no puedes caerle bien a todo mundo.
Sobreexplotar tu mente con situaciones inventadas que probablemente nunca pasarán es algo que sueles hacer a menudo, a veces es divertido pero otras acabas por hacerte sentir mal a ti mismo porque sabes que no serias capaz de hacer esas cosas en la vida real.
Por supuesto el tener que pensar muy bien que decir en cada situación y con quien es algo bastante común en tu día a día, pero sueles ponerte nervioso y acabar diciendo cualquier tontería, que a pesar de tener sentido para ti en un primer momento, acaba provocando que te arrepientas prácticamente al instante, ya que sientes que la otra persona piensa que lo que has dicho es raro o que le has caído mal.
Algo con lo que siempre has vivido es con esa sensación de que todos te miran y te juzgan constantemente sin importar lo que hagas o lo que digas. Quizás es algo con lo que se pueda vivir, bueno, de hecho lo es, pero algo demasiado común, para tu desgracia, son las maravillosas exposiciones que a menudo se realizan en las clases, esto no es nada malo si sabes desenvolverte bien frente a un público, pero cuando tienes esa sensación de ser juzgado, te entra un miedo en el cuerpo que es realmente insoportable. Primero tu mente empieza a entrar en pánico creando escenas sobre todo aquello que puede salir mal, después comienzas a sentir como tu corazón empieza a acelerarse provocando que tu respiración se agite y tu cuerpo no quiera aceptar aire en tus pulmones, tus manos y piernas empiezan a temblar incontrolablemente, y por último esa sensación tan desagradable, comienzas a sentir ese conocido escozor en tus ojos que te avisan de las amenazantes lágrimas que están luchando por no salir, pero que para que engañarnos, siempre acaban deslizándose por tu cara sin que puedas frenarlo.
Una vez que tienes un mínimo conocimiento sobre ti mismo pueden pasar varias cosas, una de ellas es que te bloquees y te ancles como si tu vida fuera en ello a la silla clase y tus compañeros se te queden mirando, en esa ocasión tu mente me dice que ahora todos deben estar pensando que soy un llorica y que menos mal que no me tienen en su grupo (que esa es otra, las jodidas exposiciones en grupo). Por otra parte puedes echarle un par de huevos a la vida y plantarte delante de tu clase para al menos intentar hacer algo decente, pero a penas pasa, porque empezarás de nuevo con lo mencionado anteriormente y te pondrás a tartamudear, querrás empezar a llorar y saldrás huyendo de clase como un cobarde. Pensar con qué cara se deben quedar tus compañeros no es algo que te haga especial ilusión.
No es algo demasiado agradable. ¿Verdad?
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Sensación del miedo escénico
Non-FictionEsto lo he hecho por aburrimiento y más o menos basado en mi criterio personal, soy consciente de que cada persona lo vive de una forma diferente :)