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La puerta se abrió alertando a las esponjosas orejas de Harry.

—hazzie, ven acá— la voz Carolina retumbó por el pasillo, estiró sus patitas antes de ponerse en marcha.

Apareció en la sala caminando de forma tranquila y elegante hasta que su esmeraldas se enfocaron en cierto gato de ojos azules, el cual ni bien lo vio movió su larga cola y camino a su encuentro al igual que él. Cuando estuvieron frente a frente, Louis empezó a frotar su cabeza con la suya en forma de saludo haciendo a hazz ronronear.

—hola, cariño.

—hola, Lou.

—¿Cómo has estado, amor?

—bien. Carolina me compro este nuevo collar. ¿Te gusta?—pregunto con ilusión en sus ojos mientras movía su cabeza para que el lazo de color rosa bebé se pueda apreciar mejor.

—se ve hermoso en ti, hazzie. —los ojos de Louis estaban cargados de cariño al igual que sus palabras, siempre era así cuando veía a hazz.

—gracias, Lou. ¿Y a ustedes cómo les fue?

—estuvo bien, los abuelos tienen un mucho espacio donde jugar, hay un bosque atrás de su casa, fuimos con ahí y fue muy divertido.

—ya veo.

—¿Cómo estuvo el viaje? —pregunto la niña mientras le daba a Alex unas galletas de chocolate que había hecho ella misma.

—fue divertido, hace un tiempo que no íbamos a la casa de mis abuelos. Creo que Louis se divirtió mucho explorando el bosque.

—¿Bosque? ¿No es peligroso?

—un poco.

—bueno, me alegra que estén de vuelta. Hazzie extraño mucho a Louis, no me lo dijo claro, pero no lo sé, se notaba que si.

—es cierto, Lou también, se han hecho buenos amigos estos últimos dos meses.

—sí, al igual que nosotros ¿no? —rio un poco la chica

—tienes razón, al fin y al cabo las mascotas se parecen a sus dueños.— el chico de rubios cabellos no se había dado cuenta de la inocente insinuación que hizo. Pero Carolina sí.

—Uhm, supongo que sí, en ciertos aspectos— comento con cierto cuidado.

—claro que sí, por ejemplo hazzie es tan elegante como tú, con un aspecto tan delicado y suave; mientras que Louis es descuidado y algo travieso, como yo, o eso dice mi mamá.— el niño sonrió hacia su dirección con diversión en el rostro, las mejillas de la niña se volvieron rojas de apoco mientras veía con cierta envidia como el chico sonreía despreocupado sin saber lo que había provocado en su pequeña corazón.

—s-sí, bueno, bueno vamos al parque.

Al igual que su dueña, hazz estaba sonrojado, pues luego de hablar un rato con el gato café, se dedicaron de escuchar la conversación de sus jóvenes dueños.

—así que…¿Me extrañaste?

—sí, lo hice—comento de manera tímida el gatito blanco haciéndose pequeño mientras se envuelve a si mismo con su esponjosa cola.—¿Tú me extrañaste?

—claro que lo hice, las aventuras no se comparan con tu dulce compañía.

—chicos, vengan, vamos al parque. — ante el llamado ambos gatitos salieron por detrás de sus dueños, el gatito blanco tan tímida como su dueña.

Al llegar al parque los mininos fueron liberados mientras que los jóvenes acomodaban la manta en el césped para sentarse y comer unas galletas.

—bueno, supongo que no fuimos los únicos en extrañarnos, menos los únicos en tener sentimientos al otro. —Louis lamía sus patas mientras hazza estaba acostados justo a su lado con el cuerpo de Lou alrededor de él, protegiéndolo.

—sin duda han sido las palabras más refinadas que has dicho, Lou. Pero tienes razón—suspiro suavemente mientras frotaba su cabecita contra el cuerpo del gatito café.—crecen tan rápido—dijo con diversión, al recordar las frases de su mamá, y por un momento su pequeña mente jugo de más y empezó a imaginar a ese lindo gato de pelaje café junto a pequeños gatitos de color café y blanco jugando a su alrededor.

a kitten stole my heart [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora