Mi Hermoso Omega

CAPITULO 11:

El sol comenzaba a salir y los pájaros a cantar
Será que nuestro omega se quiera levantar?.

El omega azabache se tapó completo cuando la luz del sol penetró su nueva habitación, la inauguración terminó tarde y estaba exhausto, además de que persiguió a Karin durante dos horas cuando le quito el último de sus tomates y eso era algo que no iba a dejar pasar.
Se paró de la cama y se encaminó al closet, al abrirlo sus ojos se abrieron sorprendidos y lo cerró rapido; el no se iba a poner ese uniforme era un sacrilegio. Suspiro, esto tenia que ser una broma, ese era el uniforme más denigrante para su persona, fruncio el ceño y suspiro resignado tendría que ponérselo.
El uniforme consistía en una falda plizada color gris que llegaba a las rodillas, una camisa ajustada al cuerpo, mangas tres cuartos algo abombachadas y del mismo color que la falda, también traía un cinturón azul donde la hebilla era plateada y con el símbolo de Konoha, además de unos zapatos igualmente azules.
Se miro al espejo y arrugó la nariz, estaba acostumbrado a usar los kimonos hasta el piso pero no una falda tan corta en su opinión, se sentía muy incómodo.
Al salir de su habitación se topó con Neji y Gaara, al parecer lo habían estado esperando además todavia era temprano, Gaara traía el mismo uniforme pero Neji traía encima de la camisa un chaleco verde y  encima el cinturón. Empezaron a caminar en dirección a sus aulas que lastimosamente les había tocado separados.
Suke sentía la mirada de todos sobre ellos y más la de los alfas, tenía ganas de gritarle pero debía mantener un buen carácter.
-Suke no estés tan tenso, tenemos que dar lo mejor de nosotros por mamá, además si alguien te molesta dile a Kubuto estoy seguro de que le gustará patear sus traseros- dijo el oji-perla en un tono divertido y que lo hizo reír sobretodo porque sabía que era verdad
Cuando llegó a su aula sintió la mirada de todos los que estaban ahí, se sintió muy intimidado por tantas miradas y quería salir huyendo de ahí  pero recordó lo que alguien le había dicho tiempo atrás -"Levanta la cabeza, ojos serios, camina recto y no mires a nadie, recuerda que tu no eres cualquier omega para que te intimiden"- y tal cual lo recordó así lo hizo, busco un lugar y se dirigió allí.
Seguía sintiendo las miradas pero el solo se dedicaba a ver por la ventana que tenía a lado. Se sentía demasiado incomodo asta que escucho un gruñido de alfa, volteo y vio a un Alfa rubio mirando amenazante a los demás. Sintio a su omega interno feliz y ronroneante por aquella muestra de respeto. 

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Naruto se levantó como de costumbre y se puso el uniforme que consistía en un short y una camisa manga larga  color gris, un cinturón azul con una hebilla plateada con el símbolo de su imperio.
Salió de su habitación y se encontró con su mejor amigo Shikamaru, que al igual que el era un Alfa -Al fin sales Naruto, ya iba a entrar a jalarte  de las orejas- hablo el de cabello de piña mientras empezaba a caminar
El rubio solo le dio una típica de sus sonrisas mientras se rascaba la nuca - Lo siento, De veras- grito un poco para salir corriendo detrás de su amigo. 

Durante el camino habían estado escuchando a varios alfas hablar de unos omegas, cosa que hizo enojar a Naruto puesto que hablaban de ellos como si fueran objetos, que si no fuera por Shikamaru los habría golpeado; pero aun así sintió curiosidad por saber quienes eran los omegas de los que tanto hablaban. -Oye Shikamaru, como crees que serán esos omegas?, todo el mundo habla de ellos y la verdad me esta molestando un poco- hablo sin mas, el pelinegro también se quedo pensando, era cierto que casi todos hablaban de unos omegas pero era difícil saber si eran los mismos o diferentes así que no podía sacar conclusiones apresuradas -Tal vez no sean los mismos, pero si ya se esta volviendo fastidioso- concluyo mientras buscaban un lugar donde sentarse, seguian hablando de cosas sin sentido hasta que llego una de sus amigas -Hola chicos, ya vieron a los omegas de los que están hablando?- pregunto una alfa pelirosa muy curiosa, los chicos iban a contestar hasta que escucharon a un grupito decir "ahí viene el omega" voltearon rápido y sin disimular, eran unos chismosos, al hacerlo vieron a un omega de cabellos negro, ojos del mismo color y piel blanca, sus facciones eran finas y delicadas con un aroma a vainilla, Naruto quedo embobado y sorprendido, hasta que se dio cuenta de el ligero toque de incomodidad que había en el aroma del omega, y sin darse cuenta gruño haciendo que los demás voltearan a otra parte. Volteo a ver a el omega a ver si se encontraba bien y vio la sorpresa en esos ojos oscuros, lo único a lo que atino fue a sonreirle, tal vez podría llevarse bien con el omega bonito.