Aventura infantil bajo la luz de la luna... (parte 1)

303 10 3
                                    

Una vez más, con la vista al cielo, Jack le imploró a la luna. Aún no era un guardián, no estaba ni cerca de serlo. Su corazón se estremecía en su pecho. El frío era tanto....

Llamó al viento, y buscó elevarse con él, cada vez más rápido, haciendo movidas más arriesgadas. La adrenalina lo hacía divertise. No tenía con quién más jugar, así que se decidió a hacer eso.

Lo único que consiguió, fue un moretón en su cabeza. se llevó su mano helada a la cabeza, para parar el dolor del chichón, y volvió a mirar a la luna, subiéndose a la cornisa con la que se había chocado.

-¿Por qué yo? ¿Qué quieres que haga?...... ¿Por qué... tengo que ser yo.... y sólo yo?

La luna no le respondió. No le había dicho nada desde su nombre. Pero él le seguía hablando ¿Por qué? Porque era la úncia que le había hablado alguna vez.

Sintió un impulso irrefrenable y empezó a subir al techo, correr por el, hasta llegar al otro lado, y , saltó al viento, pidiéndole que lo llevase a un sitio divertido.

Entonces, le pareció escuchar "Te llevaré a un sitio más que divertido"-

Por primera vez, no pudo controla el viento: era arrastrado por el gélido soplo que lo llevaba a la luna a la velocidad del rayo.

La luna se agrandaba a pasos agigantados. Se hacía más y más grande y absorvente, y a su alrededor ya no parecía haber más oscuridad. Sólo esa luz plateada, fría y acogedora.

***

Elsa, de Arrendelle, que hacía poco había congelado (o casi) la cabeza de su hermana Anna, estaba temblando en el balcón de su habitación.

Se abrazaba, y frotaba los costados, como si el temblor se debiera al frío. Pero, en su fuero interno, ella sabía que solo se debía al miedo de contener en su interior "algo" que no podía controlar, que no le obedecía más, y que exponía al peligro a sus padres y hermana. Los más importantes en su vida.

Le dolía y le daba miedo... y antes de darse ecuenta, la tormenta incesante de su interior hacía "llover" sus ojos Las pequeñas lágrimas se congelaban al instante, a un ritmo que no era natural.

Levantó la vista a la luna. Era la única que había visto sus lágrimas tantas veces, que ya ya era casi su amiga.... si tan solo...

-Aunque sea un día estaría bien.... aunque sea un rato pequeño.... quiero.... quiero dejar de llorar, y jugar con Anna como antes...

Viendo la luna, lo notó: había un pequeño unto negro que se recortaba contra la silueta plateada. Y ese punto se hacía más grande. En seguida, supo que ese punto la asustaba.

¿Qué era? Claramente, no un pájaro. Los pajaron en Arrendelle, eran casi inexistentes, y sólo aparecían durante el verano... Y de todas formas, esa ya figura era más grande que cualquier pájaro del que hubiese escuchado.

Ya más agrandado, empezó a distinguir... ¿eso era pelo blanco? ¿¿y hombros?? ¿¿y... tenía manos... que sujetaban algo?? "E-esperen...", pensó ella, "¿¿eso que vinene volando es un chico??"

-¡¡WAAAAAHHHHH!! ¡¡BÁJAME, VIENTO, ESTO YA NO ES DIVERTIDO!!... ¡¡POR FAVOR!!

Cuando ella llegó a escuchar eso, confirmó dos cosas: si, era un chico, y si no hacían nada, ¡se estrellaría contra ella en el balcón!

Su primer impulso, fue crear una barrera de nieve suabe, para protegerlo de la caida.... pero repentinamente, recordó lo que había pasado con Anna, y quedó paralizada.

Y cuando otro grito de él la llevó a la realidad, era ya tarde para intentar cualquier cosa. Cerró los ojos, y apretó los dientes, lista para recibir el impacto.... que nunca llegó.

Bajo la luz de la luna-FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora