1
-Vaya, no creía que realmente tú, el mismísimo Bruce Wayne, el más grande y triste huérfano de Gotham terminara en un lamentable correccional de menores. Parece que quedarte completamente solo te hizo daño.
Menciono un chico castaño, con lentes, de aproximadamente 14 años de edad el cual se encontraba recostado en una cama que se encontraba en una pequeña, pero muy pequeña habitación la cual solo tenía una ventana pequeña donde entraba un poco de luz, también había otra cama así que se podría deducir que aquella pequeña habitación era para dos personas. El castaño menciono lo anterior mientras volteaba la cabeza a la otra cama la cual se encontraba al lado contrario de la suya.
- Ahg - Gruño el chico que se encontraba en la otra cama, el chico era más alto que el otro, tenía piel pálida y cabello negro, tenía unos 14 años al igual que el otro chico. No se veía muy amigable y estaba algo molesto.
- ¿Y que hace aquí? Ohhh gran idiota huérfano - Menciono en un gran tono burlón y entre una pequeña risa.
- ¿No tienes nada más que hacer pequeña rata estúpida? - Expreso ya irritado de su compañero de habitación.
- Digamos que no, ya tiene algo de tiempo que no hablo con alguien y tú eres el único aquí así que... por cierto, ya tenía que estabas allí acostado y no hablabas, me empezaba a preocupar, pensé que tendría a un mudo de compañero, ¡Que suerte tengo! - El castaño sostenía una gran sonrisa y un tono burlón mientras ponía sus brazos abajo de su cabeza para apoyarse en ellos.
El otro chico simplemente se voltearía a la pared y se taparía la cara con una almohada mientras refunfuñaba.
- Ahg, que aburrido, supongo que un compañero no hará gran diferencia entre estar solo o no - Susurro mientras volteaba sus ojos.
Un gran silencio vacío inundo la habitación en la que encontraban los dos jóvenes.
- Estaba defendiendo a alguien y no termino muy bien así que termine aquí, ¿Y tú? - Respondió para después quitarse la almohada de la cabeza.
- Ja, que estúpido ¿Pero que se esperaba? - Después guardo un pequeño silencio que significaba que quería ignorar la pregunta del contrario, aunque aun así respondió - Robe algunas tarjetas de crédito y tal vez llegue a golpear a uno que otro niño que trataba de molestarme -
- Oh... ya veo - El chico volteo al otro lado y se levantó de la cama para mirar un poco en la pequeña ventana y el sol estaba saliendo, iluminando un poco más la habitación -
- Supongo que ya será hora del desayuno - Soltó una risa y después una pequeña alarma sonó.
Se abrió una pequeña rejilla por la puerta y de ella entraron dos platos de comida los cuales tenían cubiertos y platos de papel, cada uno de los chicos agarro un plato con comida y después el chico de cabello negro vio al castaño con una cara de confusión.
- Pensé que iríamos al comedor que vi mientras venia para aquí, ¿Si vamos a comer en la habitación porque esta ese comedor?
- Oh, claro que comen en ese comedor, todos los de aquí, menos yo, según soy alguien muy peligroso, creo que por algo te metieron conmigo, supongo que hiciste algo muy malo.
- Pero las razones que me diste para que estes en el correccional de menores no sonaban tan graves - Miro al castaño tratando de buscar alguna respuesta del contrario.
- Pero para terminar en una habitación solo, tratado como un criminal muy peligroso, hubo otra razón, podríamos decir que la última vez que comí en el comedor no término de una manera muy agradable para unos niños que estaban molestándome en mi pequeño almuerzo.
- ¿Entonces estaré aquí encerrado contigo durante todo el día? - Menciono para después comenzar a comer antes de que su comida se enfriara -
- Todo el día si, pero en la noche no, ya que logre hacer un trato con los de la correccional de menores para que me dejaran salir al patio al menos una vez al día, pero deberá de ser mientras todos estén dormidos, ya que no les gustaría que me pele con alguien, también tendré que salir con vigilancia de algunos guardias, no quieren que me escape otra vez - El chico tiro su comida junto a los cubiertos y el plato por la ventana de la habitación mientras sostenía una cara de asco.
- ¿Otra vez? - El chico simplemente alzo una ceja en forma de duda.
- See... - Un pequeño silencio de incomodidad se presenció - ¿Sabes algo bueno? Para compensar las horas que estoy encerrado aquí dentro la salida del patio puede durar lo que quiera, hasta que los demás chicos se despierten.
- Eso es bueno, supongo.
- Creo que como tu estas aquí conmigo, también podrás salir al patio durante las noches.
2
Pov: Chico de cabello castaño.
Las horas pasaron tan rápido como el día y solamente me la pase hablando con mi nuevo compañero de habitación, yo ya lo conocía, el gran niño millonario el cual se quedó sin padres y después se quedó sin quien cuidara de él, estaba completamente solo ahora mismo, me daba una gran pena, pero tenía mis razones para odiarlo, él nunca me hizo daño directamente pero su padre sí.
Sonó una campana que indicaba que ya era hora de dormir, pero para mí era la hora de salir un rato, vi la puerta abrirse y un guardia, salí de la habitación y el huérfano solo estaba sentado en la orilla de la cama, yo lo volteé a ver y se veía un poco desanimado - ¿No quieres venir? - El chico solo movió la cabeza de arriba hacia abajo para indicar que sí y después se levantó de la cama y salió también de la habitación.
Mientras caminábamos por el pasillo para salir al patio el guardia me volteo a ver - Esta vez solo podrás estar 2 horas en el patio - Yo sabía que si preguntaba algo no me respondería así que solo me aguante mis ganas de reclamar.
Salimos al patio y esta vez el cielo tenía más estrellas que lo normal, me senté en el pasto y solo vi el cielo con su oscura noche tan hipnotizante, a lo que el otro chico se sentó junto a mí. Las estrellas brillaban tanto que mis ojos brillaban también, la luna alumbraba todo el patio y el en el cielo se podrían notar tonos bellos de azules, era tan hermoso.
- ¿Te gustan las estrellas? - Pregunto volteándome a ver a mis ojos brillosos.
- Si, son muy lindas y hoy más que nunca - Respondí sin despejar mis ojos del cielo.
- ¿Y cuál es tu nombre?
- Edward Nashton
Una pequeña noche en un silencio que no era incomodo ni vacío.