redacción ୨୧ kookgi

☆ ; ocho.

Al día siguiente. Yoongi decidió llevar el lápiz de my melody que ya tenía. Como ya tiene uno nuevo... No hacía mal llevar el viejo y usarlo cuanto quisiera.

Y sí... el que le dio Jeon se queda en casa sano y seguro sólo siendo usado en dibujos específicos.

Vio a Jungkook a lo lejos, hablando con Park Jimin. Lo recuerda, había tratado de acercarse a él pero, obviamente, lo trató mal y se rindió.

Recuerda también a Jung Hoseok. Había acabado de quedar sordo cuando el pelinaranja se acercó a hablarle, sabía que era por pura pena así que le mandó dejarlo en paz. Duró bastante tiempo tratando de ser su amigo, pero después de dos meses intentándolo... sólo le saludaba a lo lejos.

Jeon lo vio y pudo ver la alegría en sus ojos oscuros. Este le dijo algo a sus amigos y vino en su dirección con una sonrisa que mantuvo al pálido distraído de todo a su alrededor.

Se sorprendió al ver que el peliazul aprendió a decir otra frase en libras.

¡buenos días, Yoonie-hyung!

El castaño evitó sonreír al levantar sus manos y hacer lo mismo. Jungkook sacó de su bolsillo el bloc y el bolígrafo.

"¿te gustó mi regalo?"

"Por más irreal que parezca, sí. Me gustó"

"¡eso me alegra tanto, Hyung!

"Bien, maníaco popular, dile Hola a tus fans que yo me voy a la sala"

Jungkook vio a los alumnos mirándolo como si fuera carnada. Todavía no se acostumbra a eso de "popularidad".

Vio la espalda de Yoongi y corrió detrás de él.

Había algo diferente en su Hyung. Le había medio sonreído y no le miraba con ignorancia ni ganas de darle en la cara...

«Ya... ¿no me odia?»

Sonrió y le tomó de la mano haciéndolo parar. Aprovechó y lo abrazó por detrás, paralizando al castaño que no entendió ese gesto, se le aceleró el corazón.

«¿qué haces, maníaco popular?»

Se cuestionó sintiendo los brazos fuertes a los costados se su tronco. Volteó a mirar a su hombro para encontrarse con los ojos un poco cerrados de Jeon por la gran sonrisa que tenía estampada.

¿qué dijo o hizo para que este loco se pusiera así de feliz de la completa nada?

Por algún motivo, le gustó ese abrazo y las ganas de empujarlo, se dispersaron. Jungkook es demasiado para él.

Jungkook no era consciente de que estaba abrazando a Min Yoongi, el amargado sordo que odia a todos y que milagrosamente no lo ha pateado. Eso lo alegró más.

Su abrazo no había sido rechazado.

Yoongi le tocó la mejilla con la yema de sus dedos y lo encaró neutral. No estaba ni enojado ni ignorante, sólo normal.

Aflojó su agarre y Min solamente se dio la vuelta para encararlo. Jungkook no dejaba la sonrisa y eso hacia que mariposas revolotearan en el estómago del sordomudo.

«Por favor, que sea dolor estomacal...»

Pensó mirando demasiado tiempo el rostro de Jeon de cerca. Demonios que lo dibuja a la perfección, no se le escapó ningún detalle. Está todo... menos esas pupilas dilatadas y la cicatriz casi invisible en su mejilla.

Ambos estaban tan sumidos en sí mismos que no vieron que todos tenían sus ojos bien abiertos y las mandíbulas casi tocando el suelo al verlos así de íntimos.

Porque claro; era el amargado sordo y el chico popular.

Finalmente: Jeon lo soltó. Yoongi estaba avergonzado por ver que eran el centro de atención. Jungkook notó su incomodidad con eso y le tomó la mano para llevarlo al salón de clase.

El pálido apenas se dejó llevar. Aprovecharía y hablarían de la redacción.

Llegaron y la clase estaba medio vacía aún. Yoongi se sentó y Jungkook se quedó de pie mirándolo. El pálido palmeó la silla a su lado y Jeon dando brinquitos de felicidad se sentó.

Yoongi sacó su material, seguido de Jungkook. Este tomó el bloc y escribió:

"¿Somos amigos?"

Min al leer eso no evitó sonreír con ironía.

"Claro que lo somos, maníaco tonto"

Jeon no podía creerlo. ¿había entrado en el corazón de piedra de Yoongi? Era tan irreal que releyó lo escrito unas 4 veces más y miró los ojos castaños del pálido.

Dejó el bloc y apuntó a Yoongi, luego a sí mismo para después juntar sus manos, traduciendo:

¿podemos ser amigos?

Era el único movimiento de manos que Yoongi no había hecho desde que se volvió sordo. Porque claro, todos venían a él por pena y nunca pudo decir esa frase con las manos.

Que Jungkook lo hiciera le hizo sentir tan feliz que no pudo evitar reír.

Jungkook quedó perplejo al oír la risa de su mayor. Su corazón se aceleró y una necesidad de besarle la cara entera se apoderó de él, empero, se abstuvo de hacerlo o realmente su Hyung lo iba a patear a otro asiento.

Yoongi asintió luego de dejar de reír. Nadie llegaba aún así que sacó el lápiz de my melody para garabatear un poco.

Jungkook vio ese lápiz muy desgastado para apenas haber sido comprado ayer.

"¿qué le pasó al lápiz?"

"Es el mío, no el que me diste"

"¿y por qué no trajiste el que te di? Ya va ¿ya tenías uno?"

"Porque me encanta my melody y por eso no sabías de este lápiz, es mi favorito y por eso se queda en casa sin usarse mucho"

"¿qué quiere decir con eso?"

Yoongi lo miró con las mejillas un poco rosadas. Culpar el frío ya no funcionaria puesto que hoy hacía calor.

"Quiere decir... Que el que me diste está seguro en casa y es mi nuevo favorito ¿ok? Ahora, estate quieto"

Jungkook sonrió y optó por obedecer. Su Hyung estaba siendo tan lindo que no lo molestará... mucho.

Admiró como éste dibujaba cosas aleatorias en la parte de atrás de su cuaderno. Realmente su Hyung es precioso cuando está dibujando.

«Espero que me soportes, Hyung... Porque no pienso dejarte ir.»