Renací como la hija de un villano Pokémon||Espada y Escudo

Capitulo 2

El tiempo sigue avanzando rápidamente, Rose se volvió presidente de la liga antes de que yo cumpliera cuatro años. Una época bastante caótica en casa, los empleados nuevos que llegaron se la pasaban susurrando rumores y verdades.
Una de las charlas más recurrentes, la del campeón que abandono su puesto luego de que papá asumiera su cargo como presidente. De hecho, me atreví a preguntar sobre eso a personas que saben del tema en la fiesta de fin de año que hacía la liga.

"—Ah, no creo que deba ser quien te explique—trato de esquivarme Naboru.

Todos los líderes estaban reunidos en una sala aparte, esperaban que llegarán los invitados importantes antes de salir al salón gigante donde se haría una cena y, el baile aburrido donde casi nadie baila. Mel y Naboru se habian encariñado conmigo, aunque el último no lo dice en voz alta, así que tenía el privilegio de compartir sala con ellos en vez de esperar sola en una sala aparte.

—¿El antiguo campeón? Es tu tío —interrumpio Sally como si nada mientras tomaba su té.

Lo mismo que había escuchado de la primera vez que los vi, si. Pero que más.
—Ya lo se, quiero saber porque se lleva mal con mí papá.

Mel sostuvo de forma inestable su taza tratando de no verme a los ojos al igual que un par más de líderes, saben que al presidente no le molestan los rumores, pero si que se los digan a su "pequeña y adorada hija".

—No voy a decir nada.

—Bueno—despues de asegurar su seguridad el último líder de tipo dragón se recuesta en el costado del sofá acercándose a mí altura— no se realmente si se llevan mal como tal pero-divaga haciendo gestos con sus manos-la razón por la que tu tío dejo su puesto tal vez fue porque no quería que lo asociaran con el señor Rose.

—¡Cariño!—lo reprendió otra líder que era su esposa.

—¿Porqué?—insisti.

—No lo se, tal vez le causaba inseguridad—se hundió de hombros.

—Por dios—se sobo la frente Naboru.

Mmm, inseguridad. No es lo que esperaba de alguien que logró el puesto de campeón, ¿acaso sentía que Rose lo opacaria? no puedo más que asumir con está escasa información.

—Bien, ¡gracias!—di media vuelta y me aleje hacia mis juguetes para que puedan hablar entre ellos.
O mirar de forma juzgadora al líder que abrió la boca, lo que prefieran.

—Es una niña de apenas 4 años, en una semana no recordara ni que fue a una fiesta— escucho como se excusa cuando lo enfrentan los demás adultos."

Si bueno, no es tan fácil. Si tenemos en cuenta que la mayoría me considera una genio para mí edad. Supongo que no cuide mucho el aspecto de actuar como bebé en este tiempo y me centre más en recolectar información y recuperar mis capacidades de adulto.

Aunque siempre existen excepciones.

Vi una sombra tapando mí diario de dibujos que reconstruian de forma abstracta lo que iba a pasar en unos años con los eventos del juego así que cerré la cubierta con cuidado, porque cuando menos lo espero...

—¡Bebita!— papá me abrazo de imprevisto por la espalda.—¡Hoy si voy a llevarte a esa pastelería que llevo tanto tiempo deseando mostrarte! Me asegure de tener libre el día.

A Rose no le importa en absoluto si soy muy avanzada para mí edad, el simplemente me trata como su hija pequeña y ya. Nada de estudios tempranos o explotación de mis capacidades, pero es una ventaja importante, porque...de verdad no me gusta estudiar.
Aunque mí cerebro con cada año piensa con más claridad, sigo teniendo esos impulsos de niña pequeña, de tomar cosas de forma inconsciente o correr de la nada, los niños tienen mucha energía después de todo.