Si pudiera enumerar las razones por las que me gustas, una sería tu inteligencia.
Antes solo me gustabas, pero ahora creo que me enamoré de ti, justo cuando me miraste con esos ojos brillantes y me explicaste el tema con el que llevaba pelando más de cinco minutos.
"¿Si me entendiste?, no soy bueno explicando". Gracias por intentarlo.
Otra razón son tu ojos.
Son lindos, maravillosos y me encantan, tu largas pestañas y la mirada que tienes cuando te diriges a mi.
También son tu manos, aquellas manos que son suaves. He tocado más manos en mi vida, pero ninguna ha sido tan suave como la tuya.
No puedo decirlo en persona, pero estoy en medio de un mar que está lleno de ti. Si pudiera nadar me iría, pero no sé hacerlo.