Yo la quise, la amaba como quien ama su adorado tormento y como quien cuida su mayor tesoro. Pero la perdí, la perdí cuando la hice extrañarme... Cuando le robé su sonrisa, su mirada, ese brillo que solo ella tenía...
Ahora intento buscarla en estas tinieblas, pero no logro encontrarla. Vivo día a día con la esperanza de verla en este infierno así sea de visita pero, no creo que un ángel como ella pueda entrar a este horrendo lugar.