Rebelde Way-Volume III ( Pausado)

CAPITULO 3: LA DECISIÓN 2/2

A las 2:00 p.m. nos encontramos con Benito, en el sitio acordado, subimos todo nuestro equipaje al motorhome y emprendimos el viaje de nuestras vidas sin saber lo que el destino nos tenía deparado...

MÍA

Mi sueño de cantar y de irnos de gira al interior del país, aunque fuera sin comodidades me emocionaba de gran manera, ya que lo que haría, lo haría al lado del amor de mi vida y eso para mí era suficiente... solo había un problema... después de lo de Sabrina, me cuesta tanto solo pensar en ella y pronunciar su nombre... me revienta solo de pensarlo.
Mi confianza en Manuel no era la misma y creo que el me ha demostrado que me ama, pero en el fondo tengo miedo a que me vuelva a traicionar ya sea con Sabrina o cualquiera otra chica.
Mis miedos y mis inseguridades estaban a flor de piel y más aún porque luego de haber tenido mi primera vez con Manuel, la cual fue algo no muy agradable para mí, me cohibe y me priva de sentirme plena al lado del chico que amo.

Marizza:-Mía... eu... Míaaaaa-
Mía:que pasa nena no me grites
Marizza: Mía estas en cualquiera?
Mía: Marizza vos crees que Manuel sea capaz de engañarme otra vez?
Marizza: otra vez con ese tema Mía? Ya hablamos de eso
Mía: lo sé pero no puedo evitarlo, me revienta pensar en Manuel mirando a otra mina o peor aún que le hable o se le acerque
Marizza: pero pará Mía, no podes vivir así para siempre, no vas a ser feliz y tampoco vas a poder hacer feliz a Manuel si seguís desconfiando de él por cosas mínimas... minas lindas siempre habrán pero la confianza que tengas con el y el amor que el siente por vos deben ser suficientes para que no le de bola a ninguna suripanta
Mía: pero es que vos sabes... lo del otro tema es tan difícil para mí, vos sabes lo que me costo intentarlo a la primera y todo me salio mal por mi actitud y no quiero que Manuel se aleje de mí por "eso".

Marizza: Mía debes dejar de preocuparte, si Manuel te ama no va a presionar con ese tema y dejará que tu te acerques
Mía: vos crees?
Marizza: Mía... no creo, estoy segura.
Mía: es que tengo una mezcla de sentimientos... una parte de mí quiere entregarse a Manuel en cuerpo y alma, pero a la vez la desconfianza y el miedo me lo Impiden y no quiero que me vuelva a pasar lo de "aquella noche"...

Mía se queda absorta en sus pensamientos sobre "aquella noche":luego del accidente de Manuel y tantas emociones que sintió al verlo en el hospital, en esa cama, con tubos conectados, la cabeza vendada, inconsciente y que pudo perderlo para siempre e hicieron sentir a Mía que debía entregarse a Manuel, aunque por dentro no se sentía 100% preparada ni sanada después de la infidelidad con Sabrina. Un mes luego de la graduación del curso no quería estar lejos de él ni un minuto más, quería recuperar el tiempo, darle lo que el siempre le pidio, tenerlo entre sus brazos y sentirse ella entre lls de él, quería sentir eso de lo que muchos hablaban pero que ella desconocía.
En ese entonces después de que Manuel viajó a México por una semana, Franco le consiguió un departamento a Manuel ya que al haber logrado la emancipación podría quedarse viviendo en Buenos Aires, solo necesitaba un lugar donde vivir y un laburo. Franco le ofreció empleo y pagarle el apartamento mientras se recuperaba de salud, algo que Manuel por orgullo no quería aceptar pero que a su vez Franco no recibiría un no por respuesta. Sin opciones con su suegro Manuel acepta el apartamento, pero con la condición de que una vez empiece a trabajar con Franco el pagaría el alquiler y los gastos, quería sentir que no dependía de su suegro para vivir.
Muchas veces Mía visitó a Manuel en ese apartamento, pero nada iba más allá de besos y caricias pues ella no se sentía segura aún y más por los recientes hechos de la traición de Manuel. Sin embargo, su conciencia y corazón estaban en un conflicto pues el temor de ver morir a Manuel le decían que tenía que entregarse sin esperar más y un buen día eso fue lo que hizo.
Llegó al edificio, tocó el timbre, Manuel le abrió el portón y subió las escaleras más decidida que nunca.
Manuel abrió la puerta del apartamento y recibió a su novia con un cariñoso beso y pasaron.
Manuel: hola mi amor como estas?
Mía: tenía muchas ganas de verte Manuel, vine con una excusa porque mi daddy no sabe que estoy acá. Solo Sonia lo sabe y Marizza.

Manuel: entiendo, pasa por favor Mía.

Mía: Manuel yo ... yo vine porque tenia algo importante que decirte.-nos sentamos en el sofá, en el living del apartamento-

Manuel: -qué le pasa, será que ya no confía en mí y sigue pensando en lo de Sabrina...-

Mía: Manuel yo quería decirte que ya estoy lista, para eso.

Manuel: es en serio Mía? de verdad? -sonreí ampliamente, no por el simple hecho de que nuestra intimidad fuese mas allá sino porque la amaba de verdad y sé que es un gran paso en la confianza de la relación tomar una decisión  tan importante como esa.

Mía: si Manuel, pero por favor te pido que me comprendas, esto es algo nuevo para mí.

Manuel: no lo dudes mi amor, no tengas miedo.-la besé tiernamente, como si ella fuese la flor mas delicada y mas hermosa, a la cual temes lastimar y solo querés admirar-

Mía: Manuel, tengo miedo.

Manuel: lo sé mi amor, solo confía en mí.-la besé nuevamente con dulzura, con delicadeza, aparté  mis labios de los suyos y empecé a besar su cuello para que ella sintiese confianza y se deje llevar por sus sentimientos. Le saqué la campera y vestía una blusa de hombros descubiertos, lo que me ayudó bastante pues empecé a besar también sus hombros. Volví a sus labios y le saqué la blusa quedando en corpiño solamente. Ella instintivamente se cubrió con las manos pero se las tomé suavemente para admirar lo hermosa que era.- Eres hermosísima Mía.-bajé mis labios a su pecho y bese sus senos sobre el corpiño, volví mis besos a su boca, enredé mis dedos en su cabello para darle un apasionado beso, mi lengua exploró su deliciosa boca. La fuí acostando lentamente en el sofá colocando su cuerpo bajo el mío.-

Mía: -porqué no puedo concentrarme al 100%, tengo la cabeza en cualquiera, no seas estúpida Mía, no puedes seguir comportándote como una nenita-

Manuel: -me quité la remera, y desabotoné mis pantalones sin bajarlos, le abrí a ella sus pantalones y se los saqué y vi su expresión y se sonrojó, sabía que sentía vergüenza. Acaricié su mejilla con suavidad.- No debes avergonzarte de tu cuerpo Mía, eres la chica más linda que mis ojos hayan visto. -La levanté del sofá, la levanté por sus nalgas y ella abrazó mi cintura con sus piernas, colocó sus brazos alrededor de mi cuello y sin dejar de besarnos entramos a la habitación. Caímos en la cama, ella debajo de mí, le desabotoné el corpiño y capturé sus pechos, saboreé cada uno de ellos y Mía dejó escapar un gemido suave, el sonido mas dulce y placentero que escucharon mis oídos, con mis dedos toqué su centro y noté que estaba húmedo. Me saqué los pantalones y los bóxers, saqué la protección de mi mesita de noche, me la coloqué y estaba listo para el momento más especial.-

Mía: -los besos de Manuel me hacían estremecer, nunca había sentido esta sensación, era como un calor que me recorría, pero a la vez hacía que temblara, así se sentía estar excitada?-

Manuel:  -antes de entrar en ella, la miré a los ojos y le dije:- Te amo mi princesa, estas segura de esto? -ella asintió-

Mía: -sentí como lentamente entró en mí, me dolió, pero justo en ese momento mi mente me jugó la traición ya que, no sé porqué razón imaginé que en vez de ser yo quien esté en la intimidad con Manuel  lo veía en mis pensamientos pero con Sabrina...en esa fracción de segundo imaginé tantas posibles escenas como ráfaga de fotografías que inmediatamente aparté a Manuel de mí con toda la fuerza del mundo, como si una fuerza ajena a mi se apoderara de  mi cuerpo. Me levanté inmediatamente, junté mi ropa y corrí al baño para vestirme lo mas rápido.-

Manuel: -me aseguré de entrar lentamente en ella, atento a cualquier señal de que le incomodara o le doliera demasiado, cuando de repente sentí las manos de Mía sobre mi pecho y me empujó separándome de ella con tal fuerza, que jamás hubiera pensado que dentro de ella existiera tal poder. La miré confundido pensando en qué había hecho mal, en qué fallé, ¿será que le dolió demasiado y no quiso decírmelo? mientras yo me hacía miles de preguntas ella recogió su ropa y corrió al baño, reaccioné y busqué mi ropa interior, me la coloqué y corrí tras ella, pero ya era tarde, ya estaba encerrada en el baño...-

Mía: -soy una tarada, una completa idiota, como miraré a la cara a Manuel después de semejante papelón...-