Cap 6- Distancia

89 8 0
                                    



Los dos buscadores subieron varios metros con sus escobas, a la espera de la aparición de la snitch.

Los dos golpeadores de cada equipo fueron directamente a por las bludgers para incordiar a los cazadores de la casa contraria. Los golpeadores de Gryffindor eran Sirius Black y una chica que Grace reconoció como Marlene McKinnon. Los de Slytherin eran Zale Avery y Damián Mulciber.

Owen Jacknife, Rodolphus Lestrange y Jason Nott, los cazadores de Slytherin, fueron los primeros en conseguir la quaffle. Por desgracia, Wood se la arrebató a Owen en un intentó de marcar gol. Con la ayuda de los otros dos cazadores, Cherry Bell y James Potter, Lewis consiguió que la pelota atravesara uno de los tres aros. Para Amycus Carrow, guardián de Slytherin, fue imposible parar la quaffle a tal velocidad. La guardiana de Gryffindor, Amira Brown, miró a su oponente con burla.

Los ocho niños de primero opinaron que los mayores tenían razón. Los partidos de serpientes contra leones era algo que valía la pena presenciar.

Iba ganando Gryffindor 50-20. Los buscadores
seguían rondando por las alturas.

-¿Cuando aparecerá la snitch?- preguntó Grace.

Casi tuvo que gritar porque el alboroto de las gradas era brutal.

-¿Aparecer?- dijo Regulus con el mismo tono.

-Se refiere a cuándo verán la snitch los buscadores- respondió Barty.

-Son unos inútiles- siguió el Black- yo he visto la dichosa pelotilla unas cuatro veces durante los treinta minutos que llevamos de partido.

La nueva información dejó a todos sorprendidos.

-¿La ves ahora?- soltó Aitana curiosa.

El peli negro asintió y señaló un reflejo. Por suerte la buscadora de Slytherin, Julie Zabini, vio al niño de primero y miró en la dirección que indicó. Para su sorpresa, pudo apreciar la snitch dorada y la atrapó antes que Félix Johnson, buscador de Gryffindor.

Las serpientes ganaron el partido y esa noche, los de primero acudirían a su primera fiesta en Hogwarts.

Un par de horas después, mientras se dirigían a la sala común, Zabini los interceptó.

-¡Black!

-Hey... Julie, ¿verdad?- dijo Regulus tímidamente.

-Sip, tengo una sugerencia para ti, seré directa. Este es mi último año en la escuela y el curso que viene el puesto de buscador estará libre. Si lo quieres es tuyo.

El niño se esperaba de todo menos eso.

-¡Acéptalo Reg!- animaron Grace y Barty.

-No lo entiendo, ¿Porqué yo? No tengo ningún interés en el quidditch.

-Pues es una pena- siguió la chica de séptimo- si he localizado la snitch a sido gracias a ti, en serio. Piénsatelo.

Regulus asintió.

Una vez en la sala común, los tres estudiantes intentaban convencerlo de aceptar el puesto.

Regulus estaba sentado en el sofá leyendo. Barty estaba en el sofá paralelo con la cabeza apoyada en la rodilla de Evan. Grace había ido a por algo de comer.

No fue difícil para ellos agarrar confianza. Habían hecho avances. Ahora Black no les arrancaba la cabeza si lo abrazaban (cosa que solía hacer Barty para fastidiar).

-¡Vamos Reg!- suplicó Crouch por enésima vez- tienes que unirte al equipo, Julie ha dicho que tienes talento y ella tiene mucho talento.

Se tomó la molestia de enfatizar el mucho.

-Pero el Quidditch no es lo mío, Zabini se equivoca.

-La mujeres no nos equivocamos nunca, pequeño rey- dijo Grace entrando por la puerta.

Evan río por el uso del apodo y Regulus bufó por el mismo motivo. Tengo la sensación de que no será la ultima vez que me llaméis así.

Dejo la bolsa de golosinas que le había dado un elfo domestico de la cocina y se tumbó en el sofá con los pies en la pierna de Regulus. Osea como Barty con Evan pero al revés.

-Dejad que se lo piense- sugirió Rosier- ¿Acaso has jugado alguna vez a Quidditch?

-Alguna vez...

-¿Ese es el problema? ¡Estupendo, tiene solución!- se ilusionó Barty- Mañana montamos un partido improvisado y así te decides ¿Porque sabes jugar no?

-Sí, claro que sí, pero...

-Pero nada, no hay mas que hablar- Evan ya se había cansado y quería dar esto por terminado. Total, a él este deporte sí que le importaba lo que vendría siendo una mierda- Grace, ¿se lo dices a Megan y Sophie?

-Claro, será divertido, les diré que lleven también a Diggory y a Stump.

Mas tarde esa noche, tampoco podían conciliar el sueño.

-¿Seguís despiertos?- susurró Evan.

Los otros dos asintieron.

-¿Queréis...?- empezó Barty, pero fue interrumpido por Rosier.

-¡Como acabes la frase con volver al bosque te corto la cabeza Crouch!

-¡No iba a decir eso!- se defendió- iba a decir que si queréis ir a por algo de comer.

-Yo sí.

Regulus se levantó de la cama sin esperar la respuesta de sus amigos y se puso la túnica por encima del pijama de Slytherin.

Llegaron a la cocina sin problemas. Pensaron en ir y avisar a Grace pero no querían que los pillaran en las habitaciones femeninas. Al final acordaron coger algo para ella y entregárselo por la mañana.

Los elfos domésticos estaban trabajando en el desayuno de mañana cuando los tres niños entraron.

Al parecer, uno de los pasatiempos de Regulus era venir a la cocina y hablar con las pequeñas criaturas, por lo que no les fue difícil entrar sin ser echados.

Un elfo que se llevaba especialmente bien con regulus, Delia, les ofreció directamente unas galletas y no pudieron rechazarlas porque estaban riquísimas.

-¿Tienes algún otro hobbie poco común?- le preguntó Barty al Black.

-Leer- dijo secamente- y a veces, cuando me aburro, cocinar.

Le dio un mordisco a la galleta y los chicos lo miraron divertidos porque sus ojos se iluminaron al notar el sabor dulce del chocolate. Tenía la expresión de un niño pequeño y no parecía notarlo.

-¿Qué?- dijo al ver que lo miraban fijamente.

-Nada- dijeron Evan y Barty al unísono desviando la mirada riendo.

Cogieron un par de galletas para Grace y volvieron a su cuarto.

Other lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora