loba.

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Megumi tenía una buena vida de casado con itadori yuji, su amado esposo. Era una persona amable y le gustaba ayudar a la gente en lo que pudiera por lo que vio venir el que eligiera su trabajo como bombero. El en cambio trabajaba como abogado no era exitoso pero tenía las suficientes conexiones para seguir en la industria.

Megumi no tuvo una buena infancia, su madre desapareció apenas lo tuvo por lo que su padre le echo la culpa de su huida pero claro ¿que culpa tenia la pequeña megumi de solo unos meses de vida?. Su padre toji no era el mejor padre, siempre forzandolo a ser mejor prohibiendo diferentes cosas que un niño de su edad hacia como jugar con otros niños, comer dulces, divertirse en general.

La pequeña megumi se preguntaba ¿por qué?, ¿qué hizo el? , ¿todo era su culpa?. Megumi lloraba muy a menudo por la noche ya que su padre le decía que los hombres no lloraban pero para megumi eso simplemente no hiba con el.

Y es que, en sus clases de sexualidad le enseñaron que los niños tenían un pene y las niñas vagina pero megumi tenia una vagina entonces ¿el en realidad era una ella?.

Un día le pregunto a toji y el le dijo "me importa una reverenda mierda que tengas entre las piernas tu eres un niño y punto". A Megumi simplemente no le funcionó una respuesta tan miedosa según su hermana, tsumiki, quien le decía que megumi podía ser lo que él quisiera ser de todas formas ella lo amaría, su hermana era la luz en su vida de sombras.

Por lo que su hermana y el siempre jugaban a las princesas, megumi seria la princesa más hermosa de todas a los ojos de su hermana con su vestido azul cielo y sus tacones de elsa con brillantina, y es que los ojos de su hermano eran bellísimos, sus labios color cereza, su pálida piel, sus delicadas manos, megumi era hermosa y tsumiki tenía que ser sincera, aveces, solo aveces, envidiaba a su hermano.

Megumi creció en ese ambiente disfuncional durante años. Toji siendo el mal padre que es y tsumiki siendo su maravillosa hermana. Cuando pasó a la secundaria pensó que sería como siempre, el evadiendo a la gente por no saber como interactuar con alguien que no sea su familia, hasta que apareció el, yuji, su yuji.

El se hacercaba a megumi con su radiante sonrisa blanca y hermosos ojos castaños para hablarle del día, de cómo se sentía y si quería que fueran amigos y así conocio a nobara amiga de yuji y próximamente una, si no, la única mejor amiga que tenia. Fueron el grupo de tres más feliz,  compartiendo de todo, hablando de todo, siendo de todo.

Megumi era el ser humano más feliz de todos, hasta que llegó ese día, el día más feliz de su vida, el día que itadori le pidió ser su novio. Megumi salto, grito y lloro de alegría y es que no se reconoció, nunca fue de los que mostraban mucho sus emociones pero yuji se merecía eso y más.

Fueron años felices para megumi, compartir su vida con su otra mitad y su mejor amiga. Hasta hizo amigos por si solo al estudiar de abogado, llamados maki una chica de anteojos sería como el infierno, panda un chico que siempre llevaba un gorro de un panda, yuta otro chico un poco antisocial y toge callado como ningún otro. Eran un grupo especialmente raro pero en el buen sentido.

Su vida parecía ir de maravilla, tenía a su chico, amigos que se preocupaban por el, una cariñosa hermana ¿que más podía pedir?

Y dios que se equivoco, era un día normal como cualquier otro cuando su yuji ,le pidió matrimonio en su restaurante favorito, con su comida favorita, en su mesa favorita. Era simplemente un sueño echo realidad y mierda como lloro.

Pero siempre sintio que algo faltaba, que algo no era correcto, como si estuviera olvidando algo o....alguien.

Y así es como llegamos al día de ahora, en su departamento compartido, en su cama, tapado hasta la cabeza pensando profundamente en ese sentimiento de pérdida que tenía. Tan pequeño pero persistente, hasta que sintió unas caricias en su cabello fue que volteo la mirada y resivio un beso en su boca