『i vowed i will always be yours』

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Todos murmuraban cuando vieron a Carre y Robleis tomados de la mano mientras caminaban por el instituto, porque todos se preguntaban como los dos tipos más raritos podían siquiera conocerse.

A pesar de eso, nadie les preguntó directamente a ellos porque Carre era odiado por todos y Robleis... bueno, en el pasado habían aprendido que acercarse a Robleis era sinónimo de estar en peligro.

Aquel día, los dos chicos que estaban en boca de todos estuvieron juntos casi todo el tiempo. Se sonreían, se susurraban cosas cariñosas y se daban la mano. Su contacto físico nunca podía ir más allá de tomarse las manos.

Ya cuando llegaron a sus casas, Carre se sentía el chico más feliz y afortunado del mundo. Por fin alguien ignoraba su mala reputación y se centraba en la persona que era. Mientras tanto, Robleis llegó temblando y no sabía si era de la emoción o del miedo. Aquello no se volvería a repetir, ¿verdad? Esperaba que no porque Carre realmente le gustaba.

También le daba miedo como los demás susurraban cuando pasaban a su lado. ¿Sería por lo que había dicho sobre él su ex novio? ¿Sería porque a todos les caía mal Carre? No estaba seguro de ello.

El tiempo pasaba y los dos chicos cada vez eran más cercanos. Pero entre más cercanos eran, las miradas que los juzgaban eran más constantes.

Carre deja a Robleis en su aula, se despide de él acariciándole la mejilla (porque no sabe muy bien por qué, pero Robleis de momento no quería besos y él respetaba eso) y se va a la suya.
En el camino, logra escuchar a una chica y a un chico teniendo una conversación sobre él y su novio.

- El otro día vi unas marcas que Robleis tenía en el cuello. - Comenta el chico. - Lo espié en los vestuarios después de educación física porque siempre se esconde del resto cuando va a cambiarse, pero siento que esconde incluso más marcas. -

- Dios, ¿crees que Carre le haga algo? -

Y el nombrado fue a hacer algo contra eso, pero se retractó porque sabría que lo empeoraría todo. Igualmente, ¿cómo se atrevía aquel tipo a mirar a Robleis mientras se cambiaba sin que él lo supiera? Era un pervertido asqueroso.

Cuando pasó al lado de ellos lo miraron, pero no dijeron nada. Quizás por el miedo de haber sido escuchados o por el simple hecho de que Carre era un tipo temido en el instituto. Su apariencia imponente provocaba eso.

Durante las tres primeras horas de clase estuvo pensando en si contarle lo que había hecho ese chico en los vestuarios, pero tenía miedo de que Robleis entrara en pánico, así que decidió callarse a pesar de cuánta rabia le causaba eso.
Él sólo quería estar tranquilo con su chico, y si eso significaba tener que callarse algunas cosas, lo haría.

Cuando por fin llegó la hora del descanso, Carre salió casi corriendo del aula para ir a buscar a Robleis a la suya, pero al llegar él ya no estaba.

Intentó preguntar a los compañeros de este, pero estos siempre apresuraban el paso, lo empujaban o simplemente fingían no estar escuchándolo. Así, comenzó a buscar a su chico por todos los rincones posibles, hasta que al pasar cerca del cuarto de limpieza logró escuchar un llanto.

Deseando que no fuera el de Robleis, abrió la puerta y suspiró al ver al pelinegro sentado en el piso, abrazando sus rodillas y llorando sin parar. Carre se agachó a su altura y acarició con cariño su cabello. Robleis tomó la mano del castaño y la entrelazó con la suya, siendo la primera vez en tres meses que tomaba la iniciativa.

- Él me amenazó, Carre. Él... dice que eres una mala persona, que si sigo contigo acabaré muerto y que me aleje de ti o hará que realmente me arrepienta. -

The Great War ──── CarrbleisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora