Tú eres hermana de Saori y siempre te llevaste bien con todos y eso fue lo que te condenó...
°•Actualizaciones lentas•°
°•Créditos a Masami Kuramada por los personajes•°
°•Esta historia puede contener•°
♡Acoso
♡Escenas s3xual3s
♡Lenguaje ofensivo
♡M...
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La noticia del Torneo Galáctico se había extendido por todo el mundo, generando una expectación sin precedentes. Multitudes de personas viajaron a Japón para presenciar el espectáculo. Finalmente, el día del torneo llegó, y el Coliseo se llenó de espectadores ansiosos.
(Omitiré la explicación inicial del torneo, ya que sigue el desarrollo de la historia).
Saori, con su presencia imponente, explicó las reglas del torneo, y los caballeros, ataviados con sus armaduras, aparecieron en el ring, listos para luchar.
—¡En el primer combate, se enfrentarán Pegaso contra Osa Mayor! —𝐚𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨́ 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨𝐫, 𝐜𝐨𝐧 𝐯𝐨𝐳 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐧𝐚𝐧𝐭𝐞.
Osa Mayor (Geki), con una sonrisa arrogante, se adelantó.
—Qué decepción. Desde el principio me toca pelear contra Seiya, el cobarde que quería huir. Tranquilo, Seiya, te torturaré, pero no te mataré —𝐝𝐢𝐣𝐨, 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐭𝐨𝐧𝐨 𝐛𝐮𝐫𝐥𝐨́𝐧.
Seiya, imperturbable, se dirigió al centro del ring. La pelea comenzó, y Geki dominó inicialmente, utilizando su fuerza bruta para someter a Seiya. En un momento crítico, Geki tomó a Seiya por el cuello.
Geki: —Es tu fin, Seiya. He matado a varios osos con esta técnica. A comparación de su cuerpo, el tuyo es como el de una rata de campo.
Seiya, con la respiración entrecortada, ignoró las provocaciones de Geki. Un recuerdo de su entrenamiento con Marín inundó su mente.
(FLASHBACK)
Marín: —¡Seiya, Seiya... SEIYA!
Seiya se despertó sobresaltado.
—Seiya, si sigues durmiendo en clase, tendré que ponerte más entrenamiento especial. Ahora escucha: como acabo de explicar, cuando nos enfrentamos a un enemigo más poderoso que nosotros, hay que evitar realizar ataques inútiles. Debemos concentrarnos en los puntos más débiles de nuestro adversario. Es decir, si tu enemigo lanza patadas, dirígete a sus piernas...
(FIN DEL FLASHBACK)
Inspirado por las palabras de Marín, Seiya tomó los brazos de Geki.
—¿Qué? Admito que eres más resistente que la mayoría, pero ¿qué pretendes hacer? Ya te dije que estos brazos han matado osos. En otras palabras, estos brazos son mi orgullo y la prueba de que soy un caballero. Es ridículo que intentes moverlos usando esos pequeños brazos...
Geki no pudo terminar su frase. Seiya, con una fuerza sorprendente, liberó sus brazos y, con un movimiento rápido, rompió la armadura de Geki.
—No puedo creerlo. Es imposi...
Antes de que Geki pudiera reaccionar, Seiya le propinó una patada devastadora, arrojándolo al suelo. Seiya ganó el combate.
El público estalló en aplausos y vítores. Los caballeros, atónitos, observaron la victoria de Seiya. En el palco de honor, tú, Saori y Tatsumi presenciaron la escena.
Tatsumi: —Perdón por interrumpirlas, señoritas, pero esto es grave. Si Seiya continúa así, lo más probable es que gane el torneo y...
Saori: —Tatsumi, en lugar de preocuparte por eso, ve a ver por qué Fénix y Cisne aún no llegan.
Tatsumi, con una expresión de preocupación, asintió y se retiró del palco de honor. Tú, mientras tanto, observabas el desarrollo del torneo con una mezcla de curiosidad y preocupación.
—Seiya está luchando con una determinación impresionante —𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞, 𝐝𝐢𝐫𝐢𝐠𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐭𝐮 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐚 𝐒𝐚𝐨𝐫𝐢.
—Sí, está claro que no ha olvidado su promesa.
—Espero que cumplas tu palabra, Saori. No quiero que Seiya sufra más de lo necesario —𝐝𝐢𝐣𝐢𝐬𝐭𝐞, 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐭𝐨𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐨 . —Confía en mí, hermana. Sé lo que hago.
El torneo continuó, con combates cada vez más intensos. En uno de los descansos entre combates, te acercaste a Seiya.
—Estás luchando muy bien, Seiya —𝐃𝐢𝐣𝐢𝐬𝐭𝐞, 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚 𝐚𝐦𝐚𝐛𝐥𝐞.
—Gracias, T/N. Solo quiero cumplir mi objetivo y reunirme con mi hermana.
—Sé que lo harás. Pero ten cuidado, los demás caballeros son muy fuertes —𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐞, 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧.
—No te preocupes, estoy preparado.
La siguiente ronda del torneo comenzó, y Seiya se enfrentó a Shiryu. El combate fue feroz, con ambos caballeros demostrando una habilidad excepcional. Shiryu, con su técnica del Dragón Ascendente, logró dañar la armadura de Pegaso, pero Seiya, con su determinación inquebrantable, logró contraatacar. Durante el combate, Shiryu le dijo a Seiya:
—No entiendo por qué luchas con tanta desesperación. ¿Acaso no te das cuenta de que esta armadura está sufriendo?
—¡No me importa! ¡Solo quiero ver a mi hermana!
—¡Estás loco! ¡Vas a destruir tu armadura!
—¡Prefiero destruir mi armadura que renunciar a mi objetivo!
El combate alcanzó su clímax, y ambos caballeros lanzaron sus ataques más poderosos. El Dragón Ascendente de Shiryu chocó con el Meteoro de Pegaso de Seiya, generando una explosión que sacudió el Coliseo.
Cuando el humo se disipó, se reveló que tanto Seiya como Shiryu habían caído al suelo, exhaustos. Sus armaduras estaban dañadas, pero ambos se levantaron con dificultad.
—¡Es un empate! —𝐚𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨́ 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨𝐫, 𝐜𝐨𝐧 𝐯𝐨𝐳 𝐭𝐞𝐦𝐛𝐥𝐨𝐫𝐨𝐬𝐚.
El público estalló en aplausos, reconociendo la valentía y la determinación de ambos caballeros. Tú, desde tu palco, observabas la escena con una mezcla de admiración y preocupación.