Capítulo siete

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Acuerdo

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Heeseung mira al hombre frente a él con rabia contenida, por más que quiera lanzarse sobre él y golpearlo no puede.

Una parte suya no puede creer que le haya demandado, pero él también le había hecho una demanda. Por agresión e intento de secuestro, además de que había pedido una orden de restricción, no lo quería cerca de su hija, ni cerca de su Omega.

— ¡Es mi nieta, tengo el derecho de verla y llevarla a mi casa si quiero! — el hombre rugió parándose y golpeando las manos en la mesa.

Estaban allí con sus abogados, por su parte, el hombre tenía a Boo SeungKwan, un subordinado al cual quería casi como un hijo.

— ¡Sus malditos derechos se perdieron cuando la perra de su hija abandonó a mi cachorra, casi muere de una depresión siendo tan pequeña! ¿¡Usted sabe lo que significa eso!? — Heeseung no se quedó atrás, y se puso frente a frente contra el sujeto.

— ¡Pues yo no veo que ella esté tan mal como para que tengas a otro omega ahora, quien sabe lo que le hará al no ser su cachorro! — exclamó el mayor y Heeseung rugió, un fuerte sonido saliendo de su garganta haciendo saber que en cualquier momento le iba a querer bajar la garganta con sus garras.

— Hana necesitaba de un Omega para avanzar más, y si no fuera por Sunoo ella ni siquiera sabría hablar ahora, debería de agradecer ese hecho más bien — Heeseung mostró sus colmillos crecidos, estaba furioso, era todo un padre protegiendo lo suyo en ese instante.

Los demás en la sala sabían no que era una buena idea meterse entre una pelea de alfas, pero si no hacían algo podría haber derramamiento de sangre.

— ¡Heeseung por favor guarda la calma! — Jongseong, el abogado de Heeseung, intervino entre ellos, era mejor no dejarlos insultarse más — Tenemos todas las pruebas de lo sucedido en el año y el avance de la pequeña Hana, así las cosas, están a nuestro favor.

— No quiero que él se acerque a mi cachorra, ni a mi Omega — el pelinegro gruñó sentándose de nuevo en la silla, tomó el vaso de agua que estaba a su lado y dio un trago grande, estar frustrado no era algo que a él le gustaba, prefería estar en ese momento metido en el cuello del Omega aspirando su delicioso aroma.

— ¡Es mi nieta, y quiero verla, lo que haga hecho la cobarde de mi hija no tiene nada que ver en esto! — el alfa dijo sentándose en la silla también, de repente su expresión de furia cambió a una de tristeza — yo la convencí de que la tuviera, como estaba en cinta tenía que estar contigo para que llevara su embarazo, no imaginé que ella se fuera a escapar de esa forma.

Heeseung miró al hombre con una ceja alzada, aún no le tenía ni la más mínima confianza, si su hija había hecho tal atrocidad, no imaginaba lo que pudiera hacer él.

— Ella es mi única hija, y tener un nieto de su parte me había hecho muchas ilusiones, por favor, no me quites ese derecho, solo la he visto una vez — el abogado del alfa solo se mantenía en silencio, dejando que el mayor hablara.

Heeseung miró a Jongseong no muy convencido, este también le miraba con una expresión algo más blanda, pero era de esperarse, en parte.

— ¿Por qué demonios no apareció más antes? — el pelinegro preguntó cruzando sus brazos en el pecho, el mayor solo suspiró y llevó su mano al puente de su frente para masajearlo.

— Me enteré de que ella se había ido meses después de lo sucedido, y no sabía cómo usted iba a reaccionar si solo me apareciera en la puerta de su casa — el mayor contestó y Heeseung asintió levemente ante lo dicho.

¿Mamá? | HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora