Amor, traición y locura.

Comienzo

Irene, una muchacha de cabellos negros y rizados; ojos grises cual cielo enfurecido antes de una tormenta, adornados con unas bellas y largas pestañas ubicadas en una carita de muñeca, bella y perfecta.
Vivía con su hermano Lionel, mamá Aghata y su padre Norberto en una casa acogedora y bien distribuida en el pequeño pueblo Las Casonas. Era un pueblito bastante acogedor, con cada estación del año marcada definidamente, un hermoso Lago que se llenaba de familias que iban a disfrutar.
Estaba poblado por gente muy amable y solidaria. Irene no era la excepción , ella era una muchacha muy dulce, ingenua, siempre dispuesta a ayudar y con un enorme corazon , el cual ya tenía dueño, Nicolás, que salía con ella hacía ya dos años.