Frío

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A partir de la noche anterior Nikola no podía mirar a Beelzebub sin que su corazón empezara a latir como un desquiciado.

Está bien, por su trabajo y sus investigaciones no tenía tiempo para relacionarse con otras personas de esa manera, se la pasaba solo en su laboratorio fingiendo que no le incomodaba la gran cantidad de amor que los demás desfilaban a su alrededor, Nikola no era un tipo romántico, en ocasiones no tenía vergüenza de tocar a la gente sin su consentimiento si eso le daba la oportunidad de saber sus costumbres y disgustos en pos de la ciencia, hablar era parte de su naturaleza, pero era más bien para demostrar su punto en una discusión y elaborar teorías a las que los demás mostraran adoración, pero jamás para coquetear o algo así.

Tesla no estaba acostumbrado a ser el centro de atención de alguien con intensiones románticas, ¡No tenía tiempo para eso! Por lo que, a pesar de verse a sí mismo como un fracasado que no podía mantener una relación íntima con una mujer sin caer en la desgracia por sacar sus experimentos en el tema de conversación, no podía imaginar que otra persona no lo viera como "El brillante Tesla" o "El fracasado Tesla".

En cuando Ada recuperó la consciencia el inventor se enfocó en no responder ninguna de sus dudas por más que las manos le picaran por las ansias. Para ella era inhumano que su dios estuviera tan cerca de un mortal sin un motivo oculto, tal vez lo que quería hacer era ponerle un rosario a Nikola y bañarlo con agua bendita para sacarle el demonio o cualquier ridiculez de ese estilo. ¿Ella podría comprender que ni él mismo había podido entender del todo lo sucedido? Su memoria solo se empeñaba en enfocarse en el recuerdo de su aliento contra su piel, en el brillo de sus ojos negros mirándole con curiosidad y en la cercanía de sus labios con los suyos. La imagen era tentadora, irreal y fascinante, pero no quería seguir viéndola por lo que eso significaba.

Nikola Tesla no era el partido ideal para nadie, pero un dios al parecer se había acercado mucho a él y eso lo descolocaba.

Por más que quisiera largarse del templo y correr de ese lugar que le ponía los nervios de punta no podía por el constante repicar del collar en su cuello. Los latidos ahora eran constantes, aunque Nikola sabía que, si no fuera por el control de Beelzebub, su pecho estaría al borde de un colapso por el golpe incesante de su corazón. Sus ojos no podían ver a Beelzebub como si sus hormonas se hubieran descontrolado por solo un contacto fugaz del que no había más que solo un acercamiento peligroso, Nikola no era un experto en la materia, pero juraría que ese sentimiento era una especie de pubertad horrible con su cerebro mandando señales a todo su cuerpo y volviendo loca cada una de sus extremidades.

Había recibido ropa nueva de parte de Ada y otras costureras del pueblo, al parecer Ada no había mencionado nada de lo visto en la noche innombrable por las pocas preguntas que las mujeres le hicieron, todo consistía más en túnicas blancas con bordados negros asemejándose a las ropas de un clérigo en pleno desarrollo, era genial tener ropa nueva con la que no verse como un bicho raro en un mundo atrapado en edades antiguas por lo que la recibió sin chistar.

Al parecer las demás habitaciones del templo se mantuvieron abiertas en cada momento, en ninguna ocasión el collar llegó a molestarle cuando se acercaba a un cuarto nuevo así que Nikola decidió explorar más el templo en busca de respuestas.

La biblioteca era más grande de lo que vio en un primer instante, los libros apilados en las repisas mostraban títulos no tan alejados de los que vio en la universidad así que mínimo Beelzebub tenía contacto con el mundo actual y sus descubrimientos sobre el universo. Varios libros ya los había leído y otros fueron descubiertos por sus ojos curiosos en esos días, Beelzebub estaba muy ocupado con las misas cada dos días así que no lo molestaba cuando se encontraba leyendo.

En resumen, Nikola había encontrado algunas cosas en ese lugar, algunos títulos eran de su época, otros de momentos antiguos en la historia, pero algunos tenían fechas de publicaciones un tanto... Irreales. Encontró muchos libros sobre temas matemáticos y genética, algunos de ingeniería y otros con temas de los que Tesla nunca había escuchado en su vida, las fechas eran variadas, pero lo curioso eran aquellos que tenían años futuros en sus portadas, por algún extraño motivo en esa biblioteca habían autores que ni siquiera habían nacido todavía, habían sucesos que aún no ocurrían en su tiempo y descubrimientos con los que Nikola apenas podía soñar, Beelzebub tenía acceso al pasado, presente y futuro ahí, ¿Tal vez porque era un dios?

Alabado sea el Señor [BeelNiko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora