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La chica de cabello corto se escondió atrás de aquel sofá abrazando sus rodillas siguiendo las indicaciones de aquella mujer cercana a ella.Temblaba de miedo,muchos de sus amigos la defendieron tratando de distraer a aquella horrible persona que estaba buscandola.
—Quedate aquí querida — Dijo la mujer para salir de esa casa.
Los fuertes truenos que venían de afuera solo lograban atormentar más a la pálida chica.Su cuerpo tiritaba del frío que le causaba estar empapada de aquella lluvia,lagrimas corrian por sus mejillas, el miedo a ese chico...
Nunca imagino que él hiciera tales atrocidades solo para estar cerca de ella...
Escucho como la puerta era abierta, cubrió su boca con una de sus temblorosas manos tratando de que ningún ruido saliera de su boca. Escucho como los pasos de aquella persona que entro se paseaban cerca del sillón.Cerro sus ojos rápidamente al escuchar como el sonido de los zapatos se escuchaba más cerca de ella, hasta que...
El sonido se detuvo,apretó más fuerte sus ojos y la mano en su boca temía abrir los ojos y observar a esa persona que deseaba que estuviera lejos de ella.
Derrepente sintió como alguien se sentaba a su lado, su cuerpo comenzó a temblar más de lo que lo hacía momentos antes.
— Te encontre..—
Abrió sus ojos rápidamente con temor sin querer voltear a donde él estaba.
El chico al observar eso la tomo con suavidad de su rostro, detuvo su mano ahí un instante para después, comenzar a voltear con delicadeza la cara de la chica,ella mantuvo sus rostro hacía el frente con fuerza sin querer mirarlo.
El de cabello negro puso más fuerza en su agarre comenzando a voltear de poco a poco el rostro de la chica que se resistía. Comenzó a perder la fuerza,hasta que finalmente el joven completo su acción.
Ahí estaba....ese rostro que tanto la atemorizaba..aquellos ojos que la miraban fijamente..
— No llores..— Dijo el azabache al observar como la castaña soltaba lagrimas.
— D-deja-me — Su voz temblaba no podía hablar bien.
Desesperada la chica comenzó a tratar de librarse del agarre del chico.El de ojos cafés sonrió de lado con gracia,seguido de esto tomo con fuerza las muñecas de la pálida chica y la aventó con fuerza hacía atrás quedando él encima de ella sosteniendose de sus piernas para no aplastarla.
— Por favor Marcus.. dejame..— Dijo sollozando
— Después de todo lo que e hecho para estar contigo eso me pides — Dijo con confusión el chico — No te soltare nunca..— Tomo el debil cuerpo de la chica en sus brazos.
— Sabes...Varios se interpusieron.Pero....ya no lo volveran a hacer..nunca más....— Dijo con seriedad.
La chica comenzó tratar de retener sus sollozos al comprender que sus amigos ya no la podrían ayudar.
— M-Marcus...¿Matty e-esta b-bien?— Pregunto con dificultad y con miedo a la respuesta del joven pelinegro.
— Claro que lo esta..se lo importante que es ella para ti...por lo cual le propuse un trato..— Dijo el chico sin querer soltar a la de hermosas pecas.
— ¿T-trato?..— Preguntó confundida
— Si...le dije...que si me ayudaba ella podría estar contigo siempre que quisiera y mientras no me traicionara la dejaría vivir— Dijo el muchacho con simpleza y con tranquilidad.
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Hola...espero les este gustando la historia si encuentran algún error ortográfico díganme para corregirlo.
Aquí les dejo una pequeña referencia de como estaba Cyrel detrás del sofá...
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