─ Único ─

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Te amo Shadoune...

La iluminación en aquella habitación era nula, una simple vela iluminando en frente de la cama, trayendo luz a la habitación casi por completo

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La iluminación en aquella habitación era nula, una simple vela iluminando en frente de la cama, trayendo luz a la habitación casi por completo. La cama bien arreglada, con ambos zapatos al lado de aquella misma vela que pronto se apagaría, los pasos que resonaban en la habitación iban de un lado para el otro, con dudoso cuidado, las astillas en sus pies ya no importaban, solo el pensamiento que llegaba sin aviso en su cabeza, que no podría jamás dejar de escucharlo.

Golpeaba los pequeños muros de su mente, resonando en aquel lugar tan pequeño. Abrumando su mente, sin dormir nada durante semanas, estaba agotado, su cuerpo caería de un solo soplido a su Ectomorfo cuerpo, tan jodidamente femenino, lo odiaba. 

Pero no nos apartemos de aquel estúpido pensamiento, que golpeaba cada vez mas fuerte su sentido nervioso, tenia que hacer algo para distraer su mente, ignorar aquel pensamiento. No podía estar enamorado de aquel ende, simplemente era imposible, por tres jodidas razones; 1 - Era por decirlo como poeta su mejor amigo, su alma gemela en amistad, su hermano, ¿Cómo podría verlo como algo mas que eso? IMPOSIBLE. La segunda razón era la siguiente; El ende francés estaba de novio con uno de sus compañeros, aquel hibrido de pato, tan tierno y amable ¿Cómo no podría gustarle aquel chico?, era todo lo que el nunca  podría ser; Amable, gentil, dulce, tierno, entre un monto de caracteres mas.

Sus pisadas pararon en seco, tomando aire, bastante aire, se dio la vuelta quedando frente a su catre, sentando se en este para tomar sus zapatos, tomar provisiones preparado para salir de la casa. Apago la vela de un soplido y salió por aquella puerta de madera bajando hasta la primera planta de la casa, donde se encontró con aquel ende. Dándose la vuelta al sentir la presencia del argentino, sonriendo al verlo.

—Hola spreen, ¿Vas a minar?— Pregunto dejando algunas cosas encima de la mesa de aquella habitación. El híbrido de oso se quedó quieto unos momentos antes de asentir nerviosamente. El ende sonrió aún más, y con entusiasmo dijo; —Iré contigo, déjame busco mis cosas — Para luego dejar al hibrido solo sin ni siquiera dejar que el respondiera, pero no le importó mucho, nunca podría decirle que no a él. Se sentó en una de las sillas de la sala, esperando con ansias al mas alto, sonrió pensando que por fin podría tener alguna conversación amena con el después de tanto tiempo.

Pensamiento que se fue a la misma mierda cuando vio al hibrido de pato a la par de shadoune con su mochila encima y una tierna sonrisa, —¿Quackity puede ir también?— Pregunto, tomando la mano del hibrido en sus manos, el otro los miro un mili segundo antes de asentir en silencio, saliendo de la casa junto a la pareja.

Sintiéndose mal tercio. 

Caminaba separado de ambos chicos, unos centímetros mas adelante que ellos. Ignorando su molosa conversación donde el no era invitado. Y eso era algo totalmente obvio. El pasto rugía al choque de sus pies con la maleza, y antes de seguir se topo con una pequeña rabin, donde se podían apreciar varios ítems que podrían necesitar. 

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