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₊❏❜⋮ Alatus ha estado recibiendo recientes quejas de diferentes residentes que dicen estar siendo perturbados por un ser perteneciente a la nación poblada de kitsunes, Inazuma.
Como guardián oficial, él y sus hermanos deberán encargarse d...
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✰|| 𝐈𝐧𝐭𝐫𝐮𝐬𝐨
Paso a paso, Alatus y su maestro se acercan al resto de adeptis que tratan calmar a la muchedumbre. Mientras que Morax tenía una idea en mente, Alatus se limitaba a seguirlo con esa cara inexpresiva de todos los días.
El barullo que se había formado en la plaza principal de la ciudad de Liyue era realmente molesto y agitado. Mientras que unos gritaban diferentes maldiciones otros abucheaban sin cesar a los cuatro inocentes vigilantes: Bosacius, Indarias, Bonanus y Menogias. El último mencionado escuchó los pasos del arconte y después los demás reconocieron el aroma a rocas húmedas del alfa. Menogias da media vuelta y suspira aliviado:
—¿Tiene alguna idea, mi Señor?— Con esas altas palabras, todos allí guardarían silencio en busca de respuestas.
—No.— Dijo a secas, Alatus abre los ojos incrédulo. — Pero Alatus sí — el nombrado abre aún más los ojos.
—Oh, ¿en serio? Dínosla, Alatus.— Pide Bonanus, ella rompe el muro de agua que había fabricado para retener a los humanos que trataban de subirse a aquel escenario. Estos están calmados, piensan que les espera una solución exitosa por lo que aquella medida de seguridad ya no es necesaria.
—Uhh...— Murmura el más bajo, todos allí lo miran con esperanza, incluso su Señor Morax espera unas brillantes palabras. El alfa menor siente las feromonas de confianza que desprenden todos allí. — Deberíamos... ¿Atraparlo? — Sugiere, una solución que ya se había planteado varias veces, el público abuchea otra vez con ira.
—¡Dijimos eso antes! ¡Habéis dicho que lo harían!— Gritan algunos.
—Lo que quiere decir Alatus es que lo haremos ahora mismo, ¡vámonos a capturar al intruso!— Suelta Bosacius fingiendo energía y despreocupación, con rapidez toma a sus cuatro hermanos con sus cuatro brazos y sale de allí sin siquiera despedirse de Morax, el cual se queda en silencio observando a los habitantes de su apreciada ciudad.
Reunidos en un monte de cima plana y con las posaderas enfrentándose a la imponente dureza del suelo, escuchaban con suma atención la información que Alatus había recolectado:
—En resumen, sabemos que viene de Inazuma... Tenemos su descripción física... Es un usuario Anemo, es una especie de zorro místico, es un beta, ha huido de su lugar de nacimiento y huele a hojas de arce...—Recapituló, dirigiendo su mirar al horizonte de manera pensativa.
—¿Puedo hacer una pregunta?— murmura Indarias.
—Adelante.— Murmura esta vez Xiao.
—¿Qué es una hoja de arce? Jamás he oído hablar de ello.— Explica con timidez, la pelirroja cree ser la única en desconocer dicho término.
Menogias frunce el ceño. —Ahora que lo dices... Yo tampoco lo sé.
—Ni yo.— Incluye Bonanus desanimada; Bosacius permanece en silencio y habla tras un viaje rápido de recuerdos:
