•:◦✩ 𝐏𝐋𝐀𝐓𝐎𝐍𝐈𝐂 🦋
❪a draco malfoy fanfiction; harry potter❫
❝I STILL DON'T UNDERSTAND HOW I FELL IN LOVE WITH A GIRL AS PATHETIC AS YOU❞
________ ﹝🦭🐍 🎬﹞donde Althea Black, conocida por ser la hija del famoso Sirius Bla...
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Cuando Draco llegó al aula, el profesor Snape ya estaba allí, con los ojos fijos en unos papeles que había sobre su escritorio. El profesor de pociones miró a Draco, con un dejo de fastidio en su mirada penetrante.
—Llegas tarde, Malfoy —dijo con su habitual tono frío. Draco reprimió un suspiro.
—Me disculpo, profesor —dijo, con la voz tan serena como pudo.
Althea, tardó en llegar al salón de pociones para que el profesor Snape pusiera el castigo, ya que al ser el jefe de casa era su obligación poner los castigos cuando otro profesor lo mandaba. Ella de manera despreocupada, ya bastante acostumbrada a los castigos gracias esa naturaleza bromista que tenía, que de hecho comenzaba a cansarla, ya no tenía prisa por llegar. Tardó aproximadamente diez minutos en llegar a las mazmorras del castillo, y cuando llegó entró sin siquiera saludar, como ya se le hizo costumbre con el profesor Snape.
Snape, con la mirada fija en los papeles de su escritorio, levantó una ceja cuando Althea entró en el aula. La había estado esperando y su llegada despreocupada no lo impresionó.
—Black —dijo con voz fría como el acero—. Llegas tarde.
—¿Le extraña profesor? —preguntó Althea con una ceja alzada, mientras miraba de reojo a Draco y su estómago se revolvía de los nervios. Tuvo que recordarse a sí misma que tenía que superar su enamoramiento y dejó de mirarlo, cruzando sus brazos con aburrimiento y esperando a que Snape les pusiera el castigo a ambos. La expresión de Snape se oscureció aún más al ver la respuesta frívola de Althea.
—Su insolencia no tiene límites, señorita Black —dijo, con un tono gélido.
Draco, que había estado observando en silencio el intercambio, no miró a Althea. Tenía la mandíbula apretada, tratando de controlar sus emociones. Su actitud descuidada no ayudaba a su estado ya agitado.
—Hija de Sirius Black tenía que ser yo —se encogió ella de hombros, a pesar de su disgusto por ser hija de Sirius. Ella amaba a su padre, pero él no era el padre modelo.
El labio de Snape se curvó en una leve mueca de desprecio ante sus palabras. Sabía muy bien de dónde provenía esa actitud: la infame reputación de su padre la precedía.
—La influencia de tu padre es tan obvia como tu falta de respeto —dijo, con la voz llena de desaprobación.
Althea se encogió de hombros de nuevo, aparentemente imperturbable ante las palabras de Snape. Pero en el fondo, sabía que él tenía razón. A menudo la habían comparado con su padre, y era una comparación que no le gustaba. Odiaba que la etiquetaran como una copia al carbón de Sirius, especialmente cuando se hacía de forma negativa. Draco, todavía en silencio a su lado, no pudo evitar mirarla de reojo. Su indiferencia era a la vez exasperante y algo admirable.
