Un sueño a la vez

Escultura de muerte

Era una noche muy fría y algo solitaria. Pude observar que a lo lejos había un show de halloween, o eso parecía. Mi hijo y yo estábamos afuera, sentados en un lugar que no reconocí.
Comenzaron a pasar varias personas disfrazadas, todas ellas se dirigían hacia la misma dirección. Y sí, sí daban mucho miedo, sus disfraces parecían demasiado reales.
Mi hijo estaba sentado un poco lejos de mí, así que mi intuición de madre, naturalmente, me hizo acercarlo a mí porque presentía que algo iba a pasar. No me equivoqué.
Algo se comenzó a acercar hacia nosotros. No pude ver qué era, pero tuve la sensación de que no era nada bueno.

Sentí mi cuerpo pesado, como si se tratara de una fuerza mayor que me apretaba el pecho. Parpadeé y al instante, ya no nos encontrábamos ahí. Estábamos en un lugar que parecía ser un bosque, a la orilla de un río en donde había tres objetos de madera.

El primer objeto era un espejo de un color azul muy oscuro, viejo y desgastado. Éste, parecía tener sangre sobre su superficie; sangre seca y a la vez reciente. Algo inusual, es que pese a que era un espejo, reflejaba una imagen que no era nada de lo que tuviera enfrente. Es como si se tratase de una puerta hacia otro lugar.
Del segundo objeto solo tengo un vago recuerdo. Era un pedazo de madera simple de un color claro; plano y alto, que estaba apoyado al tronco de un gran árbol que tenía detrás. Al igual que el espejo, se veía sucio y desgastado, también con manchas de sangre. Además, este daba la impresión de que estaba podrido.
El tercer objeto era la figura de una persona atrapada, nuevamente, en un pedazo de madera, esta vez más oscura que la anterior. La cual, era bastante más alta en comparación con la que tenía a su lado. Sin embargo, ésta se posaba horizontalmente en el piso, como si estuviera descansando.
En esa misteriosa escultura, aún se veía su rostro, era una mujer muy bella. Una mujer que en su mirada reflejaba sentimientos que te atrapaban con solo mirarla; tristeza, soledad, angustia, miedo, traición y un muy profundo dolor. Miraba hacia abajo como si estuviera a punto de llorar. Una mujer atrapada entre dos planos, buscando el descanso eterno. Una mujer que solo deseaba ser liberada. En su expresión inerte solo reflejaba un alma cuya luz fue apagada cruelmente, parecía que solo quería encontrar la paz que le fue arrebatada.

(Imagen con fines ilustrativos)
Creado por: Fred Zavadil

Había alguien más en ese lugar y a pesar de que no podía ver físicamente quién era, ni sentir su calor en presencia, sí lograba escuchar su voz. Sonaba clara y profunda, casi como si me hablara desde el interior de mi mente.
Algunas de sus palabras no las recuerdo del todo, pero era evidente que estábamos presenciando una especie de ritual.

-Solo queremos regresarla, esto tiene que pasar.
Son las únicas palabras que logré escuchar bien.

Aquella persona ausente, quería lanzarle aquellos pedazos de madera a mi hijo, ordenando solo con su voz, como si tuviera habilidades de telequinesis. Mientras repetía una y otra vez palabras que no alcanzo a recordar. Por muy asombrada que yo estuviera por la inusual y tétrica situación, actué rápido y no lo permití. Lo halé del brazo hacia mí y lo cubrí con mi cuerpo, mientras intentaba alejarme de aquel lugar aunque no supiera dónde estaba. No iba a permitir que nada malo le pasara.

Es increíble cómo no me sentía asustada con lo que estaba ocurriendo hasta el momento en que vi en peligro la luz de mi vida. Lo protegeré, así el precio cueste sacrificar mi propia vida.

Corrí y corrí, hasta que desperté.

°

Recuerden que esto y todo lo que verán aquí, son sueños que he tenido. Así que, es probable que hayan huecos en el contexto y sucedan situaciones sin respuesta. O bien, que haya algún tipo de patrón en cada sueño.
Espero que disfruten leyendo lo que mi incosciente creó alguna noche de mi vida.

Gracias por leer.♡♡