El distrito doce es el lugar más pobre de la nación de Panem, localizado en la montañas, con una población de 1000 habitantes, especializado en la minería de carbón.
El Distrito 12 consiste en 4 diferente zonas: La veta, la sección comercial, la aldea de los vencedores y El quemador.
La Veta es la parte más pobre del Distrito 12, La Veta esta localizada en el borde del Distrito 12, cerca de los bosques. Es extremadamente difícil buscar comida ahí, y muchas familias viven en la pobreza. Debido a esto, un adulto que vivía mucho era respetado y se pensaba que era sabio. Muchos de los que vivían ahí eran miembros restantes de sus familias, debido a los accidentes de las minas o al hambre.
Temprano en la mañana, las calles de la Veta estan llenas de gente cansada y trabajadores de las minas en camino al trabajo. Todo en esa parte del distrito estaba cubierto de una capa de polvo debido a la minería de carbón de la región.
Los residentes de la Veta por lo general tienen el cabello oscuro, ojos grises y piel olivácea, tal vez era por eso que Melia Williams se sentía como pez fuera del agua entre los niños del orfanato de la Veta, pues sus cabellos dorados y ojos verdosos no se veían comúnmente en la Veta.
El distrito se encontraba delimitado por una cerca electrificada, claro que Melia sabía perfectamente que no era así, supuestamente la cerca servía para mantener a los animales lejos del distrito, pero claro que también servía para mantener a los habitantes dentro con la amenaza de estar electrificada. La rubia solía escapar por las noches y salir al bosque, no sé alejaba tanto de la cerca pues no sabía defenderse de los animales que habitan el bosque.
Aquella noche no fue diferente, Melia estaba sentada al pie de un árbol, disfrutando de la poca libertad que podía tener, odiaba estar todo el día entre las cuatro paredes del orfanato. Melia era huérfana, una noche cuando era bebé fue abandonada en las puertas de aquel orfanato y posteriormente encontrada por una cuidadora, le dieron comida y un techo donde vivir y por supuesto poca libertad. Hacía un tiempo que Melia descubrió que la cerca en realidad no estaba electrificada y tardo menos encontrando una salida, sabía que había dos chicos que, al igual que ella, salían del distrito a cazar, eso no le agradaba en absoluto ella prefería salir a contemplar la naturaleza, pero entendía perfectamente que necesitaban conseguir algo de comida.
En realidad no había muchos animales cerca del distrito, eran más ardillas y aves, aunque de vez en cuando Melia lograba visualizar a lo lejos algunos ciervos que van de paso, ni siquiera los animales quieren estar cerca del distrito. Si por Melia fuera, ella ya no estaría viviendo en ese horrible lugar, pero claro que no tenía a dónde ir y ningún familiar a quien recurrir. El sol estaba a punto de salir, el tiempo se le pasó volando y debía regresar antes de que se dieran cuenta de su ausencia.
Se levantó y dió una última mirada al hermoso bosque, contemplando así el amanecer, corrió por el mismo camino que seguía siempre que salía al bosque como decía ella nunca se alejaba mucho, pronto llego a la entrada, hecho una rápida mirada antes de entrar pues no quería ser pillada por algún agente de la paz y podría ser torturada o castigada por romper las reglas.
Entro al distrito, recorrió las polvorientas calles de la Veta hasta llegar al orfanato, suspiro hechando una mirada hacia la cerca, ahora estaba muy lejos de su preciado bosque al que solo podía ir en las noches cuando las cuidadoras se descuidaban y los niños estaban profundamente dormidos. Antes de entrar miro el interior no quería problemas con las cuidadoras, ellas solían ser muy amables si se portaban bien y muy estrictas con aquellos que rompían las reglas, Melia estaba en un punto medio, las rompía solo cuando no la veían, no estaba haciendo nada malo ¿O si?
Entro al orfanato y posteriormente a su habitación que compartía con las demás chicas de su edad y una que otra chica mayor, cuidadosamente se metió entre las cobijas intentando hacer el menor ruido posible. Se quedó dormida por algunos minutos hasta que fue despertada por Jane, una chica pelinegra mayor que ella. Melia se sentía cansada por su escapada nocturna, pero no sé quejo había valido la pena. Melia se despojo de sus cobijas estirándose en el proceso.
—Tienes hojas en el cabello, ¿Que estuviste haciendo? —cuestionó la mayor frunciendo el entrecejo.
Melia rápidamente se sacudió el cabello quitándose las hojas y pensando en una respuesta que sonara lógica sin revelar lo que verdaderamente estaba haciendo.
—Yo... —intento dar una respuesta convincente, pero fue interrumpida por Jane, quien volteó los ojos y habló.
—No importa —nego con la cabeza —. Te toca hacer el desayuno.
Melia asintió y salió de la habitación sintiendo un gran alivió. Entro a la cocina y vio los pocos ingredientes que tenía, claramente eso no le alcanzaba para alimentar a todos, tendría que pedir mas teselas. Las teselas eran una ración de granos y aceites que alcanzaría para sobrevivir por un año, pero claro que teniendo en cuenta cuántos eran en el orfanato una sola tesela no les abastecería. Pero pedir mas comida era peligroso, cada vez que se pedía una tesela se agregaban más veces sus nombres a la urna de los juegos.
Los juegos del hambre eran una extraña celebración creada por el Capitolio después de que los trece distritos se revelarán, el Capitolio tomo el control y "elimino" al distrito trece, dejando únicamente doce distritos existentes y poniendo cómo castigo los juegos del hambre, dónde cada año los distritos tendrían que mandar dos niños, niña y niño a competir a muerte. A Melia se le hacía inhumano mandar a unos niños a morir de las formas más horribles posibles.
La cosecha de los septuagesimos terceros juegos del hambre está por llegar y el nombre de Melia saldría 35 veces en la urna.
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The Fire Mockingjay
Fanfiction"Los juegos del hambre se convirtieron en el símbolo de la opresión, un recordatorio cruel de la tiranía del gobierno totalitario de Panem sobre su gente. Pero la historia de Melia Williams, una chica del distrito 12, demuestra que incluso la llama...