- su vestido señorita - su dama de compañía coloco el hermoso vestido celeste con destellos brillantes sobre su cama
- gracias. Pon más horquillas, no quiero que el peinado se caiga - ordenó a otra dama que la peinaba
- cómo ordene señorita
- y pon un poco de tinta en mis mejillas, no quiero verme muerta - las mujeres se apuraban a hacer lo que su ama ordenaba - ¿perfume de rosas o gardenias?
- deberías usar de jazmín - su hermana Helga Haraldsen, sugirió desde la puerta
- porque no se me ocurrió antes - sonrió mientras tomaba el pequeño frasco
- porque tú eres la hermana bonita, yo soy la inteligente - guiño un ojo sonriente - salgan, yo terminaré de ayudarla
Todas las damas hicieron caso a la menor de las hermanas, mientras Helga se posicionaba para terminar con el peinado
- deberías relajarte
- estoy relajada - su pequeña hermana apretó su cuello y ella ahogo un grito dando a notar lo tensa que estaba - vale, puede que no esté del todo relajada
- todo saldrá bien
- sé que si, he sido literalmente criada para esto, sé como hacer que todo funcione
- ¿entonces porque te preocupas tanto? - sus miradas se conectaron a través del espejo, y eso fue suficiente para que la mayor sintiera la confianza de desahogarse
- ¿y si él no me gusta? - y sus preocupaciones tenían fundamento, pues aún que desde los catorce años se le informo sobre su compromiso, jamás habia visto al dios con quién iba a casarse
- ¿Te preocupa su físico o su personalidad?
- ambos
- bueno, si su personalidad es horrible, tendrás un castillo enorme como hogar, siempre puedes huir de él - se encogí de hombros - y si es horrendo, bueno, yo podría oponerme en su matrimonio
- ¿y cuál sería tu excusa?
- diré que me eh enamorado de él, luego fingiré mi muerte y tú podrás evadir la boda con la excusa de que no quieres manchar el recuerdo de tu querida hermana
Amabas rieron, Liv realmente agradecía el apoyo de su hermana, aún que la idea que ofrecía era tan irreal como intentar escapar de ese matrimonio
- desearía que fueras conmigo - las risas desaparecieron tan pronto llegaron
- no sería bien visto que una dama visitará al promedio de su hermana - tomó sus hombros, intentando aligerar el peso de su hermano mayor
- al diablo la etiqueta!
- Liv Haraldsen, ¿acabas de decir una palabrota? ¡El mundo se está acabando!
- déjate de tonterías. realmente estoy estresada - sobo su cuello intentando calmarse
- vamos, ponte ese lindo vestido y sal con la cabeza bien alta - sonrió y la pelirroja le devolvió el gesto
Una vez estuvo lista bajo a la sala principal, dónde sus padres ya la esperaban
- ¿lista princesa? - pregunto su padre
- lista - asintió después de un largo suspiro
El viaje en realidad fue corto, Asgard no estaba muy lejos de Mishnock, sin embargo los nervios y el constante cosquilleo en su estómago hizo que para Liv el viaje fuera eterno
- está será la primera visita de muchas que el príncipe Thor y tú se harán de ahora en adelante asta el día de su boda - menciono su padre intentando aliviar la tención
Cosa que no logro
- ¿podrá venir Helga conmigo en la siguiente visita?
- después de la siguiente visita ya no será mal visto que ella venga, pues Thor y tú ya se habrán conocido - Eyra Haraldsen diosa del amor y la pasión, intento tranquilizar a su hija
Cuando por fin llegaron a Asgard Liv quedó asombrada por la belleza del reino. Y por supuesto sintió las náuseas propias de la ansiedad contenida, estaba a pasos de conocer al hombre con el que pasaría el resto de su vida
La familia fue dirigida astá el salón principal dónde los reyes, y príncipes les esperarían
Sus padres entraron y saludaron primero, y cuando escucho su nombre siendo anunciado entro
- padre de todo - se reverencio - reina Frigga - repito la acción y se encaminó a los príncipes - príncipes
Liv no tenía conocimiento de cuál era Thor, sin embargo uno de los príncipes llamo su especial atención, era pelinegro y sus ojos le recordaban a hielo, vestia de tonos obscuros. No pudo evitar repetir para sus adentros una y otra vez "que sea él, por favor que sea él"
- Lady Liv, permítame presentarle a mis hijos - Odín por suerte, entro para aclarar sus dudas - el mayor y heredero al trono, Thor
Para su desgracia, quien se encaminó a ella fue el rubio, era apuesto sin duda, pero no causo una impresión tan buena el Liv cómo su hermano
- Lady Liv, un placer conocerla al fin - beso el dorso de su mano
- el gusto es mío alteza - hizo una corta reverencia
- y el menor, Loki - terminó de presentar el padre de todo
Esta vez una sonrisa genuina surco su rostro mientras lo veía acercarse, notando más precisas sus fracciones
- Lady Liv - tomo su mano para besarla
- príncipe - esta vez sus ojos no dejaron los de el dios mientras hacia una reverencia, pues esos ojos tan claros cómo el hielo eran un imán hipnotizante para ella
- Thor, por qué no le das un recorrido a la princesa por el castillo - el padre de todo interrumpió el momento
- si padre - Thor se encaminó hacia la chica y le ofreció su brazo
Con pesar muy bien disimulado lo tomo, dando una rápida mirada al pelinegro
- mis disculpas majestad, pero no es costumbre en nuestro reino que los prometidos vallan solos, necesitan un chaperón - Eyra interfirió
¿Desde cuándo es eso costumbre?
- Loki puede acompañarlos, no se preocupe Reyna Eyra, Liv estará a salvo con ellos - está vez fue turno de Frigga para intervenir, ambas se dedicaron una sonrisa cómplice
Pues, nada está escondido ante el ojo de una madre
Mucho menos para las diosas del amor
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𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 𝙻𝚘𝚔𝚒
Romance𝙎𝙚𝙧𝙚𝙣𝙙𝙞𝙥𝙞𝙖 || 𝘏𝘢𝘭𝘭𝘢𝘻𝘨𝘰 𝘷𝘢𝘭𝘪𝘰𝘴𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘥𝘶𝘤𝘦 𝘥𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭 Liv Haraldsen desde pequeña ah sido comprometida con el dios del trueno, Thor Odinson. El día que por fin conoce a su prometid...