No recuerda un momento exacto en donde su relación de desconfianza, paso a la de compañerismo y a lo último en algo más íntimo entre ellos.
Las palabras cariños y promesas tiernas de un futuro juntos, para ellos era en vano. Kisame sabe que ninguno de los dos tiene salvación, no obstante Itachi cree fuertemente que el único con una oportunidad es Kisame. Ambos desde muy pequeños vivieron en carne propia, la crueldad de los humanos, distorsionando en su cerebro la perspectiva de la realidad. Cada uno eran llamados traidores y asesinos en sus respectivas aldeas, en el libro bingo al resto del mundo, están metidos en lo profundo de la oscuridad en donde nadie los sacará de ese lugar, pero Itachi cree sacar a Kisame de eso.
Kisame ha tomado una decisión y no piensa retractarse; el día que Itachi de su vida por sus pecados, él lo seguirá al sueño eterno. Una decisión que Itachi, aunque no lo aparente, le aterra y desespera. No quiere llevarse a más nadie a su fatídico final, considera suficiente tener las manos manchadas de sangre de sus familiares y la consciencia carcomiendo de la culpa por todo el dolor provocado a su hermano menor.
—Te veo peor que los otros días — comenta Kisame, dejando en el suelo una bandeja que llevaba en sus manos, encima de ella traía un vaso de agua y las medicina del otro.
—Lo merezco. —Fue su corta y débil respuesta.
A esas alturas, Kisame desistió en hacerle cambiar la perspectiva que tiene así mismo. Son criminales, no debían de sentir algún tipo de remordimiento por las víctimas que cargan a sus espaldas, pero Itachi es diferente. En muchas ocasiones trató de que hablará, sobre sus motivos de la masacre Uchiha, mas nunca le contó nada y siempre respondía:
—Lo hice porque quería probar mi poder.
No le cree, nunca me creyó desde que empezó a profundizar con el Uchiha.
—Me iré, el líder me necesita para una misión en Kumo —anunció, Kisame viendo como Itachi asentía.
Pain sabia sobre la situación-la enfermedad en sus pulmones- de uno de sus subordinados, no se arraigaría a mandarlo y la misión fracasase, pase a saber las excelentes habilidades del Uchiha.
• • •
Entre más pasaba los días, Kisame notaba un cambio drástico en Itachi y este se negaba en tomar sus medicinas. Se estaba desesperando, teniendo miedo que la muerte de su compañero fuera por su enfermedad y no como este quería; ser asesinado a manos de su hermano menor.
Habían noches en donde Itachi se despertaba con muchas náuseas, pase a no comer casi nada en el día. Bajo unos cuantos kilos en poco tiempo, el dolor en sus ojos y la ceguera, era peor. A ese paso, Itachi iba a morir. Kisame programo un viaje, en uno de sus días libres y a escondidas para buscarle una medicina más fuerte a Itachi. Podría llamarlo egoísta y cruel, pero una parte de él, no quiere que Itachi abandone este mundo.
Bien que lo seguiría hasta la muerte, pero, ¿Cómo asumir la muerte de la persona que más ama en el mundo? Una cosa es la promesa propia en seguirlo, otra es vivir ese sentimiento de perdida que lo atormento en el pasado. Y es curioso, las personas que mataron a sus padres y hermanos, fueron ninjas de Konoha, en tiempos de guerra; repudia a Konoha por eso y más. Pero, ¿Por qué no repudiar a Itachi? Prácticamente hizo lo mismo que esos ninjas que le quitaron a su familia, mas hay algo en el Uchiha que le hace imposible llegar a tener algún sentimiento negativo a su persona.
Una semana. Fue lo que duró el viaje de Kisame y en efecto, pudo conseguir una medicina más fuerte para Itachi.
Para la sorpresa de Kisame, Itachi no protesto en tomar la nueva medicina y aunque mostró mejoría al mes, seguía con ciertos síntomas que no entendía.
—Al parecer no funcionó del todo —concluyó Kisame, al ver como Itachi pasaba largos minutos devolviendo lo poco que podía comer.
Itachi no es alguien de dormir, pero ahora pasaba de dos a tres horas durmiendo en horas de la tarde. En las misiones, su rendimiento no era el de meses atrás y eso le preocupaba. Kisame tenia que volverse muy observador, porque sabe que el otro jamás le diría como se sentía en realidad, sabe su deseo de morir y esta llegando a pensar que algún día, Itachi se iría sin que se dé cuenta para morir lejos y no ser seguido en su sueño eterno.
No iba a permitir que Itachi se fuera de su lado.
—En realidad, no quise quedarme sólo. —Empezó hablar Itachi de repente—. Debí matarlo, pero no pude. Visualice mi futuro, viéndome sólo, sin él y decidí dejarlo vivir, condenarlo a algo que no tiene culpa. Yo soy el culpable por mis malas decisiones. —Suspiro, sin quitar la mirada del río.
—¿Malas decisiones? —cuestiona Kisame, sin entender esa parte.
—Asesinar a mi Clan, a cambio de dejar vivir a mi hermano o apoyar a mi Clan y dejar que se efectuará el golpe de estado. Todo fue una orden, cumplir la de mi padre o la de mi líder en ese entonces —contó una verdad que Kisame desconocía.
No le sorprendió escuchar esa verdad. De por sí, es era muy sospechoso ciertas actitudes de Itachi a la hora de matar en las misiones.
—¿Me odias? —cuestionó ante el silencio del otro—. Soy peor que un asesino cualquiera, peor que tú y los demás —añade, ahora mirándolo a los ojos, sin su Sharingan activo.
A Kisame le sorprendió verlo por primera vez, sin esos ojos rojos que la confesión de hace minutos atrás.
—No te odio. Te admiró y te respeto, la perspectiva que tengo de ti, no cambia con lo que me acabas de contar —aclaro seguro de sus palabras.
Sin decir nada más, apoyo su frente contra el pecho de Kisame y este pasa una mano por la espalda del Uchiha.
Tal vez, si aquello lo hubiese confesado en sus inicios, Kisame no tuviera reparos en atacarlo y denunciarle al líder de su dudosa lealtad a Akatsuki. En cambio ahora, en ese punto de su relación; amigos, compañeros y amantes. Kisame no tiene ni la más mínima intención de atacarlo, de ninguna forma.
Quiere protegerlo y cuidarlo, pero Itachi no se deja.
• • •
No entendía del porqué Itachi le evitaba. Lleva varias noches que Itachi se aparta de su lado y se va a caminar, sabe que no duerme mucho, pero últimamente casi no duerme y eso le preocupa. Tampoco podía darse ese lujo de preguntar a los demás Akatsuki sobre Itachi; primero que ellos no son amigos, ni mucho menos familia, están unidos por un propósito egoísta e individual, segundo Itachi no es de estar contando al mundo entero sobre su estado y tercero nadie le importa a nadie, cada quien vela por lo suyo.
Quiso darle su espacio a Itachi, pero le desesperaba que volviera a ser el Itachi de sus principios. Al menos ahora, se tienen cierto compromiso silencioso de fidelidad y también de intimidad. La intimidad entre ellos, no es solo sexo, abarca muchas cosas que son importantes y sagradas para ambos.
—Itachi —llama Kisame viéndole levantarse y saliendo de la habitación que compartían, mientras se tapaba la boca con una mano.
Quiso seguirle, pero su atención se fijo en un pergamino que Itachi lleva escondiendo por varias semanas. Kisame no le gusta revisar las cosas de Itachi, pero en esta ocasión haría la excepción, cada día ve a Itachi peor y este no tiene la intención de comunicarle lo mínimo de su salud, ni se deje ayudar. Es consciente que el próximo año, sería en el que Itachi morirá a manos de su hermano menor y puede que todo eso haga que se descuide más de lo habitual.
Se pone de pie y se dirige hacia donde se encuentra el pergamino. Le pareció extraño la facilidad que logró abrirlo, normalmente Itachi los sella con algún Genjutsu o trampa de menor calibre. Una vez que lo termino de abrir, quedó sorprendido al ver que era recomendaciones sobre hierbas abortivas. No le fue muy difícil unir todas las piezas del rompecabezas para llegar a la conclusión tan obvia y la cual no se había dado cuenta; Itachi estaba embarazado.
—¿Por qué revisas mis cosas? —La voz de Itachi, le sorprendió y apretó más el pergamino entre sus manos.
—¿Por qué no me dices las cosas? —responde con otra pregunta.
Al alzar su mirada, pudo observar esos ojos vacíos de color rojo y un rostro inexpresivo.
Hasta ahora se reprocha del porqué sigue esperando de que Itachi sea más abierto, cuando eso nunca va a pasar, no en esta vida. Sabe que él es así, pero se le hace difícil no enojarse cuando pasan ese tipo de cosas y ahora, ¿Un embarazo?
—Quieres que te hubiese contado sobre mi embarazo y planear una feliz espera —expresa en tono sarcástico, sin cambiar su expresión.
—Tan solo con decirme, ya es algo —reprocha, mientras cerraba el pergamino y lo dejaba a un lado.
No había gritos, tonos alzados. Solo un Kisame molesto y un Itachi cansado de todo. Sus discusiones parecían más una charla sin ganas que otra cosa y eso se debe a la personalidades de cada uno.
Itachi suspiro y asintió, dándole la razón a Kisame. Después de todo era de los dos, no de él sólo.
—Tengo cuatro meses y no quiere irse… se aferra mucho a mi y no lo quiero tener —confesó, en lo ultimo quebrándose su voz.
Por primera vez Kisame vio a Itachi llorar. No era un llanto, pero una lágrima resbalo por el pómulo, seguido de la mejilla y seguido de otras cuantas. Ni lo pensó mucho, antes de ponerse de pie e ir hacia Itachi, una vez lo suficientemente cerca lo envolvió entre sus brazos y ahí fue que lo escucho romperse por completo, mientras que con brazos temblorosos Itachi le correspondió al abrazo.
Entendía las posibles razones que Itachi tendría para no tenerlo; ambos criminales y sin futuro, el único futuro sería la muerte. De seguro Itachi no quería condenar a nadie más a un destino miserable, así como condenó a su pequeño hermano menor. Y Kisame proyecto un futuro en donde ese ser no nacido, sacará todos sus rasgos físicos y sea burlado como lo fue él en su niñez, sin padres y el blanco de las burlas, luego creció y vieron su potencial, la aldea lo quiso utilizar.
Todo es complicado y no le reprocha a Itachi lo que estaba tratando de hacer, lo entiende.
—¿Lo sabías? —pregunta, refiriéndose a que si era consciente de que podía quedar en estado.
—No. Si fuese el caso, tendría mucho más de precaución y esto no hubiera pasado —admite, sin querer alejarse de Kisame.
En el tiempo que llevan juntos, es la primera vez que se expone tan débil ante Kisame y eso no le gusta, siempre aparento ser fuerte y tener control de las cosas, pero en esta ocasión, no era así.
—No todo lo puedes planear y salir a la perfección. Creo que ya haz aprendido la lección con anterioridad. —Ante las palabras de Kisame, Itachi solo pudo asentir dándole la razón.
Itachi sabe que algo en su profundo ser, rechaza sus errores. Ese algo que quiere hacerle creer que cada una de sus decisiones fueron correctas, cuando la realidad es otra. Tanto así que cierta parte de si mismo, niega la responsabilidad del camino que escogió su hermano menor, la otra parte lo acepta con gusto y culpa. Ahora traerá a un ser al mundo que de seguro cargaría con sus pecados, aplicando la típica frase de: «Los hijos pagan los errores de los padres». Y eso le aterra.
Puede ser bueno con los niños, pero a la final es un desastre. Después de todo, hirió irreversiblemente a su hermano menor y pase a los rostros de horror de todos esos niños Uchiha, él les quitó la vida con su katana. Aun tiene pesadillas al dormir, despertándose por la noche y sentarse a mirar el cielo o algún punto en específico, luego siente los brazos de Kisame rodearlo, sin decirle nada y sólo brindándole confort.
—Nacerá en marzo —dice Kisame de repente.
—Sí. El mes donde cumples años —confirma Itachi, seguido de un suspiro.
Ahora Kisame no piensa que Itachi puede morir a causa de su enfermedad o en la batalla que tiene planeado con Sasuke. Itachi puede fallecer, a la hora de dar a luz y pensando le bien, no sabe como lo hará Itachi. Había escuchado de hombres embarazados, pero jamás tener uno tan cerca, y menos se imaginó que Itachi sería uno de ellos.
• • •
En el transcurso de esos meses, todo se complicó. La enfermedad de Itachi se agravó y su estado lo debilitaba, a tal punto de tirarlo semanas en cama.
Kisame tuvo que hacer maniobras para ocultar el embarazo de Itachi al mundo. Noticias que Sasuke estaba en busca de su hermano mayor, llego a oídos de casi todo el mundo Shinobi y eso alarmó más a Kisame, era muchas cosas que debía de hacer para no ser descubiertos, las excusas que presentaba ante el líder sobre la ausencia de Itachi en las reuniones, se le estaban agotando.
Un mes. Solo falta un mes para que Itachi dé a luz.
Hay noches en donde Itachi no duerme por los movimientos del bebé, por el día se encuentra quieto y por la noche es donde se inquieta. También la incomodidad de hallar una posición cómoda, las pesadillas de la masacre Uchiha y la ansiedad que parecía consumirlo con lentitud, son las razones de sus noches en donde no duerme. Aunque el insomnio y pesadillas, ya eran presentes en su vida, antes del embarazo.
—Vuelvo en dos días —avisó a Itachi, quien solo exhalo con fuerza.
Kisame cerró ambas manos en puño, lleno de rabia e impotencia, sin poder hacer nada. Itachi no se lo mencionó, pero lo pudo notar; al respirar y al hablar, Itachi sentía como el pecho se le desgarraba y le provocaba una tos horrible. Su cuerpo se estremece ante la idea de Itachi muerto, es su destino y voluntad, y él la va a respetar. Meses antes tenía la promesa en irse con Itachi, pero ahora no puede hacerlo, no dejará en soledad a esa nueva vida que tiene tanto de Itachi como de él.
¿Cuándo dejo la lealtad hacia Akatsuki y se desvío hacia Itachi? No lo sabe. Puede ser al momento que empezó amarlo o antes, no tiene exacto el momento. Luego de la muerte de Itachi, su vida y lealtad sería al nuevo ser vivo.
Al principio, no entendía muchas cosas de las que decía Itachi, conforme pasaba el tiempo fueron temiendo sentido una a una y le daba toda la razón.
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One Shot| Kibō「希望」-[KisaIta]
FanfictionTítulo: Kibō(希望). Fandom: Naruto. Pareja: KisaIta. Sinopsis: La lealtad y amor de Kisame a Itachi, es tan pura que lo seguiría hasta la muerte, pero "algo" será su impedimento de seguirlo. Advertencias: •Canon Divergente. •Angst MUY Ligero + Leve...