🌼 extra 3: familia feliz.

6.5K 680 48
                                    

—¡Tío Tae, tío Tae!

—¡Papi papi!

Dos pequeños niños de unos cinco años entraron corriendo por la puerta de la pastelería. Uno era castaño y alto, con una sonrisa enorme a la que le faltaba un diente. El otro era más menudo, rubio y tenía unas grandes mejillas que le hacían verse como una pequeña cosita adorable. El omega que estaba detrás de la caja salió a su encuentro y abrazó a los pequeño con dificultad, le costaba trabajo hacerlo con su prominente barriga.

—Hola, niños. —saludó sonriéndoles con dulzura.

—¿Puede venir Sunoo a jugar esta tarde a mi casa?

—No sé, Sunghoon, ¿le has preguntado a tus padres?

—Papá Mimi me ha dicho que sí, ahora voy a preguntarle a papá Nam.

—¿Y qué ha dicho tu padre? —le preguntó Taehyung a su hijo.

—Que tú mandas.

Taehyung rió y negó sonriente, su marido no tenía remedio.

En ese momento, un alfa sonriente salió de la cocina con una bandeja cargada de pasteles recién ordenados.

—¡Papi! Esta tarde va a venir Sunoo a jugar a casa. —anunció Sunoo emocionado.

Namjoon sonrió y dejó el la bandeja sobre el mostrador.

—Eso es genial, peque.

Cogió a su hijo en brazos y le besó la mejilla, mientras Sunoo abrazaba cariñosamente la pierna de su padre y éste le hacia mimos en el pelo.

La campanilla de la puerta sonó, anunciando la llegada de dos personas al local. Aunque ni Namjoon ni Taehyung habrían necesitado aquel sonido para saber que sus parejas habían llegado.

—Estos dos renacuajos se nos han escapado, ¿ya les han contado sus planes malignos? —preguntó el omega, revolviendo el pelo de su hijo y dándole un pico a Namjoon, que lo tomó de la cintura y lo estrechó en un abrazo, dejando al pequeño Sunghoon en medio.

—¡Ay, qué me asfixian! —se quejó el niño y la pareja rió, besando cada uno una de las mejillas del pequeño.

La familia sonrió feliz.

Jungkook se habría detenido a contemplar la dulce escena, de no ser porque a él le esperaba una muy similar. Su omega le esperaba sonriente, con una mano sobre su abultado vientre y con su hijo mayor abrazado a su pierna.

—Papi...

El niño que Jungkook cargaba entre sus brazos se revolvió y se estiró en dirección al omega, que lo recogió y lo apoyó sobre su cadera, con cuidado de no lastimar su vientre.

Taehyung besó la cabeza del niño de un año recién cumplido, y este abrazó su cuello.

—Ey, Heeseung, déjame un poco, que yo también quiero. —dijo Jungkook acercándose a su familia y besando a Taehyung. —¿Cómo estás?

—Hinchado.

—Llevas ocho meses embarazado, Taehyungie, ya deberías estar acostumbrado. —bromeó Jungkook y ambos sonrieron.

Los clientes de la pastelería ya veían aquello como algo normal, la mayoría incluso acudían al local por el ambiente familiar. Muchos eran clientes habituales que acudían religiosamente a por el café y el trozo de pastel de las cinco. Que Taehyung cocinara como los ángeles también ayudaba, además de que Namjoon era un camarero ejemplar que alegraba a la clientela con sus sonrisas kilométricas. Taehyung se había negado a dejar de trabajar a pesar de su estado, no quería defraudar a sus clientes, por eso, todo el mundo en el barrio en el que vivían y en el que se encontraba la pequeña pastelería le tenía un gran aprecio a Taehyung ya su familia.

—Oye, guapo, ¿te apetece un picnic esta tarde?

—Park Jimin, ¿me está proponiendo usted una cita? —bromeó Namjoon, haciéndose el sorprendido.

—Puede, ¿qué me dices?

—No sé, pregúntale a mi jefe.

Jimin rodó los ojos.

—Ey, bolita, ¿por qué no cierran hoy antes y nos vamos todos de picnic? —sugirió

—¡Sí, picnic! —exclamaron Sunghoon y Sunoo al mismo tiempo.

Namjoon se unió al coro.

—Como si ahora pudiera decir que no. Le partiría el corazón a tu alfa grandote, y a los niños tampoco les haría gracią.

—Cómo me conoces, Taehyungie. —dijo Namjoon.

Los cuatro adultos rieron mientras los niños seguía celebrando el cambio de planes.

—Podríamos avisar al tío Beomgyu. —propuso Sunoo.

—Claro, luego lo llamamos. Aunque a lo mejor está ocupado, el último año de instituto es el más difícil.

—Hablas por nosotros dos, ¿no? —dijo Jimin.

Jungkook rió y abrazó a Taehyung por la espalda, frotando su barriga con amor y besando la marca de su unión. Se sentía plenamente feliz con su gran y bizarra familia; con el omega de sus sueños a su lado, con sus dos pequeños hijos y el que estaba en camino, con sus dos mejores amigos.Y sonrió, porque todo era perfecto y porque y no tenía que observar a Taehyung desde la distancia para apreciar lo perfecto que era.

Y sonrió, porque todo era perfecto y porque y no tenía que observar a Taehyung desde la distancia para apreciar lo perfecto que era

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
intocable ✧ kooktae (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora