intocable ✧ kooktae (omegaverse)

🌼 especial sunsun.

diez años después.

—Jeon Heeseung, deja de darle patadas a tu hermano.

—¡No quiere devolverme la PSP!

—Jeon Jungwon, devuélvele la consola a tu hermano ahora mismo.

—¡Pero si es mía!

—Jeon Jungkook, ayúdame con tus hijos.

El alfa apareció detrás del sofá y le arrebató a su hijo menor la consola de las manos.

—¡Eh!

—Para empezar, no sé qué hacéis jugando a la consola en una reunión familiar.

—Oh, vamos, Jungkook. No seas tan duro.

—Nosotros a su edad estábamos enganchados a la Xbox.

—¿Solo a su edad?

Jimin entró al salón cargando una ensaladera.

—Ya está aquí Namjoon el tío guay. ¿Quieres que le cuente a tu hijo qué hacías tú en los baños del instituto a su edad?

—Shhhh, lo que pasa en los urinarios, se queda en los urinarios.

—Menudo par de alfas, parecen críos.

Jungkook se acercó a su omega y rodeó su
cintura con un brazo.

—Menos mal que me quieres así. —dijo y dejó un sonoro beso en su mejilla, haciéndole sonreír ampliamente. Habían pasado casi quince años y aún se querían como el primer día.

Ya era tradición, todos los viernes las dos familias se reunían en casa de los Jeon para cenar juntos. Tres omegas, cuatro alfas y un beta recién presentado. Menos mal que la mesa era desplegable.

—Ya está todo preparado. —anunció Jimin.

—Genial, porque me estaba muriendo de hambre. —dijo Heeseung.

—No tan rápido, jovencito. Faltan Sunghoon y Sunoo.

Los dos hermanos resoplaron a la vez.

—¡Pero papá, nos morimos de hambre! —se quejó Jungwon.

—Si estuvieras muerto, no molestarías tanto.

—¡Jungkook!

—Era broma.

—Deben estar a punto de llegar, Sunoo me dijo que debían arreglar algo de clase, no tardarán demasiado.

En realidad, ya habían llegado. Al otro lado de la puerta, una joven pareja sostenía sus manos temblorosas.

—¿Estás listo?

—No.

—Cariño, ya habíamos hablado de esto.

—Lo sé, Sunoo, pero aun así...estoy nervioso.

El omega encaró al alfa, sostenido su rostro entre sus manos.

—Sunghoon, nos hemos criado juntos, nuestros padres son mejores amigos desde hace años, hemos hecho cientos de fiestas de pijamas con los renacuajos de mis hermanos... Ya somos como una pequeña familia. —Sunghoon sonrió. —Nos apoyarán, seguro. Van a alegrarse de que hayamos dado un paso más en nuestra relación.

—Pero... ¿Y si no lo hacen?

—Tendrán que hacerlo, porque, si de algo estoy seguro, es de que eres mi alfa y te quiero, y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Para Sunghoon, mirar los expresivos ojos de Sunoo era como despertar cada mañana y descubrir que era Navidad. Sentía que podría hacer cualquier cosa con tal de contemplar esa dulce y confiada sonrisa que le regalaba su amado omega. Se había enamorado perdidamente de su mejor amigo, no sabía muy bien cómo, ni cuándo pasó, quizá siempre lo hubiera estado. Llevaban más de un año manteniendo su relación a escondidas, pero sentía que había llegado el momento de gritarle al mundo que su corazón le pertenecía a Jeon Sunoo.