Jungkook y Taehyung sé conocieron en un parque mientras Jungkook paseaba a su perrito y Taehyung al suyo, todo paso tan rápido que no supieron explicar lo qué pasó cuándo ambos adultos sé miraron a los ojos, sus emociones fueron distintas a las qué suelen estar acostumbrados, sintieron ese cosquilleo tan característico qué muchas personas sienten cuándo sé enamoran, pero ellos simplemente lo ignoraron y siguieron su caminó, cómo sí aquella sensación jamás la hayan sentido, aún qué era así, porque con otras personas nunca la sintieron y ellos con sólo una mirada lograron sentir muchas cosas.
A la semana Jungkook había decidido visitar a su querida madre y llevarle cómo regalo unas bonitas flores, para así animar su día ya qué sabía que a su madre le encantaban las flores, se había arreglado demasiado a su parecer, pero algo le decía qué debía hacerlo, uno nunca sabe lo qué puede pasar y eso es muy cierto, le había puesto la correa a su cachorro antes de salir y cuando salieron de casa, fueron en busca de una florería, la encontraron y para su sorpresa fue encontrarse con el chico de hace una semana, vestía un lindo overol de mezclilla, usando una camisa blanca y un lindo pañuelo adornando sus cabellos rubios, perfecto.
Tragó saliva y sé acercó al contrario y tocó suavemente su hombro, no sabía si el contrario lo reconocería, pero sin duda alguna quería saber el nombre del chico qué le había hecho sentir ese lindo cosquilleo en la zona de su estómago, y casi sé queda sin aire al verle sonreír de esa manera tan linda y tierna a la vez, el chico no podía ser más que perfecto, hasta sonriendo dejaba ver su perfección.
-Hola, buenas tardes, bienvenido sea a la florería Arcoiris, dónde encontrarás las flores más bellas y hermosas qué alguna vez podrías haber visto en tu vida, ¿que desea comprar, caballero?- Sin nada más qué decir el contrario sonríe dejando ver así su hermosa sonrisa, dejando más qué facinado a Jungkook quién sé había quedado sin aire por un momento.
-Hola, buenas tardes, qué amable y educado es, ¿pero tiene orquídeas silvestres y tulipanes rojos?- Le sonríe de regreso al contrario, haciéndole sonrojar levemente y dejando a Jungkook más qué sastifecho por haber tenido el previlegio de haber visto el lindo rostro del florista sonrojarse.
-Claro qué si, venga conmigo, sé encuentra adentro las flores qué usted desea.- Comienza a caminar adentro del lugar y Jungkook sin dudarlo lo sigue con su perrito, al parecer al florista aquello no le había molestado.
Cuando entro al lugar no pudo evitar sorprenderse de lo hermoso qué era el lugar por dentro, las flores decorando de una hermosa manera por las esquinas y pegadas a las paredes, unas adornando unas masetas arriba de una amplia y muy grande tabla, cerca del mostrador había unas pequeñas camas qué decían "Lugar dónde puede descansar su mascota", no pudo evitar sonreír al leer aquello, permitían los perritos y eso le pareció lindo y único.
-Puede dejar descansar a su cachorrito en las camas más atrás, son más grandes y aptas para el.- Jungkook lo mirá y no puede evitar no sentir nuevamente esa sensación tan bonita cuando lo ve sonreír, sin duda alguna podría acostumbrarse a ver esa hermosa sonrisa todos los días de su vida.
-Oh, muchas gracias, ¿pero no tiene miedo de qué le rompa algo?, es qué aún es cachorro, aún qué no le parezca y es muy juguetón, y puede romper algo.- Murmuró un avergonzado Jungkook.
-Claro qué no lo hará, está mi cachorro qué puede jugar con el mientras nosotros buscamos las flores qué usted desea comprar, aún qué si quiere llevarlo con nosotros, por mi no hay problema, joven.- Señala al cachorro qué sale de entre una de las pequeñas camitas y ladra comenzando a mover su pequeña colita emocionado.
-¿No tiene miedo de qué mi cachorro al ser algo más grande qué él lo lastimé?- Miró al pequeño perrito y luego al suyo, era una gran diferencia de tamaño y tenía miedo de que Bam lastimara al cachorro ya qué el nunca había jugado con un perrito de menor tamaño qué el.
ESTÁS LEYENDO
ғʟᴏʀɪsᴛᴀ
Fanfiction゚・。🍒 [ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇ] 🍒。・゚ ╰──ིੑOye.- Llamó sintiendo cómo sus mejillas sé volvían rojas al recibir la atención deseada. -¿Tienes pareja?- Mordió su mejilla interiormente y suspiró cuando recibió una repuesta negativa, pero para el fue positiva sin duda...