Soy ese acorde que enciende tu día.
Ese latido que emana tu esencia.
El impulso racional que altera tu mente.
El reflejo inerte y frío en el espacio transcisional de tu vida.
La oscuridad necesaria para sosegar el brillo ilusorio y anestesiante en ti.
Esa luz que aleja los demonios danzantes de tus miedos oscurantistas.
Os dejo mis alas, rotas pero afiladas, para volar al infinito.
Mi bastón rechinante por las cargas lascerantes y banales de la apariencia.
Mis frágiles manos moldean el arje de tus sueños por cumplir.
Mi razgante y lastimera voz es capaz de bajarte a la realidad.
(Injusta, cruel pero humana realidad)Mis ojos cual ángel de la muerte muestran tus miedos más profundos.
El acorde diario te renueva y anestesia tu alma para seguir en este valle sangrante y hondo de nuestra vida cotidiana.
Te dejo mis alas, rotas pero fuertes para emigrar, por siempre.
No mires atrás...