Robe El Primer Amor De La Protagonista | Vol. 1

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3. Rompiendo las Reglas

"¡Karin! ¡Karina!"

Fue la fuerte voz de Daniel la que rompió el ambiente romántico.

"Bueno, mmm"

Aster retiró su mano de mi hombro, tosiendo en vano y alejándose.

Sonreí torpemente y negué con la cabeza.

"El duque de Malphyrion te está buscando"

"No es frecuente que Daniel me busque"

Fui apuñalada en mi conciencia por nada, así que puse excusas sin darme cuenta.

Aster miró hacia abajo en silencio con una sonrisa.

"Como dije antes, me pongo muy celoso. No quiero que mi amante sea amiga de este chico o de ese otro como cualquier otra persona"

"Mi relación con Daniel ha terminado por completo”"

Termino quejándome sin razón.

Aster palmeó mi hombro como para calmarme. Dejando atrás nuestros remordimientos, nos dirigimos hacia Daniel, quien gritó mi nombre con la garganta ronca.

༻◇༺

Salimos del jardín y encontramos a Daniel no muy lejos.

Daniel, que corría detrás de mí, se detuvo cuando vio a Aster con una expresión plana a mi lado.

"Su majestad, su majestad también estuvo aquí"

"No debes olvidar lo que dije, Duque"

"Por supuesto"

Podía sentir el aire frío detrás de mi espalda.

Deliberadamente me acerqué a Daniel sin mirar atrás.

"¿Qué pasa?"

"Ah, eso es…"

Daniel miró a Aster.

Como era la historia de Tatiana, parecía dudar en hablar en presencia del emperador.

Aster nos miró a los dos y se encogió de hombros.

"De nuevo es algo se debe decir entre amigos de la infancia. Estaré fuera de esto por ahora, así que solo habla y regresa"

"Gracias, Aster"

Aster nos dio espacio.

Cuando su apariencia desapareció por completo en la distancia, Daniel rápidamente abrió la boca.

"Tatiana es un poco extraña"

Pensé que iba a decir lo de siempre, pero me quedé atónita.

Cerré la boca por un momento, luego lo miré y le respondí.

"¿Viniste a mí solo para hablar así?"

"¿Eh?"

"Tú eres el que ha estado jugando con Tatiana, Tani o lo que sea hasta ahora"

Daniel se estremeció ante mi tono.

"Bueno, solo somos amigos"

"No importa qué tan cerca sean, es de sentido común que no debes llamar a una mujer casada por su apodo"

Cuando todavía tenía esperanza en este mundo, le había dicho esto varias veces.

Era el momento en que Tatiana se turnaba para cambiar a los hombres y los cargaba.

Quería sacar a Daniel de esa multitud de tonterías ya que lo conozco desde que éramos niños.

Pero lo que volvió a mí fue una reacción fría.