Capítulo 2

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Taehoon odia a yeonwoo, porque le recuerda a dowoon, Porque es el títere de alguien más, porque no es el dueño de su propio cuerpo, porque no puede tomar decisiones propias, porque es sumiso con las demás personas, porque no controla su propia vida.

Taehoon odia alas personas que son marionetas de sus propios padres, odia que no hagan lo que quieren con su propia vida. Taehoon odia a ese tipo de personas.

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Yeonwoo luego de ese encuentro no tan agraciado con taehoon se fue caminando hasta su casa, pensando en el recién nombrado.

Sentía admiración, y agradecimiento por haberlo sacado de su infierno, se sentía en deuda con el por eso, así es que si taehoon llegará a necesitará ayuda en algún momento, el sería el primero en darle su mano.
Aunque parecía que el contrario no sentía lo mismo, ya que siempre que se encontraban podía notar como este lo miraba con desagrado, casi como si fuera un animal callejero, y eso lo hacía sentirse algo mal, ya que el quería ser su amigo, pero todo ke daba claras señales que a seong no le parecía para nada la idea.

Ni siquiera se había dado cuenta cuando ya había llegado a su casa, simplemente cuando volteo ya estaba en la puerta de su hogar, si es que le podría seguir llamando así, ya que realmente nunca se sintió como uno...
Y menos ahora que se había "rebelado" contra su padre, que ahora lo miraba con total decepción y enojo, cosa que lo hacía sentirse miserable.

Simplemente entró a su casa y se fue directamente hacia su habitación, para aventarse en su cama y poder dormir, realmente ya no tenía ninguna tarea pendiente por hacer...

Seguía estudiando, pero ahora no sólo iba centrarse en la escuela, si no que también en si mismo, quería tener tiempo para el y conocer las cosas que le gustaban, ya que lo único que sabía que le gustaba era el karate kyokushin, pero de ahí en fuera no sabía que más era lo que le agradaba, así que se tomaría tiempo el solo para aprender que es lo que le gusta.

Sin darse cuenta, el sueño se fue apoderando de el, haciendo que cayera rendido en su cama.

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Al día siguiente yeonwoo pensó que seria buena idea ir al centro comercial, de todas maneras tenía que comprar más ropa para salir, ya que casi no tenía, su armario estaba conformado por su ropa escolar y deportiva, de ahí en fuera no tenía ropa casual.

Ya había comprado algunas prendas de ropa que le habían llamado la atención, aunque se tenía que fijar bien en el tipo de ropa que compraba, ya que si no su padre le diría cosas como que parecía vagabundo, pandillero y cosas así. Realmente no quería hacerlo enojar más de lo que ya estaba.

Ya iba caminando tranquilamente hacia la salida del centro comercial, hasta que vio a ese grupo de chicos que podía reconocer a cualquier distancia... Hobin y sus amigos.
Intento escabullirse para que no lo vieran, pero no lo logró, al ver que ellos se acercaban directamente hacia donde el estaba.

–¡hey yeonwoo! —habló el más enano de todos

–a-ah, hola—realmente no comprendía porque le hablaban si apenas hace unas semanas no sabían de su existencia, pero bueno.

–Que te trae por aqui—pregunto el Rubio

–Bueno vine a comprar algunas prendas de ropa—respondió algo nervioso por la mirada penetrante del fanático del taekwondo.

–Que casualidad, nosotros también venimos a comprar ropa—eul contestó con cierta emoción en sus ojos, ella realmente le agradaba.

–Ya que estas aquí, ¿porque no nos acompañas?—pregunto ricitos de oro—de todas maneras, te vistes muy bien por lo que veo—dijo mientras se acercaba a yeonwoo invadiendo su espacio personal.

𝙾𝚝𝚛𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚝𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora